La Universidad de Granada acomete el más importante estudio de la historia sobre el acento andaluz
Analiza la manera de hablar de 500 municipios con el objetivo de completar un Atlas Lingüístico que recoja todas las variantes
Sustituirá al que se hizo en 1973, será mucho más completo porque entonces se estudió el habla de 230 pueblos y tiene la ventaja añadida de ser interactivo
El 28 de febrero y la identidad lingüística andaluza

La RAE define el andaluz como «la variedad del español que se habla en Andalucía», y aunque en esencia eso es cierto, porque hay rasgos en común entre las ocho provincias, también es obvio que no se habla el mismo andaluz en Almería que en Huelva.
Además de que los hay que lo hablan especialmente cerrado, en algunas zonas se recurre al ceceo y en otras al seseo -ocurrió en un pueblo de Córdoba que un hombre preguntó si se podía aparcar en el barrio y el interpelado contestó: «Sinoesonasusi«, lo que viene a significar »Si no es zona azul, sí«.
Peo es que en sitios Málaga, Cádiz o Granada tira más el heheo, que consiste en pronunciar la s y la z como una hache aspirada. Un ejemplo, igual de verídico que el anterior, es el de los chicos que acudieron a un restaurante italiano y pidieron «una piha hihiliana«. Dicho de otro modo: una pizza siciliana.
Por eso mismo, porque, exagerando un poco, hay casi tantas variantes del andaluz como personas viven en la comunidad autónoma, la Universidad de Granada (UGR) se propone hacer un Atlas Lingüístico, un proyecto de investigación que intenta describir el acento de nada menos que 500 municipios andaluces.
La investigación la lidera el profesor Alfredo Herrero de Haro y se tiene por el estudio más completo que se ha hecho hasta ahora sobre el andaluz. Que por cierto no es una lengua muerta sino que varía casi continuamente. El estudio, de hecho, quiere determinar qué cambios ha experimentado en los últimos 70 años.
El proyecto, desarrollado con fondos de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, llega en un momento clave, según la UGR, ya que en 2023 se celebran 50 años desde que un equipo de esa institución académica publicara en 1973 el último tomo del 'Atlas Lingüístico y Etnográfico de Andalucía'. El nuevo proyecto, 'Atlas Lingüístico Interactivo de los Acentos de Andalucía' se puede considerar como una actualización y extensión de ese trabajo, aunque es aún más ambicioso porque entonces se estudiaron 230 municipios.
Ejemplos de palabras en cada pueblo
«Además de incorporar innovaciones metodológicas en cuanto al uso de programas informáticos y estadísticos para el análisis del habla, la visualización de los datos, mediante una serie de mapas interactivos, también es algo novedoso«, indican desde la Universidad, donde destacan que, gracias al atlas, los usuarios »serán capaces de elegir un fenómeno lingüístico como el seseo o el ceceo y verán cómo se distribuye a través de Andalucía«. Asimismo, podrán escuchar ejemplos de una serie de palabras con el acento de cada pueblo estudiado.
Aunque el volumen del primer atlas no se publicó hasta 1973, en realidad sus datos se recogieron entre 1953 y 1958, de una muestra de participantes que tenía unos 50 años de media. La comparación con los del atlas actual «nos permitirá saber cómo han cambiado los acentos dentro de Andalucía en esos 70 años. La Andalucía de hoy es muy distinta y toca investigar si el acento también lo es. Aunque sí es verdad que algunos rasgos fonéticos parecen haberse reducido en cuanto a su extensión geográfica y social, otros siguen teniendo gran vitalidad. Estos cambios son importantes para entender no solamente cómo ha evolucionado el acento de Andalucía, sino también para entender la evolución fonética de otras lenguas», inciden los responsables del estudio.
El estudio puede explicar algunos cambios fonéticos que se han dado en otras lenguas. La tendencia a suprimir las consonantes a finales de sílaba, general en las lenguas del mundo, desencadena una serie de procesos fonéticos en Andalucía, de los que algunos se extienden por toda la comunidad autónoma mientras que otros están más restringidos en espacio.
La primera fase de recogida de datos se está llevando a cabo de manera remota mediante una entrevista oral a la cual los participantes acceden mediante un dispositivo móvil y nombran los objetos que salen en la pantalla. Una fase posterior conllevará viajar para recoger muestras de aquellas zonas para las que falten datos. El Atlas Lingüístico Interactivo espera analizar el habla de dos hombres y dos mujeres por localidad, mientras que el de1973 estudiaba casi exclusivamente el de un hombre por municipio.
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