Santa María de la Alhambra: La Virgen por la que Lorca anduvo Granada descalzo

Federico García Lorca fue hermano de la cofradía. En la primera estación de penitencia de la hermandad, que tuvo lugar en 1929, Lorca decidió salir en procesión. De hecho, fue el encargado de llevar la Cruz de Guía de Santa María de la Alhambra.

El poeta y dramaturgo solicitó con antelación su deseo de salir como penitente. Su petición fue atendida, pero había dos problemas: no era cofrade ni tenía el traje reglamentario de la cofradía, lo que iba en contra de las normas. No obstante, encontraron una solución. Lorca, que ya era muy conocido, fue descalzo y con la cara cubierta por Granada delante de la Virgen a las Angustias para cumplir una promesa.

El poeta tramitó la petición de forma anónima y no fue hasta que llegó a la sacristía cuando los hermanos descubrieron que saldría con ellos en la estación de penitencia. Poco después, el 20 de mayo de 1929, García Lorca firmó el boletín de inscripción en dicha Cofradía de Santa María de la Alhambra. Desde ese momento pagaría una cuota de una peseta al mes.

Como el poeta, son muchos los granadinos que le rinden devoción. La imagen de Nuestra Señora de las Angustias de Santa María de la Alhambra salió de la gubia de Torcuato Ruiz del Peral entre los años 1750 y 1773. El grupo escultórico representa a la Madre sentada a los pies de la cruz, con el cuerpo inerte de su Hijo en el regazo. La Virgen aparece cubierta con un gran manto azul, con la cabeza inclinada y ligeramente girada hacia la derecha, mirando a Cristo, al que recoge en su regazo.

El paso está inspirado en el Patio de los Leones de la Alhambra. Con cuatro faroles en las esquinas y realizado en plata por Indalecio Ventura en 1931, es una obra maestra que incluye una reproducción del Patio de los Leones, con 136 columnas, las mismas que posee el original en la Alhambra. Esta singularidad confiere al paso un carácter único y un simbolismo profundo que conecta la procesión con el legado histórico y cultural de Granada.

Ante Ella, Granada reza. La procesión se esperaba este año, después de que la lluvia obligara a cancelarla el año pasado. Además, la previsión meteorológica para este sábado había amenazado también en las horas previas. «Hemos rezado mucho y aquí está Santa María de la Alhambra reuniéndose con su gente en la calle», comentó a ABC Salvadora, una granadina que, junto a su marido, intenta acudir cada año a la estación de penitencia. «Venimos a verla siempre que podemos. Es un privilegio. Somos muy afortunados de poder disfrutarlo... No hay nada igual», añadió la mujer.

Entre nubes y claros, la cruz de guía salió puntualmente a las 17.00 horas desde la Iglesia de Santa María de la Alhambra, ubicada en el corazón de este recinto amurallado. Poco después, sobre las 17.20 horas, los costaleros han sacado el paso.

Uno de los momentos más destacados de la jornada volvió a ser la salida del paso desde la Puerta de la Justicia, una de las entradas más complicadas del monumento debido a su estrechez y sus curvas, que se ejecuta mientras la campana de la Torre de la Vela repicaba de lejos anunciado que María con su Hijo en el regazo está en la calle.

Los numerosos nazarenos, ataviados con túnicas de terciopelo morado, capirotes y portando sus cirios, crean una estampa de recogimiento para los miles de fieles que se congregan en las calles de Granada para rezar a la Virgen de las Angustias. Y la procesión conmueve, también, a los turistas que se acercan para disfrutar de la procesión. «Estoy muy sorprendido. No conocía estos desfiles. Es muy conmovedor», relató a ABC Ryan, un británico que conoció en la Alhambra la Semana Santa de Andalucía.