Un instituto de Jaén recrea edificios desaparecidos con impresión 3D y recuerdos de sus mayores
«Latidos de Piedra» es un ejemplo de cómo la tecnología puede ser una aliada de la historia, el patrimonio y la inclusión.
El pueblo que fue clave para la Reconquista está en Andalucía y lo crearon unos suizos
Jaén
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Iniciar sesión«Latidos de Piedra» es el nombre de una inspiradora iniciativa cultural y pedagógica impulsada por el IES Santo Reino, un centro educativo del municipio jiennense de Torredonjimeno que ha conjugado con excelentes resultados pasado, tecnología y patrimonio. «La iniciativa se llama Latidos de ... Piedra porque la memoria histórica quiere seguir latiendo en el corazón nuestra comunidad educativa, la memoria de nuestros mayores no puede perderse», explica a ABC Esther Aceituno, profesora coordinadora de la idea.
Su propósito ha sido tan ambicioso como exitoso: rescatar los edificios desaparecidos del casco antiguo de la localidad mediante maquetas realizadas con impresión 3D, reconstruyendo no solo estructuras físicas, sino también la memoria colectiva de todo un pueblo. Además, se trata de un proyecto integrador e inclusivo pensado para que todos los colectivos puedan acceder a la información, gran parte del trabajo se ha centrado en hacerlo accesible visual y auditivamente. Este aspecto les ha valido el reconocimiento de la última edición de la FANTEC, Feria de la Tecnología, que los ha premiado como la mejor aplicación educativa con impacto social.
No se trata solo de ver, sino de comprender y sentir. «Latidos de Piedra» es un gran ejemplo de cómo la tecnología puede ser una aliada de la historia, el patrimonio y la inclusión.
Este proyecto es mucho más que una actividad escolar, en él han participado distintas generaciones y distintas formas de ver la vida, creando una simbiosis entre recuerdos del pasado y herramientas del presente. De esta forma, 46 alumnos de 3º y 4º de Educación Secundaria, profesores y mayores del pueblo han trabajado, unos de forma activa y otros colaborando, para recrear con rigor histórico 16 edificios perdidos del municipio.
Los alumnos no solo se han formado técnicamente, también han realizado una labor de investigación profunda y rigurosa. Han buceado en archivos municipales, examinado fuentes bibliográficas y, seguramente, lo más valioso de todo el proyecto, han escuchado a sus mayores. Las historias contadas por abuelos y abuelas sobre cómo era el Torredonjimeno de su infancia, han sido vitales para completar la información de partes del pueblo que no existe en piedra, pero sí en anécdotas, historias personales y recuerdos. El edificio del extinto Banco Central, la cementera o el antiguo instituto han recobrado vida.
Para acometer la iniciativa ha sido necesaria, además, la interrelación entre distintas asignaturas y materias, incluso, entre diferentes cursos, 3º y 4 º de la ESO. En el área de Historia comenzaba el trabajo de recopilación de datos y estudio, en muchas ocasiones teniendo que recurrir al historiador del pueblo ante la ausencia de bibliografía o a sus mayores. Los bocetos y la información obtenida pasaban a la asignatura de Tecnología donde se abordaba la ejecución. Los alumnos de una clase completaban el trabajo de sus compañeros de la otra. «Ha sido un proceso sumamente enriquecedor, no solo han aprendido Historia o Tecnología, sino que han trabajado en muchos valores; el cooperativismo, trabajo en equipo, resolución de problemas», argumenta la coordinadora del proyecto.
Museo interactivo
El resultado es un museo interactivo e inclusivo donde se puede revivir el urbanismo y la arquitectura del pueblo tal como era antaño. Las maquetas, elaboradas con precisión gracias al dominio del diseño 3D por parte del alumnado, están acompañadas de paneles multimedia e interactivos que explican la evolución histórica de cada edificio. Las maquetas y exposiciones incorporan elementos realizados con corte láser y herramienta tecnológicas para facilitar una experiencia dinámica. La información se ofrece en múltiples formatos -oral, lengua de signos, pictogramas y sistema Braille- garantizando que todas las personas, con independencia de sus capacidades, puedan acceder al conocimiento y disfrutar de la experiencia.
El proyecto no solo ha permitido recuperar visualmente un patrimonio que se creía perdido, sino que ha dado voz a quienes lo vivieron y ha enseñado a los más jóvenes a valorar y preservar la historia de su pueblo. Con Latidos de Piedra, el IES Santo Reino no solo ha creado un museo, sino un puente entre generaciones y un modelo educativo que demuestra cómo se puede enseñar historia haciendo historia.
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