La Junta actuará para que no desaparezcan playas después de que las olas invadieran un chiringuito en Los Caños
El oleaje evidencia que el cambio climático acabará con 33 playas en Cádiz y Huelva. Peligran 65 metros de arena hasta fin de siglo
La subida del nivel del mar hará desaparecer hasta 33 playas andaluzas en setenta y cinco años
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Iniciar sesiónLos efectos del cambio climático en las playas de Andalucía ya son una realidad. En las últimas horas se han vivido escenas que bien podrían ser sacadas de una película de ciencia ficción si no fuera porque son totalmente reales y han puesto en alerta ... a las autoridades. De hecho todas las playas de Cádiz capital, excepto La Caleta, las del litoral de Conil de la Frontera y las playas de Zahara de los Atunes, Zahora y Los Caños de Meca en Barbate, han tenido que izar este miércoles la bandera roja, prohibiéndose el baño ante las corrientes de resaca y el fuerte de oleaje que se está registrando en esas zonas y que dejaron ya varios rescates de bañistas y daños en pasarelas de madera y otras infraestructuras.
Lo más grave ocurrió en Los Caños de Meca, en Barbate, donde la fuerza de las olas destrozaron parte de una pasarela de madera y causaron daños en un chiringuito a pie de playa en pleno mes de agosto. Esos sucesos son la prueba del algodón de que hay que actuar de forma urgente contra el cambio climático y que los informes que maneja la Junta de Andalucía podrían cumplirse por alarmistas que parezcan.
Tal y como adelantó ABC, para el año 2100, es decir cuando pasen 75 años, el aumento del nivel del mar provocará la desaparición de un total de 33 playas a lo largo del litoral andaluz en los escenarios más pesimistas.
Las zonas más afectadas de la comunidad autónoma por esos devastadores efectos del cambio climático serán la Costa del Sol y el litoral gaditano occidental, dos de las joyas del litoral andaluz con playas muy populares y muy visitadas cada año.
A finales de siglo podría alcanzarse los 40, 50 y 65 metros de retroceso en la línea de costa por el aumento del nivel medio del mar.
Los expertos consideran que las playas abiertas y aquellas de sedimento más fino (de arena fina) y profundidad de cierre elevada sufrirán retrocesos permanentes superiores a las playas con mayor tamaño de sedimento, pudiendo alcanzar valores cercanos a las 65 metros de retroceso para el año horizonte 2100.
Y eso supondrá que en ese escenario de dentro de setenta y cinco años el aumento del nivel del mar podría provocar la desaparición de 33 playas del litoral andaluz en el escenario más pesimista.
Ahora la Consejería encargada del tema, la de Sostenibilidad y Medio Ambiente, ha decidido reforzar su estrategia frente al cambio climático con nuevos estudios sobre los impactos en el litoral andaluz con actuaciones de carácter técnico y estratégico, que se integran dentro del programa de adaptación al cambio climático de la Junta de Andalucía y responden al «compromiso del Gobierno andaluz con una gestión rigurosa y planificada del litoral andaluz».
Ambos estudios, impulsados desde la Secretaría General de Medio Ambiente y Cambio Climático, ofrecen información de alto valor sobre la vulnerabilidad del litoral ante fenómenos como la subida del nivel del mar, la pérdida de superficie de playa seca o los procesos de erosión y regresión costera, que ya comienzan a ser perceptibles en distintos puntos del territorio.
El primero de los trabajos corresponde al estudio sobre la vulnerabilidad del litoral andaluz, realizado en el marco del programa PIMA-Adapta Costas, y cuyos resultados se publicaron en 2022. Entre sus principales aportaciones se encuentra la creación de bases de datos georreferenciadas que recogen información detallada sobre recursos, instalaciones, usos del territorio y actividades vulnerables al cambio climático a lo largo de toda la costa andaluza. Este trabajo también incluye un visor cartográfico y un informe específico sobre riesgos costeros, así como una propuesta de Plan de Adaptación al Cambio Climático aplicable a los terrenos del dominio público marítimo- terrestre adscritos a la comunidad autónoma.
El segundo estudio está centrado en el análisis de la inundación y la erosión en zonas costeras en escenarios de cambio climático. Bajo la denominación de «iccoast», esta investigación tiene como objetivo principal obtener resultados de parámetros de afectación por inundación y erosión costera en toda la línea litoral andaluza, tomando como base las proyecciones científicas publicadas por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) y con un horizonte de análisis hasta el año 2100.
En este contexto, el visor permite prever y visualizar la evolución de la línea de costa en función del aumento del nivel del mar. Esta herramienta muestra cómo la línea de costa según los distintos escenarios climáticos y permite apreciar la erosión que sufrirá cada playa.
Las más valiosas
La secretaria general de Medio Ambiente y Cambio Climático, María López Sanchís, ha subrayado este miércoles la importancia de contar con esta información técnica como base para la acción política y la gestión del territorio. «Nuestra costa se encuentra entre las más valiosas de Europa, tanto por su riqueza natural como por su relevancia económica. Anticiparnos a los efectos del cambio climático es una responsabilidad que asumimos con determinación y con herramientas de gestión concretas como las que nos ofrecen estos estudios« ha señalado.
Desde la Consejería se pone especial énfasis en el uso de esta información no solo desde una perspectiva ambiental —protegiendo espacios naturales, hábitats de interés comunitario o parques naturales y nacionales—, sino también desde su dimensión socioeconómica, teniendo en cuenta la afección a sectores clave como el turismo, la agricultura o la industria asentada en el litoral.
López Sanchís ha destacado que la adaptación al cambio climático requiere de instrumentos sólidos y actualizados que permitan responder con eficacia a los nuevos retos. «Contamos con herramientas digitales y predictivas que nos sitúan en una posición de liderazgo dentro de las comunidades autónomas. Pero además de anticipar riesgos, estamos en condiciones de planificar soluciones», ha afirmado.
La secretaria general ha querido poner en valor, además, el trabajo técnico realizado desde la Consejería y el valor estratégico del Plan Andaluz de Acción por el Clima, que integra todas estas actuaciones en un enfoque transversal y coherente. «La adaptación es una tarea colectiva. Estos estudios no son un punto final, son el inicio de una hoja de ruta que nos permitirá proteger mejor nuestro litoral y garantizar que siga siendo motor de bienestar para las generaciones futuras», ha concluido. Ahora, con esas herramientas que hacen el diagnóstico, sólo falta concretar las actuaciones contra esos efectos del cambio climático.
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