Una ordenanza del Ayuntamiento de Hinojos acaba con una tradición de más de cinco siglos de historia

Los ganaderos almonteños decidieron a última hora del día de ayer no celebrar el acontecimiento correspondiente a la edición de 2016 tras meses de pugna por los perjuicios ocasionados por una ordenanza que no sólo disminuye el número de cabezas de ganado que pastan en la finca propiedad del Ayuntamiento de Hinojos, sino que además incrementa el precio de los pastos para los criadores que no pertenezcan al municipio hinojero.

La decisión fue tomada en una asamblea extraordinaria celebrada en la que se propuso a los socios como único punto del orden del día decidir si se celebraría o no la Saca de las Yeguas. Con un total de 123 votos en contra y 65 a favor , la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño decidió interrumpir por primera vez en 511 años una tradición que trasciende lo ganadero para adentrarse en terreno de lo etnográfico.

«Esta decisión no es fruto de una situación sobrevenida», explica Gregorio Maraver , presidente de los ganaderos almonteños. «Es la gota que ha colmado el vaso por la presión constante que la reglamentación del Espacio Natural de Doñana ejerce sobre los ganaderos almonteños. Nos están estrangulando», lamenta Maraver.

El presidente de la asociación reconoce sentir «pena porque se rompa una tradición de siglos de historia», pero explica que «la gente ha preferido castigarse a sí misma para que la sociedad entienda la situación de los criadores». «No tenemos herramientas para frenar la asfixia constante de la reglamentación del espacio», justifica la decisión tomada el representante almonteño.

La «gota» de la que habla Maraver es la ordenanza reguladora de la Marisma Gallega emitida por el Ayuntamiento de Hinojos, que obliga a los ganaderos almonteños a sacar 110 cabezas de ganado de esa finca, y que además incrementa los precios del pasto de 50 a 89 euros por las cabezas de ganado que queden allí. «La gente tiene que entender que los ganaderos almonteños no obtenemos beneficios económicos de la cría caballar, sino que mantenemos la actividad para preservar una raza en peligro de extinción y un legado centenario» explica el presidente de la asociación.

Ante esta situación, la Asociación Nacional de Criadores de Ganado de Marismeño solicitó el pasado 14 de marzo a la dirección del Espacio Natural de Doñana que habilitara una finca como solución a la problemática suscitada por la ordenanza hinojera. Sin embargo, el Parque Nacional comunicó tan sólo 15 días después que «la normativa vigente impide satisfacer su demanda» e insta a que «dado que el ganado es de su propiedad, busque usted una finca donde trasladar a sus animales y así satisfacer su demanda y necesidad».

La asociación confía en que las instituciones con competencias en la materia reaccionen dando una solución al problema y eviten así que el próximo 26 de junio sea el único sin Saca de las Yeguas desde 1504.