La inmigración, la crisis de los aranceles y la sanidad andaluza copan el pleno del Parlamento

De esta forma, la medida jurídica se fundamenta en una respuesta al «atropello burdo del independentismo catalán», como respondió Moreno a una pregunta lanzada por el portavoz del Grupo Mixto-Adelante Andalucía, José Ignacio García. Para el presidente andaluz resultaba incomprensible que «un señor que está a más de 2.000 kilómetros de Andalucía decida los designios» de la región.

De hecho, el propio Moreno preguntó a García si «ve progresista al señor Puigdemont (...) como los señores socialistas». No fue la única crítica al abrazo de posturas por parte de Adelante Andalucía. El líder popular afeó que García esté centrado en desalojarle de San Telmo «sumándose a una candidata vicepresidenta —en alusión a María Jesús Montero— que negocia con Junts todas las sesiones en contra de Andalucía».

En ese sentido, también criticó que la ministra de Hacienda «cogiera una pancarta» el pasado sábado en favor de un sistema sanitario público lastrado por la gestión previa de la propia Montero como consejera, cuando «recortó 1.500 millones de euros».

Sin embargo, agregó el presidente, ahora «usa y monopoliza una manifestación que no le corresponde, que no es suya, llevando autobuses y llevando decenas de militantes». Las rotundas palabras del mandatario formaron parte del pulso dialéctico mantenido con la portavoz del Grupo Socialista, María Márquez, que le recordó que las protestas vividas el pasado fin de semana fueron «la manifestación más multitudinaria desde que es presidente de la Junta».

Márquez le acusó de mentir «cuando dijo que no iba a despedir a ningún profesional sanitario» y «cuando dijo que le iba a hacer a los sanitarios contratos de más de seis meses». También restó credibilidad al plan de las 72 horas que trata de reubicar consultas médicas cuando no hay huecos en la agenda.

Del mismo modo, la portavoz de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, aprovechó la actualidad de las protestas sanitarias para volver a sacar a relucir los contratos del SAS, pese a que la justicia ha tumbado en varias ocasiones las sospechas de fraude.

«No pueden tapar con márketing ni la indignación de la calle ni los imputados», recalcó Nieto, que también atacó a Moreno por el reciente vídeo en el colegio de Jaén: «Claro, los niños por la mañana se acuerdan de usted...Los que se acuerdan de usted por la mañana son sus padres cuando piden una cita en el centro de salud y no la hay».

Por su parte, Moreno se mostró sorprendido de que «hable de corrupción cuando en pleno corazón de su Gobierno —PSOE y Sumar—, están pasando cosas muy graves», en relación al Caso Ábalos. Algo a su juicio indefendible desde la postura feminista que define a Nieto.

También se caldearon los ánimos en torno al tema de la semana, los vaivenes en la política arancelaria que los Estados Unidos de Donald Trump pretenden imponer al resto de países y en el que España, y muy especialmente Andalucía, resultaría afectada.

Moreno no dudó en trasladar al portavoz de Vox en el Parlamento, Manuel Gavira, que estos gravámenes son «claramente lesivos para los intereses de los agricultores y ganaderos andaluces».

Lo hizo por el acercamiento que Santiago Abascal ha mostrado en las últimas semanas hacia el planteamiento de EE.UU. y que, en el caso andaluz, les ha llevado a «culpar a todo el mundo y no tener la valentía para decir de una manera clara y contundente que lo que está haciendo la administración norteamericana es un gravísimo error».

Gavira le replicó asegurando que «las mayores protestas que hemos tenido en nuestra nación en los últimos años han estado protagonizadas por nuestro sector primario» y «las tractoradas que veíamos en las calles no eran contra los aranceles de Trump, sino contra el Pacto Verde, contra la Agenda 2030 y contra todos esas políticas que pactan socialistas y populares en Bruselas».

De esta forma, Moreno concluyó pidiendo a la formación verde que «ya que tienen mucha influencia con el actual mandatario en Estados Unidos, ejerzan esa influencia y mañana mismo cojan un vuelo a Washington para pedir que nos quiten los aranceles a los andaluces y españoles y entonces yo les reconoceré que están con Andalucía y con España».