Coronas de sentimiento a los pies de la Señora

Era parte de la ceremonia de entrega de la corona por las hermandades filiales, no filiales y las asociaciones rocieras que han participado en el proyecto, que vivía uno de sus momentos más emotivos en El Real del Rocío, justo a los pies del monumento a la Coronación Canónica, dónde un grupo de tamborileros interpretó el himno del Centenario de la Coronación compuesto por Rafael González Serna . La ceremonia continuaba en el Santuario Nacional en cuya puerta, abierta de par en par para la ocasión, recibían a sus representantes con un cariñoso abrazo el presidente de la Matriz y otros miembros de la hermandad almonteña , el rector del Santuario y el vicario parroquial de la Villa.

Tras el recibimiento, los hermanos recorrían el pasillo hasta el altar acompañados por un Ave María entonado por la Coral de Sanlúcar de Barrameda y el Coro de la Hermandad Matriz de Almonte , para ocupar más tarde su lugar a izquierda y derecha del mismo seguidos por los miembros de la Matriz y la corona, portada por cuatro hombres que la elevaron para que pudiera ser contemplada por la multitud que atestaba el templo justo antes de ser entregada al padre Francisco Jesús Martín Sirgo , visiblemente emocionado al participar de un momento histórico para la devoción rociera.

Con idéntico ceremonial, primero la del Niño, elaborada por iniciativa de la Hermandad Matriz de Alm onte y luego la de su Divina Madre, producto de la devoción y la solidaridad de tantos rocieros a lo largo y ancho de España, ambas preseas fueron depositadas por el rector en el altar frente a la Virgen del Rocío, al tiempo que el Santuario estallaba en aplausos .

No ha sido empresa fácil. Luis Fernando Morián , presidente de la Comisión de las Hermandades y Asociaciones, señalaba con un punto de amargura que no todas las hermandades se han unido finalmente al proyecto y que las que sí lo han hecho han debido hacer grandes esfuerzos para alcanzar el objetivo. Tras explicar todo el proceso y antes de iniciar un nutrido listado de agradecimientos, se detuvo en el proyecto de obra social que la elaboración de la corona lleva aparejado: la apertura de una unidad oncológica para adolescentes en el Hospital Virgen del Rocío en el plazo de dos años .

Especialmente alabados por todos los intervinientes, los hermanos Delgado, orfebres sevillanos ejecutores de las joyas , en cuyo nombre se dirigió a la concurrencia José Delgado López , quien describió la corona como una «ofrenda de amor convertida en corona hecha de sentimientos y agradecimientos». «¡Cuántos favores nos hace diariamente la Señora!», exclamó el orfebre antes de confesar el duro trabajo, las intensas jornadas que han hecho falta para poder entregar a tiempo una «corona de amor hecha con los cinceles del alma». «Te damos gracias, Señora, postrados a tus pies, por habernos guiado en todo momento y habernos dado fuerzas», aseguraba. Al finalizar su intervención sus hermanos subían al presbiterio y se fundían en un efusivo abrazo .

El presidente de la Hermandad Matriz, Juan Ignacio Reales , que vivió ayer un día cargado de emociones, fue breve pero no quiso dejar de apreciar que «esta magnífica nueva corona es todo un tesoro, por su valor artístico, por la calidad de sus materiales, por su soberbia ejecución, pero, sobre todo, porque como aquella otra de 1919, se ha realizado íntegramente con las aportaciones y donaciones de las hermandades y asociaciones del Rocío y particulares que han querido participar», como muchos almonteños que han depositado en la Matriz sus fragmentos de oro. Igualmente elogió la labor «constante, difícil y callada de un grupo de hombres y mujeres que en nombre de todos nosotros formaron la comisión que en los últimos dos años ha llevado a cabo un trabajo intenso por su amor y devoción a la Virgen» al tiempo que advirtió que «este proyecto es todavía más bello porque va unido a esa gran y preciosa obra social».

Tras entonar el coro las famosas sevillanas escritas hace un siglo por el artífice de la Coronación, el canónigo Muñoz y Pabón , el rector del Santuario, asistido por el vicario parroquial de Almonte, procedieron a la bendición de las coronas con un hisopo realizado, como hace 100 años, con hojas de eucalipto negro traído para la ocasión desde el mismísimo corazón de Doñana , desde donde reina la Blanca Paloma para miles de devotos que, como señaló el presidente de la comisión, podrán reconocer en los brillos de la nueva corona las ofrendas, los sentimientos y recuerdos de «muchos rocieros de hoy, de mañana y del ayer», historias como la prueba de superación del presidente de la Hermandad de San Sebastián de los Reyes y su familia tras perder a su primogénito; la de Rodolfo Romero , que se rindió ante la Blanca Paloma cuando un sábado del Rocío consiguió el corazón que precisaba para seguir viviendo y que había pertenecido hasta ese instante a una devota fallecida en un accidente de camino a la aldea o la del joven Javier Herrezuelo , muy devoto y fallecido de forma prematura, cuyo testimonio de vida y fe queda hoy en la corona gracias al compromiso y la generosidad de sus familiares.