Investigan si una carta del convento carmelita de Úbeda la escribió San Juan de la Cruz

San Juan de la Cruz llegó al convento de los carmelitas de Úbeda el 28 de septiembre de 1591 para «curar de unas calenturillas» causadas por la infección de cinco llagas en uno de sus pies. Lejos de sanar, empeoró hasta el punto de que el 14 de diciembre la cangrena acabó con la vida del fraile, que fue amortajado en una mesa que se conserva en el museo , al igual que la casulla con la que oficiaba la Eucaristía el patrón de los poetas de lengua española.

Varias reliquias del santo también se encuentran en el museo. Así, los dos dedos de la mano derecha con los que el doctor de la Iglesia impartía la bendición y una parte del fémur están dentro de una bella urna expuesta en una de las 12 salas del centro museístico, que recibió el año pasado 6.457 visitas, según los datos facilitados por un fraile de la orden, que destaca la relevancia de la cifra como evidencia de la devoción que suscita Juan de Yepes.

El museo de San Juan de la Cruz, que se inauguró en 1978 y se reformó en 2000, es un lugar clave, según la orden carmelita, para « acercarse a conocer esta gran figura universal del pensamiento y de la espiritualidad cristiana ». A través de la docena de salas el visitante lleva a cabo un recorrido por su vida y la doctrina del autor del Cántico Espiritual.

Una parte central del museo es la basílica. Se trata del primer templo levantado en honor de fray Juan de la Cruz . La orden lo define como «un precioso relicario, del más puro estilo barroco elaborado por artífices carmelitas, que alberga en el coro alto la celda en la que murió el santo padre y el sepulcro donde estuvo enterrado hasta 1593».

En otra sala, la quinta, se exponen en el antiguo antecoro diversas obras de arte (de Mena , de Mora ...) que representan plásticamente diversos aspectos de la rica espiritualidad de San Juan de la Cruz: la Encarnación , la Humanidad de Cristo … Asimismo se hace un recorrido por la vida del santo mediante grabados y pinturas.

La carta que investiga el experto, rubricada por San Juan de la Cruz como vicario provincial, un códice, los procesos de canonización y las ediciones de sus obras, desde la primera en 1618 hasta las actuales, componen una muestra de los ricos fondos de la biblioteca sanjuanista que atesora la comunidad en la sala XI del museo.

En la sala décima del museo se muestran los caminos recorridos por el místico en Castilla y Andalucía hasta morir en Úbeda, donde, según resalta la congregación carmelita, se hizo realidad el verso final de la primera estrofa de una de sus poesías mayores: ¡Oh llama de amor viva!/ que tiernamente hieres/ de mi alma el más profundo centro!/ Pues ya no eres esquiva/ acaba ya, si quieres;/ ¡rompe la tela de este dulce encuentro! ”.