La Sierra de Aracena se muere de sed pese a contar con dos pantanos
Los habitantes de 15 localidades de esta comarca de Huelva sufren ya restricciones de agua de madrugada
La zona se abastece de acuíferos subterráneos que se están secando porque ambos embalses surten a Sevilla
Imagen del pantano de Aracena tomada a principios de agosto
La sequía amenaza al Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, una joya medioambiental situada al norte de la provincia de Huelva en la que viven en torno a 38.000 personas, una cifra que aumenta en verano. En este ... rincón de Andalucía son ya muchas las localidades que llevan semanas con restricciones de suministro de agua y la lista no para de crecer. A Aracena, Cala, Santa Olalla del Cala, Higuera de la Sierra, Puerto Moral, Valdezufre, La Umbría, Jabuguillo, Cumbres Mayores, Cortelazor, Aroche, Mina Concepción y Zufre se sumaron este viernes Los Marines y El Repilado, según confirmó a ABC la empresa concesionaria del servicio de suministro, Giahsa.
La tensión hídrica que sufre la Sierra de Aracena es toda una paradoja si se tiene en cuenta que tiene dos embalses importantes, los de Aracena y Zufre, aunque el agua de ambos pantanos no llega a la sierra sino que surte a Sevilla y a su área metropolitana, donde no hay ninguna restricción al consumo, todo un despropósito para los habitantes de esta parte de Huelva. Según la web de la Empresa Municipal de Aguas de Sevilla (Emasesa), el pantano de Aracena estaba ayer al 21,4% de su capacidad y el de Zufre al 11,4%.
La Sierra de Aracena se nutre de acuíferos subterráneos y la falta de lluvias y la sobreexplotación de los mismos ha secado ya algunos. No hay infraestructura que conecte estos municipios con ambos pantanos aunque sí una asignatura pendiente que se eterniza en el tiempo y que solucionaría el problema. Se trata del Anillo Hídrico de la Sierra de Aracena, un ambicioso proyecto que los habitantes de la zona esperan, y nunca mejor dicho, como agua de mayo. El embalse de Aracena puede surtir perfectamente a esta comarca sin que ello afecte a los de Sevilla.
El alcalde de Aracena, Manuel Guerra (PSOE), reconoce esta paradoja en una sierra tradicionalmente rica en agua por la pluviometría, sus acuíferos y por tener dos embalses «que se construyeron hace décadas pero para llevarse el agua fuera».
Llamada a la tranquilidad
El regidor recordó que ya el verano pasado comenzaron los problemas «y se actuó. Lo resolvimos con un pozo. Ahora se ejecuta la fase 1 del proyecto conocido como Anillo Hídrico, que consiste en la interconexión de el depósito de aguas de Aracena con la red que llega hasta Corteconcepción y con un nuevo pozo en el Molino del Bombo, en la zona de la Fuente del Rey. Con la llegada del verano comenzamos a tener problemas por el aumento del consumo y la subida de las temperaturas. El depósito se estaba empezando a vaciar porque recibía menos agua de los pozos que nos abastecían de la que salía. De ahí las restricciones. Hace aproximadamente un mes, aunque la fase 1 del Anillo Hídrico no ha terminado, la instalación del pozo del Molino del Bombo se agilizó y como la red ya estaba hecha se empezó a sacar agua de ahí. A partir de este momento Aracena ha dejado tener problemas de suministro, que está garantizado, pese a lo cual hemos mantenido los cortes por responsabilidad. Son de madrugada y el perjuicio para la población es mínimo. El agua es un recurso escaso y debemos tomar conciencia y hacer un uso responsable. Por otra parte, supone también un ahorro».
Eso sí, Guerra reconoce que el uso de estos pozos no es la solución: «El agua de pozos es imprevisible y supone además un impacto ecológico. El uso del pozo de Fuente del Castaño, que ha venido abasteciéndonos durante décadas, ha hecho que el arroyo de Castañueño no lleve agua en época de sequía como la que atravesamos. Nosotros seguimos demandando lo que entendemos que sería la solución definitiva e idónea, que no es otra que la ejecución de la fase 3 del Anillo Hídrico. Consiste en la captación de agua del pantano de Aracena, la construcción de una planta potabilizadora y la conexión de la misma con las redes de Aracena y su entorno. Eso luego se podría extender al resto de municipios de la comarca. El consumo que necesitan los pueblos de la Sierra de Aracena es mínimo en comparación con la capacidad del embalse, es decir, no supondría una merma importante ni afectaría al abastecimiento en Sevilla. Si el pantano se secara se podría extraer agua de la reserva natural de los pozos».
Por ello, aseguró que se está «presionando» a la Junta de Andalucía para que agilice las licitaciones de los proyectos pendientes del Anillo Hídrico.
Movilización ciudadana
El hartazgo de los habitantes de la zona por la sobreexplotación de los acuíferos dio lugar en 2020 a la creación de una plataforma cívica que el año pasado movilizó a centenares de personas para exigir que no se sacara agua del pozo del Molino del Bombo. Una vez que esto se ha consumado, algunos de sus integrantes acaban de crear el Movimiento Por una Sierra Con Agua. «Los pozos se están agotando, las fuentes secando, desaparecen los arroyos y hay restricciones de agua en casi todos los pueblos. Los habitantes de la sierra dependemos al 100% de las aguas subterráneas, un recurso limitado, y el agotamiento de los acuíferos es ya una realidad. Mientras no tengamos agua del pantano nuestra tierra se secará más y más cada año, y menos agua supone menos agricultura, menos naturaleza, menos turismo, menos hostelería, menos trabajo y, al final, menos vida en los pueblos. El pantano tiene suficiente agua para abastecer a toda la sierra pero, por ahora, suministra sólo a Sevilla, donde no hay restricciones de agua. Existe un proyecto para la captación de agua del pantano pero las obras no han comenzado. ¡Hagamos que todos los pueblos serranos caminen juntos para traernos el agua del pantano!», se argumenta desde esta organización cívica.
Susana Gómez es una de sus portavoces. En declaraciones a ABC, aseguró que hace años se consiguió una dotación de 5 hectómetros cúbicos al año del pantano de Aracena para la sierra. «Eso da de sobra para nuestra zona. Giahsa redactó por la vía de urgencia el proyecto de captación de agua del embalse y la Junta lo tiene en fase de licitación. El plazo estimado es que la obra no estará lista en menos de tres años y nuestro objetivo es que la Junta lo ejecute por la vía de urgencia y que las obras estén listas en dos años. No sabemos cuándo se terminará el agua de los pozos y hay que actuar con la máxima celeridad posible».
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