Un pirómano, un desalmado, una persona que creó una pequeña llama detrás de una roca y que acabó comiéndose parte de la sierra de Cádiz, poniendo en jaque a Zahara de los Atunes y a Tarifa, con más de 2000 evacuaciones entre el miedo.
La Guardia Civil les decía: «salid por la playa, no por la carretera», porque la carretera estaba atascada de coches.
Y mientras tanto, en la sierra, una batalla cuerpo a cuerpo, cara a cara, con las llamas a cara de perro de los efectivos del Infoca. En el cielo hasta 14 medios aéreos bombardeando agua y en tierra, sobre el terreno, en primera línea de fuego, las brigadas y los retenes luchando con una azada en la mano contra las llamas.
Se han jugado la vida por un pirómano, por una persona que decidió pegar fuego detrás de una roca.
Artículo solo para suscriptores
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete