El lotero de los récords está en Granada: cuatro quintos premios, un segundo y el Gordo se han vendido en su quiosco

Dicen que no hay quinto malo y Paco Bartolomé puede atestiguarlo. O más bien hablar de quintos, en plural, porque en este sorteo extraordinario de Navidad de la Lotería Nacional, ha vendido décimos de cuatro números agraciados con quintos premios desde su quiosco de la Plaza Nueva, en pleno centro de Granada.

Cronológicamente, su buena racha en este viernes 22 de diciembre empezó con el número 88.979, del que había colocado cuatro décimos. Como cada uno se llevaba 6.000 euros al décimo, al tratarse de un quinto premio, el resultado fue de 24.000.

Pero es que después llegó el número 01.568, del que había vendido un décimo. O sea, otros 6.000 euros. Y lo mismo pasó más tarde con el 86.007 y con el 57.421. Es decir, siete décimos de cuatro números diferentes, todos ellos quintos premios de este sorteo. 42.000 euros había repartido Paco Bartolomé sólo en quintos.

Aun así, lo mejor quedaba por llegar. Dos minutos después de la una de la tarde se conoció el segundo premio, el número 58.303. Muy repartido estuvo y entre las ciudades agraciadas hubo dos en la provincia: Motril y Granada capital. ¿Y qué administración vendió el décimo en esta última? Pues lo han adivinado: el quiosco Chalo, el de la Plaza Nueva. 125.000 euros más.

Y pocos minutos después, a las 13,18 horas, la traca final: un décimo del Gordo, el 88.008, se había vendido allí. Otros 400.000. Con lo que se cumplió lo que había presagiado poco antes, cuando aún andaba repartiendo quintos premios: «Todavía vamos a vender del segundo y del Gordo, tú verás».

Regenta el quiosco junto a su padre, con quien comparte nombre. Antes aún lo llevó su abuelo, de eso hace cuarenta años. Paco ha crecido dentro del establecimiento, vendiendo también boletos para otros sorteos y prensa escrita.

En 2022 le sonrió la suerte, porque cuando se venden números premiados, la administración vende después muchísimo más. De su quiosco salieron dos décimos del Gordo, el número 05.490. La consecuencia ha sido inmediata: «Este año hemos vendido un montón, muchísimo más que hasta ahora y de tantos números que ni me acuerdo», resalta.

Este licenciado en Historia del Arte -«y parado de larga duración», bromea- tiene 36 años y a lo largo de los últimos meses ha trabajado a destajo junto a su padre, que está próximo a la jubilación. «Había días que empezábamos a las nueve de la mañana y terminábamos a las ocho de la tarde, todo el tiempo vendiendo sin parar», recuerda.

Le han comprado décimos, sobre todo. Gente de Granada y de otros muchos sitios. «Hasta le he vendido a turistas chinas y coreanos, a lo mejor este año he llevado la suerte bien lejos», exclama, con una sonrisa.

Porque el día está para sonreír, está claro. «Es extraordinario lo que me está pasando, esta mañana hasta me ha dado susto y todo, he pensado:¿cómo es posible? Es verdad que en 2022 vendí dos décimos del Gordo y otro de un quinto premio, pero lo de ahora…»

Pese a que el negocio va viento en popa, Paco Bartolomé no descarta dejarlo a corto plazo. Se está preparando unas oposiciones y dice que cuando las apruebe y, sobre todo, cuando tenga hijos, será el momento de dejarlo. «He visto a mi padre toda la vida aquí dentro y la verdad es que quiero ver a mis hijos crecer», concluye.