Juanma Moreno elige el diálogo en el pleno que lo inviste con mayoría absoluta

El propio Moreno reconoció que le habría gustado concitar más apoyos aunque agradeció a los grupos el tono del debate —pausado y moderado en las formas— sin «altisonancias» lo que, a su juicio, es una muestra de la manera de hacer política en Andalucía. «Se respira un ambiente de serenidad, sensatez y es un ejemplo de la política útil».

La anécdota de la votación la protagonizó la portavoz de Vox, Macarena Olona, quien a la hora de votar dijo «afectuosa abstención», una frase que provocó la hilaridad de los diputados... y que fue inmediatamente replicada por la veterana diputada del PP Esperanza Oña, la siguiente en el turno por el orden alfabético, «afectuoso sí», dijo.

Por cierto que muchas voces en el PP consideran que Oña, brillante parlamentaria, debería tener más oportunidades de confrontar con la líder de Vox. Habrá que esperar al Pleno de organización para conocer qué comisión corresponde a cada una de ellas y si tendrán oportunidad de debatir. Eso si Moreno no decide algún otro destino para Oña.

El debate de investidura fue un avance de cómo será la XII Legislatura en Andalucía para el nuevo Gobierno andaluz que empezará a trabajar el próximo martes 26 de julio. El presidente andaluz, Juanma Moreno, relajado, exponiendo sus proyectos con soltura sabiendo que ningún grupo parlamentario va a poner en apuros sus leyes, programas o propuestas pero apelando al papel y la responsabilidad de sus señorías. La mayoría absoluta que le dan sus 58 diputados le garantizan la tranquilidad y la estabilidad necesaria por más que su empeño sea trabajar como si esa «mayoría suficiente» como él la denomina, no existiera. En todas las intervenciones que hizo en sus debates con los portavoces de los cinco grupos políticos, Moreno no se salió de ese guión apelando al diálogo, el consenso y el interés por llegar a acuerdos con todo el arco parlamentario.

«Tengo una enorme responsabilidad porque vienen tiempos muy difíciles», fueron sus primeras palabras tras su elección como presidente de la Junta. Las primeras tras dar las «gracias» por su elección.

Su principal interés estaba en tomar la medida a los portavoces de los grupos parlamentarios de la oposición que se estrenaban en los cargos, Juan Espadas, secretario general del PSOE, y Macarena Olona, portavoz de Vox, para determinar cuál será su tono y cómo eran capaces de defenderse en la siempre complicada tribuna del Parlamento. Había expectación en la Cámara por conocer cuáles serán las estrategias de ambos a partir de ahora. Olona leyó su intervención, y también su réplica, dejando poco margen para la improvisación. El día anterior había reconocido que el sentido del voto no lo decidía ella con su grupo parlamentario sino «los órganos de su partido» en Madrid.

Los responsables nacionales de Vox son conscientes de que su única oportunidad de tener relevancia política es llegar a acuerdos con el Gobierno andaluz. Habrá que esperar a ver si se concretan y en qué términos.

Los momentos más tensos, también los de más debate político, fueron en el cara a cara con Juan Espadas, el líder del PSOE. Moreno y Espadas han mantenido una cordial relación política hasta ahora, uno como presidente andaluz y el otro como alcalde de Sevilla. Ambos apostaron por confiar en sus respectivas palabras para ser capaces de llegar a acuerdos aunque las circunstancias han cambiado. Espadas le ofreció a Moreno acordar el Presupuesto 2023, «aunque no le haga falta», propuesta que provocó las risas entre los diputados del PP ya que Moreno ha sustentado el adelanto electoral precisamente en que el PSOE (tampoco Vox) se negó a aprobar las cuentas públicas para este año 2022.

Nada más que fue elegido Moreno, Espadas aguantó la lluvia de aplausos, sonrisas y fotógrafos que rodearon a Juanma Moreno durante varios minutos para después felicitarlo y desearle suerte. Hay que recordar que en 2019, Susana Díaz abandonó el salón de plenos nada más que fue proclamado presidente Moreno sin participar en el saludo protocolario. Espadas quiere otro PSOE y mostró su templanza para ello. Macarena Olona, Inma Nieto y Teresa Rodríguez también hicieron lo propio.

