Con el trasvase de agua al entorno de Doñana se cerrarían 1.500 pozos de los agricultores
Huelva podría multiplicar casi seis veces el consumo actual, de 264 hectómetros cúbicos a 1.500
Las obras pendientes del Gobierno costarían unos 300 millones de euros; sólo el sector de los frutos rojos exporta más de mil millones al año
«Esto es muy fácil de entender», sostiene con la perspicacia y sabiduría que otorgan muchos años cultivando su tierra un agricultor curtido en años y que prefiere mantener el anonimato por la campaña desatada contra ellos por la sequía en Doñana: «¿Usted qué ... prefiere tener en su casa, agua corriente asegurada todo el año o tener que ir a buscarla a un pozo?» . «Nosotros no estamos robando el agua a nadie, en cuanto la recibamos por arriba cerramos todos los pozos», argumenta.
Esa misma idea la ratifica el presidente de la Plataforma en Defensa de los Regadíos del Condado de Huelva, Romualdo Macías. «Si el Gobierno Central cumple con el decreto ley que aprobó por vía de urgencia en 2018 y se hace el trasvase de los ríos Tinto, Odiel y Piedras, tendríamos agua superficial más que suficiente y cerraríamos 1.500 pozos», afirma Macías. No todas las extracciones son ilegales porque muchas tienen sus papeles en regla. «Los agricultores prefieren tener recursos seguros y pagar el canon correspondiente por su uso», explica a este periódico una de las voces que más ha luchado en la provincia para que se regularicen 800 hectáreas donde más de 2.000 familias cultivan los frutos rojos en pequeñas parcelas.
Que Huelva tiene agua para todos pero no en el sitio adecuado por falta de infraestructuras hídricas, es el clamor de los pueblos donde se cultiva el 80 por ciento de las fresas, frambuesas, arándanos y moras: Moguer, Lucena del Puerto, Bonares, Rociana y Almonte.
Juan Manuel Ponce García es ingeniero agrícola y gerente de Ceres Rural. Esta empresa, compuesta por licenciados en ingenierías de Caminos, Canales y Puertos, Agrónomos, Montes, Industriales, Telecomunicaciones, etc., tiene su mayor actividad en Huelva, pero trabaja por toda España. Su principal actividad es aplicar la tecnología al mundo rural en proyectos de regadíos, balsas y embalses.
Desde Ceres Rural acaban de realizar un estudio donde demuestran que si se llevaran a cabo las obras pendientes y las que están paradas desde que se aprobaron en 2018, la provincia de Huelva multiplicaría por casi seis veces los recursos actuales que consume, pasando de 264 hectómetros cúbicos a más de 1.500. Sería algo tan sencillo como trasvasar agua del noroeste de la provincia al sur. Actualmente, la cuenca hidrográfica de los ríos Tinto, Odiel y Piedras se encuentra al 74,2% de su capacidad y eso que llevamos cinco años consecutivos de sequía. Es la tercera cuenca con más agua de España, sólo superada por el 82,2% del Cantábrico oriental y el 95,2% de la interna del País Vasco. La del Guadalquivir, que ha decretado el estado de sequía, apenas roza el 28,5%.
Plan Hidrológico
Para Ponce García, según los datos del Plan Hidrológico del tercer ciclo de planificación 2021-2027, «las principales infraestructuras hidráulicas que dotan a la provincia, si se acabaran las obras, alcanzarían los 1.523,3 hectómetros cúbicos». El desglose de los embalses sería como sigue: Andévalo (634,4); Alcolea (346) ; Chanza (341,4); Piedras (59,5); Sancho (58), Jarrama (43); Olivargas (29) y Los Machos, con 12 hm3.
A esto habría que unirle los recursos extraídos de Bocachanza en la frontera lusa. De los 75 hm3 al año de ahora —según el Convenio de Albufeira firmado entre España y Portugal—, podrían ampliarse a 150 aprobados en el vigente Plan Hidrológico Nacional. Esto garantizaría aún más la seguridad del sistema. El consumo actual de agua en Huelva se cifra en torno a 264 hm3, de los cuales 49,4 son para consumo humano, 170,4 para la agricultura y 43,9 de uso industrial.
El actual Túnel de San Silvestre, de unos 8 kilómetros de longitud, es una obra de más de 50 años de construcción, sin posibilidad de mantenimiento y cuyas dimensiones se han quedado pequeñas
«Desde que se aprobó la Ley 10/2018 para trasvasar 19,99 hectómetros cúbicos de agua desde el Tinto, Odiel y Piedras a la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir, las obras pendientes lastran el decreto», apunta el gerente de Ceres Rural. «En primer lugar —continúa Ponce García—, estaría la duplicación del Túnel de San Silvestre. El actual, de unos 8 kilómetros de longitud, es una obra de más de 50 años de construcción, sin posibilidad de mantenimiento y cuyas dimensiones se han quedado pequeñas para poder conducir las aguas. Se ha convertido en un auténtico cuello de botella, que podría dejar sin agua al 90% de los usuarios de la provincia, debido a un accidente o colapso. Tiene un presupuesto de 66,6 millones de euros».
«Luego habría que terminar la presa de Alcolea . Iniciada en 2015 se paralizó dos años después. No se ha vuelto a licitar. A esta obra clave están destinados 232 millones de euros», explica el ingeniero agrícola. «La construcción de esta presa, —continúa Ponce— , acabaría además con el problema de los lixiviados de la cuenca minera. Estos son unos residuos tóxicos de los minerales que pasan al agua y son muy difíciles de eliminar. Sin embargo, el agua embalsada mediante una reacción natural hace que desaparezcan como ha pasado más arriba en la presa de Olivarga ». «Por último, nos encontraríamos con el canal de Trigueros, definido por el propio Gobierno central en la web del Ministerio de Transición Ecológica como el cauce para «asegurar el transporte de los recursos hidráulicos regulados en el río Odiel mediante la presa de Alcolea». El proyecto estaría en torno a 1,1 millón, pero falta la licitación», concluye el directivo de Ceres.
Si sumamos el costo de las tres grandes obras pendientes estamos hablando de poco más de 300 millones de euros. Sólo el sector de los frutos rojos exporta por valor de más de mil millones de euros cada año y da trabajo de forma directa a más de cien mil personas, 80.000 más con los indirectos.
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