La Fiscalía mantiene la acusación contra un padre en Jaén pese a que su hija niega haber sido violada
El Ministerio Público pide 34 años de cárcel por dos delitos de agresión sexual y uno de abusos, mientras la joven sostiene que denunció presionada por su madre y una familiar
Absuelto un hombre en Jaén acusado de agresión sexual a una niña de 4 años porque el relato de la menor «no es consistente»
Jaén
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl caso que se juzga en la Audiencia Provincial de Jaén ha colocado al tribunal ante uno de los escenarios más complejos y delicados que pueden darse en un proceso penal: una víctima que se retracta, un acusado que niega los hechos y un ... equipo de psicólogas que avala la veracidad del testimonio inicial. En el centro de todo, un padre acusado de violar a su hija cuando tenía diez años y una hija que niega haber sido víctima de ningún abuso.
La Audiencia Provincial de Jaén ha dejado visto para sentencia el juicio contra un hombre acusado de violar y abusar sexualmente de su hija. Aunque la joven, que hoy tiene 18, ha negado los hechos y ha asegurado que denunció «presionada» por su madre y una tía, la Fiscalía ha mantenido su acusación y la petición de 34 años de prisión.
Según el relato del Ministerio Público, los hechos se produjeron en marzo de 2017, cuando el acusado presuntamente agredió sexualmente a la menor con la excusa de explicarle cuestiones sobre la reproducción. Dos años después se habría repetido la violación y, entre ambos episodios, el hombre habría realizado tocamientos a la niña, advirtiéndole que no contara nada «o le pegaría y no volvería a ver a su madre».
Durante la vista, el acusado negó todos los cargos. Afirmó que la denuncia fue fruto de una manipulación por parte de su exmujer y de una cuñada, con quienes mantiene una relación conflictiva desde el divorcio. «Soy incapaz de hacer eso. Me están acusando injustamente, quieren hundirme a toda costa», declaró ante el tribunal, negando además haber escrito los mensajes en redes sociales y las conversaciones atribuidas a él en la investigación.
La joven, que entonces tenía diez años, se retractó de su testimonio inicial y defendió la inocencia de su padre. Dijo que todo fue «mentira» y que denunció porque se sintió «presionada» por su madre y una familiar. «Llevaba años viviendo una mentira y no quería vivirla más», aseguró entre lágrimas, expresando su deseo de «poder abrazar» a su padre, algo que no puede hacer debido a la orden de alejamiento aún en vigor. En octubre de 2024 ya había solicitado la retirada formal de la denuncia.
A pesar de este cambio de versión, la Fiscalía mantuvo la acusación al considerar que el testimonio inicial de la menor fue creíble y consistente. En este punto, las psicólogas de la Fundación Márgenes y Vínculos, que evaluaron a la niña tras la denuncia, ratificaron sus informes periciales y explicaron que la menor cumplía 13 de los 19 indicadores de credibilidad.
Las especialistas sostuvieron que no hallaron signos de manipulación y recordaron que es frecuente que las víctimas de abusos sexuales infantiles se retracten con el paso del tiempo. Se trata del llamado síndrome de acomodación al abuso, un mecanismo psicológico mediante el cual la víctima puede negar lo ocurrido para mitigar el conflicto o restablecer la relación con el agresor.
El caso se originó después de que la madre de la niña encontrara en su tablet una conversación que interpretó como prueba de los abusos. Durante su declaración, reconoció que «sabía que pasaban cosas feas» entre padre e hija, aunque no denunció hasta que una cuñada le mostró los mensajes. La joven declaró que actualmente no mantiene relación con su madre.
El Ministerio Fiscal acusa al procesado de dos delitos de agresión sexual y uno continuado de abusos sexuales, por los que solicita 34 años de prisión, además de 24 años de libertad vigilada y otros 24 de prohibición de acercarse o comunicarse con su hija. También pide 15 años de inhabilitación para trabajar con menores y una indemnización de 30.000 euros por daños morales.
La defensa pidió la absolución, argumentando que la denunciante ha negado los hechos y que no existen pruebas materiales que respalden la acusación.
El tribunal deberá decidir ahora si da mayor credibilidad al testimonio inicial de la menor, avalado por los peritajes psicológicos, o a la versión actual de la joven, que asegura que todo fue una denuncia falsa.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete