José Rodríguez de la Borbolla sale en defensa de Felipe González tras la campaña para expulsarlo del PSOE: «Siempre será mi referente político»

Dentro de la guerra interna del PSOE, el veterano expresidente andaluz ha dejado claro que él se sitúa en el bando de Felipe González y de su exvicepresidente Alfonso Guerra, ambos muy críticos con la deriva que ha tomado el partido ante a los giros de Sánchez y sus concesiones a los independentistas como la reciente ley de amnistía pactada con el prófugo Carles Puigdemont a cambio del apoyo de Junts a su investidura.

«Mi vida política ha estado siempre ligada a las figuras de Felipe González y Alfonso Guerra. Han sido mis referentes políticos y lo seguirán siendo mientras respiremos», ha declarado José Rodríguez de la Borbolla a ABC. Como ellos, el que fuera secretario regional del PSOE entre 1977 y 1988 pertenece a una generación de dirigentes que fue capaz de armar desde la centralidad una hegemonía social en Andalucía que perduró casi 37 años.

'Pepote' es de los que cree que el sanchismo estaría en las antípodas del que ha sido el ideario tradicional del socialismo. Y coincide con su «referente» en que no le queda más camino que dimitir. La pasada semana, Rodríguez de la Borbolla unió su firma a las de otros 37 exministros y excargos veteranos del PSOE para pedir por carta al jefe del Ejecutivo su «inmediata renuncia» como secretario general y que designe una gestora para convocar un congreso extraordinario «con el único propósito de salvaguardar la dignidad de nuestros votantes y restituir el honor del PSOE» ante «el grave deterioro que están causando los continuos escándalos que afectan a la actual dirección».

Los casos de corrupción vinculados a personas de su «máxima confianza, como los dos últimos secretarios de Organización», José Luis Ábalos y Santos Cerdán, «se suman a una práctica de Gobierno caracterizada por espurias decisiones políticas que han supuesto una efectiva mutación de nuestra Constitución, que fue aprobada en referéndum por el pueblo español», señalaron los firmantes.

En una entrevista concedida la pasada semana a Carlos Alsina en Onda Cero, González aseguró que «esta autoamnistía es una vergüenza para cualquier demócrata, para cualquier militante del PSOE». Y anunció que no votará a su partido si Pedro Sánchez se presenta a la reelección.

Otros veteranos del PSOE andaluz, en cambio, como Amparo Rubiales o Rafael Escuredo, que precedió a Borbolla en la Presidencia de la Junta, se han alineado con el sanchismo y han arremetido duramente contra Felipe González por sus sonados desencuentros con el actual jefe del Gobierno. La presidenta del PSOE de Sevilla lanzó reproches hacia él en el mensaje que eliminó después, que recogía el enlace al documento de recogida de firmas para expulsarlo. «¿Qué pretende, Felipe? ¿Por qué nos hace esto?», le recriminó Rubiales.

Rafael Escuredo, presidente de la Junta entre 1982 y 1984, también reprendió su actitud. «Solo el tono bronco y desabrido de Felipe González, mostrando su rechazo, odio, a Pedro Sánchez, le coloca fuera de cualquier consejo que le pueda ofrecer a los socialistas, más allá del interesado aplauso de las derechas españolas», escribió el pasado jueves en su cuenta en X.

Los tuits de Escuredo se han convertido en una sucesión de pullas hacia todo aquel que cuestiona a Sánchez o su gestión. El pasado 18 de junio desempolvó la guerra sucia contra ETA en los primeros años de mandato socialista para lanzar dardos contra el presidente manchego. «El señor Page ha dicho que este momento político ha sido el peor del PSOE en los últimos años, olvidando lo de los GAL (guerra sucia del gobierno) con varios implicados del ejecutivo presidido por Felipe González. Pregúntele a él que si lo sabe, al igual que usted», le recomendó con retranca.

El expresidente andaluz tuvo que hurgar en la hemeroteca para minimizar la crisis interna del PSOE y, de paso, arremeter contra el antiguo abogado laboralista criado en el sevillano barrio de Bellavista que encumbró al partido a lo más alto.