La llegada de inmigrantes extranjeros no salva a la Andalucía despoblada

Es el tercer año en crecimiento demográfico progresivo. Desde la pandemia, la calidad de vida y las oportunidades laborales de las zonas urbanas de la región, sobre todo del litoral, está llamando a más vecinos. Este 2023, seguirá siendo la región más poblada de España, pero esos datos no evitan un mal endémico: la despoblación en los municipios más pequeños.

Los pueblos, envejecidos, se quedan vacíos. En Andalucía muere más gente que nace cada año. En 2022, perdió en este balance 15.995 personas, lo que supone más de un 4%. Las aldeas hasta desaparecen sin remedio, porque los nuevos andaluces, inmigrantes extranjeros en su mayoría, no las eligen para vivir. Las zonas más rurales de Andalucía no reciben nuevos habitantes. La mayoría de los 'nuevos andaluces' se quedan en la zonas urbanas. No van al interior.

La Costa del Sol es buen ejemplo de esto. El Instituto Nacional de Estadística dice que hasta agosto de este año ya hay en esta zona 26.000 nuevas personas censadas. Sin embargo, a pocos kilómetros de allí, Salares sigue menguando y ya sólo le quedan 175 personas en sus calles. Los pequeños pueblos del Valle del Genal o de La Axarquía no reciben ese flujo de población. La costa espera recibir en los próximos años hasta 300.000 personas, pero los municipios del interior no tienen esa previsión.

En lo que va de año, más de 21.000 personas de los nuevos andaluces de la Costa del Sol son extranjeros. Personas que llegan por trabajo o, en gran medida, llamados por el turismo residencial para un retiro dorado con rentabilidad en la inversiones.

De los 786 municipios de Andalucía, el gobierno autonómico considera que 423 cuenta con «problemas de despoblación». Son un 53,8% de las localidades de la región, aquella que al acabar el 2022 contaban ya con menos de 3.000 habitantes. De ellos hay ya 98 con un riesgo «extremo», porque han bajado ya de los 500 habitantes.

Granada tiene una lista de 122 municipios en riesgo de despoblación. Es la que está en cabeza, seguida de Almería, que con 71 es la que más municipios tiene en el 'top-ten' de los pueblos más pequeños. Málaga, pese al crecimiento de la Costa del Sol es la tercera con 59 pueblos que se están quedando vacíos.

Entre las tres provincias tienen el 59,5% de los municipios en riesgo de despoblación de Andalucía. Hay 53 municipios en Jaén, 47 más en Huelva y otros 37 en Córdoba, donde la pérdida de servicios en la norte llega hasta el abastecimiento. Municipios olvidados en Los Pedroches hasta el extremo de no tener desde hace meses agua potable y tener que ser repartido con camiones cisterna. Sevilla con 24 pueblos en riesgo y Cádiz con otros diez son los que cierran el ranking de la 'Andalucía vaciada'.

La Consejería de Administración Local ya tiene diseñada una hoja de ruta para estabilizar el censo de esto municipios en cinco años y que, a partir de un década, comiencen a crecer. El consejero, José Antonio Nieto, ya avanzó que era, principalmente, una cuestión de «mala imagen» y no de calidad de vida. El reto es fijar la población para luego conseguir conectar oferta y demanda, municipios que quieren captar población con personas que viven en zonas urbanas que quieren cambiar su entorno.

Para ello, el Gobierno andaluz encargó un portal web que con información actualizada de los servicios que hay en cada localidad, ofertas de empleo, oportunidades de negocio, redes de transportes y comunicaciones, vivienda disponible o líneas de ayudas para quienes se instalen allí.

Para la Consejería de Administración Local Andalucía no sufre un problema generalizado de despoblación, como sí ocurre en otras comunidades autónomas, sino que aunque aumenta su demografía, ese crecimiento «no es equilibrado». En este sentido, Nieto buscó el apoyo de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias, que preside el alcalde de Córdoba, José María Bellido para hacer un mejor reparto de esa población. «El reto siempre va a redundar en un mejor equilibrio del territorio, que supondrá garantizar mejores servicios y más calidad de vida», afirmó Bellido.