Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes buscan al almeriense que les hizo famosos: «Queremos darle las gracias»

El gesto fue espontáneo, sincero y, como era de esperar tratándose de ellos, aderezado con humor manchego del bueno. Mientras charlaban con Pablo Motos sobre la película —una sátira tecnológica que promete risas y reflexiones—, el presentador les recordó que tenían algo más que anunciar antes de acabar la entrevista.

«Creo que antes de terminar os gustaría contactar con un chaval, que ya no será un chaval, de Almería, que fue el que os ayudó a ser populares cuando no erais conocidos... Cuenta la historia un poco«, introdujo Motos.

Ernesto Sevilla no dudó en explicar el porqué de su agradecimiento: «Nosotros cuando hicimos 'La hora Chanante' no nos conocía nadie, y alguien se encargó de colgar todos los vídeos en YouTube. Creemos que es un chaval que conocimos en el SOS de Murcia, pero es de Almería. Me gustaría contactar con él para darle las gracias.»

Joaquín Reyes, siempre cómplice, añadió entre risas: «Hacemos una tertulia, una merienda... ¡una cena!». La invitación quedó clara, directa a cámara: «Va a ser un planazo, te lo vas a pasar muy bien. No tengas miedo y contáctanos», insistió Sevilla, apelando a ese espectador anónimo que sin saberlo sembró la semilla de su popularidad en la red.

La anécdota cobra un valor especial en una época en la que las redes sociales aún no marcaban el pulso del éxito cultural. A principios de los 2000, 'La hora Chanante' era un programa de comedia que se estrenó en 2002 en el canal de pago Paramount Comedy . Su humor absurdo, su estética retro y sus imitaciones delirantes encontraron un inesperado altavoz en YouTube, donde comenzaron a viralizarse gracias a un usuario anónimo que subió decenas de fragmentos. Terminando por emitirse el programa en La 2 un tiempo después.

Sin saberlo, ese joven se convirtió en el primer «community manager» no oficial del humor chanante. Y ahora, más de una década después, sus protagonistas quieren devolvérselo con un reconocimiento tan atípico como entrañable.

Ahora, queda en manos del destino (y de la audiencia) cerrar el círculo. ¿Aparecerá el misterioso almeriense que los catapultó a la fama digital?