La Junta de Andalucía destina 16 millones al patrimonio religioso y arte sacro en seis años

A este respecto, en los últimos seis años se han movilizado desde la Junta unas partidas que superan los 16 millones de euros, en la cual se integra el reciente anuncio del presidente Juanma Moreno de varias subvenciones que ascienden a 2,5 millones y que mejoran el paquete de ayudas precedente.

El origen de este apoyo concreto al sector del arte sacro habría que buscarlo, según fuentes del Gobierno andaluz, en la primera Consejería de Cultura (y Patrimonio Histórico) de Patricia del Pozo. De esta forma, afirman con rotundidad que Andalucía pasó a ser la primera región española en activar líneas de apoyo para la puesta en valor de las edificaciones de carácter religioso y en elaborar un inventario de bienes muebles y obras de arte.

En 2019 se aprobaron las bases reguladoras de unas subvenciones por 4,2 millones de euros que, bajo el régimen de concurrencia competitiva, permitieron abordar casi dos centenares y medio de proyectos: 205 de restauración o conservación y 34 de inventario.

La mayoría de los bienes objeto de los trabajos de remozado fueron esculturas o imágenes de culto, retablos y piezas de bordado, pero también se dio curso a incentivos para devolver el lustre a pinturas -especialmente murales-, yeserías, artesonados, vidrieras, platería, orfebrería... incluso pasos procesionales.

Según explican desde la Consejería, Sevilla fue la provincia que más solicitudes presentó y que le fueron concedidas, hasta en 92 casos. Aquí entrarían trabajos en la propia ciudad hispalense pero también en enclaves punteros en lo tocante a patrimonio como puede ser Écija (cinco proyectos), Marchena y Lebrija (con cuatro) o Las Cabezas de San Juan (tres).

Son los ejemplos concretos de actuaciones llevadas a cabo tanto en las capitales de provincia pero, muy especialmente, en municipios y ciudades de medio tamaño de toda Andalucía, hasta el punto de sumar 105 proyectos en este último grupo.

Lo que se acaba de anunciar, y que se prevé que se haga efectivo en el horizonte más próximo, es una nueva línea de subvenciones más escueta en el montante (2,2 millones) pero más generosa en cada pago. Es decir, si anteriormente el dinero máximo eran 30.000 euros por entidad beneficiaria, ahora pasa a ser 40.000.

Además, se acaba con la limitación del 80 por ciento, tras constatarse la dificultad que tienen estas entidades para logar una cofinanciación por otras vías. Por ello, los nuevos incentivos cubrirán el coste total de la actuación solicitada.

La propia consejera, Patricia del Pozo, justifica estos cambios y la conveniencia de las ayudas es que «cada taller es un baluarte de tradición y creatividad que mantiene vivo el legado cultural de Andalucía, además de impulsar el turismo y la economía local, consolidándose como un motor de desarrollo sostenible y símbolo del relevante patrimonio andaluz».

Así, y tras aclarar que «más de 4.500 familias andaluzas dependen directamente de los oficios del arte sacro», la titular de Cultura en la Junta abundó en otra línea de ayudas específica para las bandas y agrupaciones musicales.

En este punto se consignan 300.000 euros para la compra de instrumentos -viento, metal, percusión...- mediante un régimen de concurrencia no competitiva al que pueden aspirar las 500 formaciones de este sector que radican en Andalucía. «Por primera vez, van a sentir el respaldo a su labor de la Junta», explicaba del Pozo en el Parlamento en la jornada de presentación de esta estrategia de apoyo. Tan sólo en el plazo de consulta pública previa recibieron «casi un centenar de comunicaciones».

Cabe destacar en esa línea los incentivos de algo más de 2 millones de euros que, con el carácter extraordinario que supuso la pandemia en cuanto a paralización de cualquier evento de seguimiento social, se aplicaron para la realización de casi 700 actividades en los meses en los que hubo que evitar las procesiones.

Los beneficiarios fueron los Consejos y Agrupaciones de hermandades y cofradías, que los emplearon para desarrollar exposiciones, conciertos, publicaciones y actos variados con el trasfondo del arte sacro y cofradiero.

Dentro de este empuje autonómico hacia el patrimonio religioso habría que ampliar el foco a las inversiones realizadas en cuanto a la recuperación de bienes muebles. En los últimos años, pero siempre dentro del Gobierno de Moreno, se han destinado ayudas aparejadas a necesidades concretas. Es decir, no se lanzaron líneas de subvención sino que se financiaron directamente proyectos de trascendencia.

En este punto destacan las obras de la iglesia de San Jorge del Hospital de la Caridad, la del Convento de Santa Isabel o la de San Pedro, en Sanlúcar La Mayor —todas estas en Sevilla—; las del Monasterio de Santa María del Arrabal o de la iglesia de San Juan de Dios (Cádiz); la puesta a punto de las vidrieras de la catedral de Jaén; o los complejos trabajos de las cubiertas del templo metropolitano de Málaga. Por poner dos ejemplos, el primer y último caso concentraron 2,6 y 5,3 millones, respectivamente.

Con independencia de las partidas que suman los citados 16 millones de euros, la Junta también ha movilizado recursos de la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo.

La titular del ramo, Rocío Blanco, explicó durante una reciente visita a la exposición sobre arte sacro del Castillo de San Jorge de Sevilla la puesta en marcha del IV Plan Integral para el Fomento de la Artesanía de Andalucía 2023-2026. Esta iniciativa está dotada con 14,45 millones y viene a dar un espaldarazo a un sector de «valor técnico y artístico» que se abre paso «en nuevos mercados como la alta costura, la decoración o el diseño».

No hay que olvidar que las subvenciones de Cultura de 2019 dieron pie a casi medio millar de empleos especializados entre restauradores, arquitectos, historiadores, químicos, fotógrafos...

En ese sentido, Blanco recordó dos convocatorias de ayudas recientemente publicadas. Por una parte, 1,06 millones de euros para que los ayuntamientos modernicen y promocionen la artesanía. Por otra, 373.750 euros para el fomento del asociacionismo comercial y artesano. «Más del 18 por ciento de las empresas artesanas españolas son andaluzas, y emplean a casi 20.000 personas», concluyó.