Juanma Moreno se centra en las familias y en la rebaja fiscal contra la inflación

Moreno desveló su programa de Gobierno para los próximos cuatro años con propuestas concretas, otras genéricas y el anuncio de hasta once leyes nuevas pero, sobre todo, quiso dejar claro que lo suyo es un «estilo» de gestionar el poder. «Una forma de hacer política basada en la moderación, el diálogo y la cercanía» elementos diferenciadores de la manera «andaluza» de hacer política, «no debería ser una excepción en el panorama nacional, sino un ejemplo a tener en cuenta».

Y el primer ejemplo de ello fueron las alabanzas que dedicó a quienes han sido hasta ahora sus socios de Gobierno, los consejeros de Ciudadanos que permanecían sentados en los bancos correspondientes al Gobierno cumpliendo hasta el último día. El gesto no quedó ahí, ya que pondrá el nombre de Javier Imbroda a un centro público de FP especializado en Aeronáutica.

Su planteamiento pasa por buscar la centralidad y el diálogo «por convicción» y por eso hizo un discurso largo, de una hora y media de duración, en el que no se dejó ningún tema fuera: Desde la caza (mirada a Vox) a las políticas de Igualdad o ecologistas (mirada a la izquierda) planteando una batería de medidas de amplio espectro y desvelando cómo será su futuro Gobierno.

El presidente andaluz está dispuesto a negociar pero su eje de trabajo pasa por medidas que afecten directamente a las familias andaluzas y que ayuden a luchar contra la «nueva pandemia» como denominó a la inflación. En este contexto anunció una bajada fiscal de 650 millones de euros para toda la legislatura en el tramo autonómico del IRPF y en la supresión temporal del canon del agua. Y prometió que el Presupuesto 2023, que ya está avanzado, será realista para hacerle frente, y con un marcado carácter social y de refuerzo de los servicios públicos esenciales como la Sanidad, la Educación o la Dependencia.

La intervención de Juanma Moreno ante los 109 diputados de la Cámara y los invitados planteó algunas pinceladas de la estructura de su nuevo Ejecutivo, ese en el que están ahora puestas todas las miradas —la mayoría absoluta despeja todas las incertidumbres sobre su elección esta tarde— y que se convertía una vez más en el eje de todos los corrillos del Parlamento.

En su intervención, separó las políticas de Agricultura mostrando la relevancia que tienen para su Ejecutivo y proponiendo una Ley de Fomento de la Producción Ecológica, un sector en el que Andalucía es líder en España y en Europa.

Sin embargo, unió las referidas al Turismo y la Cultura, dos sectores que estuvieron unidos en una macroconsejería en el primer Gobierno de Susana Díaz. Moreno es consciente de la importancia del Turismo pero ya ha desvelado que no tendrá una consejería exclusiva. El presidente andaluz defiende que la revolución verde no es sólo una obligación por el cambio climático que estamos viviendo sino que entiende que es una oportunidad para Andalucía. «Tenemos condiciones inigualables y podemos generar tanta energía como ahora, pero usando sólo fuentes renovables».

Su revolución verde es económica, con proyectos de inversión en hidrógeno verde, pero también medioambiental ya que pasa por un plan forestal y por convertir los próximos cuatro años en «la legislatura del agua», incluyendo la economía azul, la ligada al mar. Habrá, pues, una consejería destinada a gestionar estas materias que son clave para el futuro.

Resulta curioso destacar que en materia de Infraestructuras fue donde menos anuncios hizo. Y eso que es un departamento que tiene muchos proyectos que afectan directamente a la vida de los ciudadanos. Es sabido que la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, será uno de los pesos fuertes del nuevo Gobierno; es la que más gestión ha presentado al finalizar la legislatura y la que más iniciativa tiene en marcha.

El candidato a la Presidencia de la Junta se tomó su tiempo para desgranar las políticas destinadas a la Juventud, «todos estamos obligados a ponerlos en el foco de nuestras preocupaciones», dijo para anunciar una ley específica para ellos, cambios en la FP, además de un nuevo modelo de financiación para las universidades y un nuevo mapa de titulaciones. El desempleo juvenil —que, según dijo, ha bajado 9 puntos desde 2018— será uno de los ejes de trabajo de esta consejería no sólo con planes acordados con los ayuntamientos sino también fomentando su contratación. Y con planes de vivienda. ¿Habrá una consejería de Juventud e Igualdad?

El presidente electo no quiere que la confrontación con el Gobierno de Sánchez se convierta en un argumento político evidente. En su discurso de investidura censuró en tres ocasiones la gestión del Ejecutivo central pero también aprovechó para tender la mano ofreciendo «una nueva relación del Gobierno del señor Sánchez con Andalucía». Eso sí, siempre defendiendo la voz propia que debe tener Andalucía en los debates nacionales y también con Europa. Una reivindicación que le ha supuesto muchos votos el pasado 19-J. Moreno dejó claro que es consciente de que la centralidad es lo que le ha dado los 58 escaños con los que hoy será elegido presidente sin sobresaltos. Y quiere seguir ejerciéndola en estos cuatro años. De momento, es su promesa.