Un «nuevo» palacio emerge del subsuelo de la Alhambra
Los resultados de la excavación arqueológica en el jardín de la Alamedilla dan luz sobre cómo se urbanizó el recinto hace siglos

Cada paso en una ciudad como Granada contiene, a pocos metros bajo tierra, una pisada sobre la historia. El amplio legado de cada una de las civilizaciones que la habitaron se encuentra, mayormente, ahí: incrustado en el olvido del tiempo antiguo ... ahora subyugado al nuevo tiempo. No hace falta ninguna reflexión concienzuda para entender que la Alhambra no escapa ni mucho menos de ello.
El complejo monumental de la fortaleza nazarí es todo un caramelo para los arqueólogos. Son múltiples las excavaciones que se llevan a cabo allí década a década. El resultado siempre trae sorpresas o, cuanto menos, algún que otro añadido al tan documentado relato histórico de este icono granadino.
Esta misma semana, un equipo de arqueólogos , tras algo más de un mes del inicio de la excavación en el entorno del jardín de la Alamedilla, cercano a los jardínes nazaríes , hallaba los restos de un 'nuevo' edificio palatino . «Un hallazgo revolucionario » en palabras del especialista en arqueología Andalusí de la Universidad de Granada, Bilal Sarr.
El término, que puede parecer a priori excesivo si tenemos en cuenta que hablamos de la Alhambra , uno de los lugares quizás más investigados por los estudiosos en la materia en todo el mundo, coge sentido si abrimos el mapa y ubicamos el lugar de la excavación . En términos históricos, el jardín de la Alamedilla y su entorno es, grosso modo, una incógnita.

Se sabe que el solar actual ocupa un espacio estratégicamente dispuesto en la trama urbana de la ciudadela nazarí . Enclavado en un entorno privilegiado, entre la mezquita mayor, el hammam y el palacio de los Leones y la Rauda se cuenta que debió contar con importantes construcciones a su alrededor.
También con huertos y jardines posiblemente vinculados con la citada mezquita mayor o, puede ser, con el baño. En definitiva, con arquitecturas urbanas islámicas similares a las que podemos encontrar en Fez o el norte de Marruecos.
Aunque sí es cierto que hay documentación escrita y pruebas documentales que apuntan a más edificios en la zona datadas de hace siglos, no hay pruebas concluyentes en la actualidad que expliquen ni dónde se encuentran, ni por qué desaparecieron.
El hecho de que no se conozca concretamente qué hay bajo tierra resulta a priori, incomprensible, sobre todo por su cercanía a una de las joyas del conjunto monumental : los palacios nazaríes. Sin embargo, desde 1950 , con el arquitecto Francisco Prieto Moreno a la cabeza, todavía en el franquismo, no se había tocado. Es entonces cuando se encontró una alberca que, atando cabos, formaría parte de esta casa-palacio ahora descubierta.
Historia por conocer

La existencia de la alberca , con toda la lógica, fue lo que lo que provocó que este equipo de arqueólogos quisiera tirar del hilo. No en vano, esa pista descubierta hace setenta años daba pie a la hipótesis de lo finalmente encontrado.
El premio a la insistencia es importante. La notable extensión de esta estructura palatina, con más de 440 metros cuadrados , sumado a la ubicación, que como ya se ha dicho, está en el corazón del monumento , hacen pensar que no hablamos de una edificación cualquiera.
Tal y como comenta la directora del Patronato de la Alhambra , Rocío Díaz, en los resultados de la excavación se documentaron cuatro crujías, es decir, los pasillos del edificio que daban acceso a otras estancias laterales. Esto, unido a que la vivienda dispusiera, a la luz de lo encontrado, de un baño o hammam propio, señala que «podría tratarse de una estructura muy antigua » dentro del contexto histórico de la Alhambra.
Ni más ni menos que «a una etapa cronológica temprana de la dinastía nazarí« apunta Díaz. En ese sentido, Sarr señala la importancia del descubrimiento en tanto que posibilita resolver las «contradicciones» que muestra el último periodo de Al Andalus .
Según el investigador, la debilidad política y militar del Emirato Nazarí , datado de los siglos XII y XIV, apenas abarca la Alta Andalucía de las provincias de Granada, Málaga y Almería . Una situación que «contrasta con su esplendor cultural, agrícola y arquitectónico», en definitiva, «el fruto de la maduración del modelo de civilización islámica en occidente».
Es a través de excavacione s como esta de donde se pueden empezar a resolver los enigmas aún existentes en torno a su historia. En este caso, una de las cuestiones más jugosas tiene que ver con cómo se urbanizó esta zona de la Alhambra , donde se sabe de antemano que se levantaron los principales ámbitos palatinos a lo largo del citado siglo XIV.
Subsuelo

Por el momento, las investigaciones arqueológicas siguen su curso . El siguiente paso es estudiar los materiales aparecidos durante la excavación y finalizar los sondeos planteados para encontrar aún más datos de esta estructura doméstica . Todo con el objetivo de baremar a través de las llamadas cotas de afección arqueológica hasta dónde alcanza la antigüedad de los restos.
La inversión para ello es firme, según especifican desde la Alhambra. 60.000 euros para los 130 metros cúbicos de excavación que lo componen. Un proceso lento para seguir recogiendo pedazos de historia del suelo granadino , tan prolijo que harían falta otros tantos siglos más para levantarlo y conocerlo del todo.
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