El mejor olivo monumental de España está en Cazorla y tiene un tronco de más de siete metros de diámetro

Presentado al galardón del Oleotour Cazorla, el conocido como «Acebuche de las hoyas» es un árbol de siete metros y medio de diámetro (casi diez en la base), con una altura superior a los 15 metros y una proyección de copa de más de 130 metros cuadrados. Se puede apreciar en el paraje que le da nombre, el de «Las Hoyas», en La Iruela, accediendo a través de la carretera de Los Prados.

AEMO ha valorado que este ejemplar, situado en pleno corazón de la Sierra de Cazorla, es «un ejemplar único que, con un porte descomunal y majestuoso, irrumpe de la tierra a través de un inmenso tronco poblado de yemas centenarias que adivinan su buena salud».

El jurado ha valorado especialmente «su fenomenal porte y su forma singular, con un tronco que dibuja una estampa única, dado su inmenso perímetro, de 7,5 metros de longitud, y el gran número de venas paralelas y entrelazadas que bombean la savia hacia unas ramas principales que son también de gran diámetro y, por tanto, a las que se le adivinan también una edad centenaria. A su vez, estas gruesas ramas soportan una parte aérea muy poblada y de gran altura, lo que permite que cada campaña este olivo brinde una generosa producción de aceite de oliva».

Este olivo es propiedad de Juan Manuel Melero y vegeta en un paraje a apenas a diez minutos del municipio de Cazorla. Está integrado en la Ruta de Oleotur Cazorla, de forma que es visitable y se promocionan sus visitas desde este centro ubicado en la cooperativa de la localidad. Precisamente, el jurado también ha valorado el ímpetu e interés de su propietario en preservar su conservación y cuidado, y también el que permita y promueva que los visitantes disfruten de su gran estampa.

Además, basándose en trabajos previos de identificación, los expertos del jurado, pertenecientes al Instituto de Investigación Agraria y Pesquera (Ifapa), han afirmado que la parte aérea del 'Acebuche de Las Hoyas' corresponde a una variedad cultivada, puesto que en parajes cercanos se han encontrado otros ejemplares genéticamente idénticos, aunque existe la posibilidad de que el tronco corresponda a un acebuche sobre el cual se realizó el injerto con dicha variedad cultivada.

El auge del oleoturismo en Jaén se basa no sólo en los productos que se obtienen del olivo, sino en potenciar el singular paisaje que forman estos árboles. No en vano, los paisajes del olivar, a pesar de las dificultades que está encontrando su expediente, siguen aspirando a catalogarse como Patrimonio Mundial por la Unesco.