Evidentemente, no participaron en la fiesta de saludos, selfies y abrazos que se desató nada más que Juanma Moreno —acompañado por su esposa Manuela Villena quien llegó a la sesión de la tarde justo cuando empezaba la intervención de Espadas— salió por la puerta de salón de plenos.

Para su estreno como jefe de la oposición, Juan Espadas estuvo arropado por los ocho secretarios generales provinciales de su partido. Todos se sentaron en la tribuna de invitados para escuchar su intervención que defendió la acción política del Gobierno de Pedro Sánchez.

El socialista pidió a Moreno que no se centre en la confrontación con el Gobierno de España, como Moreno le demandó que utilice también estos argumentos, extremo en el que ambos estuvieron de acuerdo. Espadas desveló en su intervención que seguirá siendo senador por la comunidad autónoma, cargo que compatibilizará con el de presidente del grupo parlamentario. Así podrá estar en los cenáculos de Madrid y conocer la situación política de primera mano.

Aunque la portavoz que llevó la actualidad nacional a la Cámara andaluza fue Inma Nieto. «Espero que podamos llegar a acuerdos y debatir serenamente aunque en nada estaremos ya en campaña electoral porque tendremos elecciones dentro de un año», dijo alentando la tesis del superdomingo electoral para el último día de mayo, cuando se celebran las elecciones municipales en toda España y algunas autonómicas.

Inma Nieto planteó medidas sobre la Sanidad y la Educación, con más medios para los sanitarios y una reducción de la ratio en los centros educativos. Eso además de reclamar a Moreno que busque un consenso sobre la financiación autonómica entre los presidentes del PP.

Juanma Moreno se mostró emocionado «por haber logrado su sueño de ser presidente de la Junta de Andalucía» otra vez pero repitió cada vez que pudo que no tiene «varitas mágicas». Ahora está enfrascado en la formación de su nuevo Gobierno que dará a conocer el próximo lunes a media mañana para que empiecen a trabajar al martes tras su toma de posesión. «Haremos el mejor Gobierno posible para amortiguar los problemas que tengamos en el futuro».

Aunque los nombres de sus consejeros siguen siendo un secreto muy bien guardado, el presidente andaluz ya ha hecho algunos movimientos estratégicos. El consejero de Economía y Universidades, Rogelio Velasco, (elegido por Ciudadanos pero independiente) ya sabe formalmente que no repetirá. Tampoco lo harán otros consejeros naranja, Rocío Ruiz (Igualdad) y Manuel Alejandro Cardenete (Educación).

Pero la intención de Moreno es contar con una buena parte de los equipos humanos que han trabajado con los consejeros de Ciudadanos. Se trata, sobre todo, de segundos y terceros niveles. Cargos que han funcionado bien, han hecho un buen trabajo y con los que se quiere seguir contando. Un dato. Este jueves estaban presentes todos los viceconsejeros del actual Gobierno andaluz en funciones y eso que no tenían por qué. Los consejeros también ocuparon sus escaños verdes pero ellos sí estaban obligados por el protocolo.

En cualquier caso, una muestra de ese talante que Moreno quiere defender como impronta. El Gobierno de coalición entre PP y Ciudadanos no se ha roto en ningún momento, han trabajado con lealtad hasta el último día.

Los movimientos dentro del PP eran particularmente llamativos. Todos los que tienen cargos públicos o de alta asesoría se dejaron ver por el Parlamento. Una muestra de ello es que el comedor de la cafetería tuvo que cerrar sus puertas porque se les terminó la comida que podían ofrecer. Algunos de los más veteranos tuvieron la habilidad de llegar pocos minutos antes de la investidura formal de Moreno. A tiempo para el selfie con el presidente... Era, desde luego, la foto más buscada.