Más ladrillos, menos palabras

«En febrero vamos a aprobar el plan de choque de medidas urgentes para impulsar nada menos que 20.000 viviendas de protección oficial en los próximos años y por eso a partir de ahora los solares o edificios con uso turístico o de oficina podrán destinarse de manera inmediata a la construcción de vivienda protegida. Además podrán construirse VPO en solares con uso dotacional privado como por ejemplo gimnasio o residencias de estudiantes siempre que estas viviendas protegidas se destinen de forma permanente al alquiler»

La cifra ya estaba en la agenda del Gobierno pero ahora tiene fecha. Y el presupuesto y la fecha son la clave de la credibilidad. Las promesas, por sí solas, tienen escaso valor; como esas 180.000 viviendas de cebo electoral que Pedro Sánchez repite desde la última campaña. Esto va de plazos y presupuesto, porque urge sacar al mercado casas de protección oficial con financiación pública a precios asequibles. Y 4.000 cada año es una cantidad apreciable aunque lejos de resolver el problema. En todo caso, no cabe esperar, y es lógico adelantar algunas medidas del anteproyecto de la Ley de Vivienda de Andalucía en tramitación para agilizar el cambio de uso de los solares.

Andalucía, sostiene Moreno, ha optado «por una vía más eficaz, que nos sitúa como la comunidad líder en la construcción de viviendas tanto en términos absolutos como relativos, multiplicando por tres la promoción desde que llegamos al Gobierno» con una política de vivienda sostenida en tres pilares: incrementar la oferta del parque público en alquiler, simplificar la burocracia y reducir las cargas fiscales. Y sí, más sentido común y menos burocracia suena bien. Ojo, sólo si coinciden, porque menos burocracia sin sentido común llevaría al desastre, y viceversa. La música, en fin, sí, suena bien. Ahora a ver la letra. Desde ahora se les evaluará no por las palabras sino por los ladrillos.