Málaga, la fórmula 'tech' para liderar el turismo

El trance de la Covid es ya un capítulo cerrado y cada vez son menos los hoteles que cierran sus puertas cuando acaba la temporada. Málaga sube en número de turistas, un 9,4% más, y también en ingresos, con un impacto económico que ascendió en 2023 a 19.137 millones de euros. Un año «estelar», como señalan desde Turismo Costa del Sol, que esconde detrás un engranaje en el que se ha combinado la mejora de la infraestructura turística con el despliegue de tecnologías de vanguardia. Receta que ya persiguen otros destinos para replicar el éxito de la industria malagueña, pero, ¿cuál es la fórmula?

Haber adoptado herramientas tecnológicas para optimizar la experiencia del visitante y potenciar la promoción del destino en el ámbito internacional ha sido clave en esta estrategia. «Antes hacíamos unas promociones que ya no tienen sentido», asegura a ABC el director general de Turismo Costa del Sol, Antonio Díaz, «hoy tenemos una herramienta de Big Data que nos da una radiografía al momento de cada mercado turístico emisor hacia la Costa del Sol».

Esta gran base de datos que el destino ha ido construyendo y que mejora cada día permite «personalizar las estrategias de promoción y obtener un retorno más alto». Se trata de una «información a la carta» que la Diputación Provincial ha puesto a disposición de los empresarios y los distintos municipios para adaptarse a las demandas cada vez más cambiantes de los turistas.

Así ocurrió durante la pandemia, cuando identificaron la preferencia por zonas menos concurridas y más abiertas para actividades al aire libre. «Ahí nos dimos cuenta del potencial del interior de la provincia y ahora tenemos un cuadro de mando del turismo rural que nos permite saber, por ejemplo, la oferta, disponibilidad y ocupación media de casas rurales en cualquier municipio», sostiene.

Más allá de esto, Málaga se ha servido de la inteligencia de datos «para no dar palos de ciego» y hacer lo que en Turismo Costa del Sol definen como «promoción quirúrgica». O lo que es lo mismo, anticiparse y diseñar de antemano «a qué país, ciudad, segmento y tipo de persona» dirigirse y «en qué momento». Un arma que quieren potenciar aún mediante la integración de la inteligencia artificial, para lo que ya están en contacto con varias empresas, según confirma Díaz.

Esta terapia de precisión adaptada al turismo es lo que ha permitido al destino empezar a conseguir su objetivo de anteponer la calidad a la cantidad, aunque tanto instituciones como empresas defienden un modelo de compatibilidad.

Para Antonio Díaz, «los aviones tienen que venir llenos e irse llenos» y así lo cree también Manuel Lara, que lo defiende como algo esencial para que las conexiones se mantengan. Después de 20 años como gerente de marketing turístico en Turismo Costa del Sol, Lara dio el salto hace un año al sector privado para dirigir, precisamente desde Málaga, el aterrizaje en España de la empresa Simpleview, líder mundial en herramientas tecnológicas y de transformación digital para el sector turístico.

Asegura que uno de los principales desafíos a los que se enfrentan los destinos turísticos y que Málaga ha sabido enfrentar es la estacionalidad, «que ya no existe en Málaga capital y es muy reducida en muchos rincones de la provincia». En ello tiene que ver el clima o la apuesta por el segmento del golf, el turismo de congresos o el lujo, pero también -recuerda Manuel Lara- haber detectado gracias a la tecnología la oportunidad de atraer a los «remote workers» o trabajadores en remoto, que cada vez son más en la provincia, donde los municipios han empezado a potenciar productos como los espacios de 'coworking'.

«Málaga está aplicando tecnología para identificar flujos de personas y poder tomar decisiones de expansión en determinadas áreas», apunta el experto, para el que la IA va a suponer «un cambio disruptivo» al que empresas e instituciones deben adaptarse.

Desde el sector defienden que el liderazgo de Málaga no es fruto de la casualidad, sino el resultado de «una hoja de ruta planificada durante muchísimos años» y del que obtienen rédito el resto de provincias andaluzas.

Uno de los últimos hitos en esta carrera de fondo ha sido la conexión con Nueva York a través de United Airlines. «Fueron muchos meses de planificación y de trabajo», sostiene Lara, «el Big Data sirvió para demostrar a las aerolíneas que había una demanda latente en Estadas Unidos y que una conexión con Málaga iba a ser buena para cualquier compañía».

«Toda Andalucía se va a beneficiar se este vuelo» apunta en este sentido Antonio Díaz, «Málaga es la puerta de entrada, pero los norteamericanos cogerán el coche para ir a Sevilla, Granada o Córdoba. Para ellos, eso no son distancias».

A pesar de las dificultades que conlleva el cambio climático en asuntos como la gestión del agua, en el ámbito turístico hay una ventana de oportunidad para captar un turista comprometido con la sostenibilidad. En esto la Costa del Sol también ha sido pionera al poner en marcha una calculadora para medir la huella de carbono desde que el turista sale de su ciudad y compensarla mediante la plantación de árboles. Una vegetación que en regiones como Andalucía y sobre todo en zonas urbanas, donde ya hay hoteles con jardines verticales en sus fachadas, ayuda a absorber CO2 y a reducir el ruido.