Granada, el principal ayuntamiento de Ciudadanos en toda España, abocada al caos tras el enroque de Salvador

A día hoy, sólo él, junto al edil de Derechos Sociales, José Antonio Huertas, sostienen el gobierno municipal. Una suerte de Quijote y Sancho que, sean molinos o gigantes, dibujan una situación insólita . Un completo caos que deja a Granada, la única capital de España gobernada por Ciudadanos , en una inestabilidad patente, con un alcalde prácticamente en funciones, teniendo que gobernar por decreto y sin posibilidad de conformar mayorías en el pleno.

La mañana comenzó con la salida de los seis concejales del Partido Popular del gobierno local . Francisco Rodríguez, presidente provincial del PP en Granada, confirmaba lo esperado. Ante la negativa de Luis Salvador a dimitir de su condición de alcalde tras la infructuosa reunión del lunes, la amenaza se cumplía y el socio mayoritario del equipo de gobierno abandonaba el barco.

El órdago ya había sido lanzado por los populares con todos los artificios simbólicos, en la puerta del Perdón y en un jueves de Corpus , hace ya casi una semana. Llegaron hasta el final. Muy hasta el final. Ese último encuentro, el del lunes , acabó pasada la medianoche y hasta pocos minutos antes de la declaración de Rodríguez se esperó una respuesta del alcalde al ultimátum popular . Fue en vano.

Salvador, con todo, sigue acogiéndose al apoyo que le brinda la dirección nacional de su partido , con Inés Arrimadas a la cabeza, así como a la postura de su dirección regional . El soporte de Juan Marín, vicepresidente de la Junta de Andalucía , sigue siendo explícito e insiste, desde que saltó la polémica, en el «pacto a cuatro años» firmado al comienzo de la legislatura. No en vano, Marín pidió horas después de la implosión «explicaciones» a los populares por la decisión tomada.

Rodríguez, por su parte, ni cedía en su discurso, ni ha cambiado a día de hoy la hoja de ruta de su partido. Tras apelar a la soledad de Salvador en el consistorio granadino, volvió a lanzar el balón a su tejado. «Hay dos opciones: u opta por convocar un pleno de investidura o se atrinchera y hace alcalde al peor PSOE de la historia».

L os socialistas , de hecho, siguen esperando su oportunidad, y este martes el exalcalde Paco Cuenca , insistía de nuevo en la dimisión de Salvador y en que este «deje gobernar a la lista más votada» para evitar el «sainete» propiciado por la crisis del Ayuntamiento.

Pero como se demostraría a lo largo de la mañana, existen más posibilidades que las citadas por Rodríguez, aunque algunas resulten a priori casi quiméricas.

Los miembros del equipo de gobierno amainaron ayer aún más de lo previsto. Después del paseo de los concejales populares para dimitir de sus funciones en el consistorio , en esa foto le seguían a los pocos minutos Manuel Olivares, ya exportavoz del grupo municipal naranja, junto a la también exconcejala de Cultura, Lucía Garrido .

Mientras que la renuncia de Olivares era esperada, tal y como adelantó ABC el pasado viernes, la dimisión de Garrido fue una de las sorpresas del día en la Plaza del Carmen .

«Después de dos años son mis primeras declaraciones políticas. Me he dejado el corazón intentando hacerlo lo mejor posible. No voy a estar en un sillón por estar en un sillón. Yo no lo necesito» declaraba la exconcejala. Su comparecencia, breve y sin preguntas, terminó prácticamente entre lágrimas .

Eso sí, ninguno de los dos deja sus actas de concejales. Ambos pasan ahora al grupo de no adscritos junto al popular Sebastián Pérez , responsable de haber dinamitado la situación hace ahora dos semanas. Su salida del PP y la amenaza de un posible apoyo a una moción de censura auspiciada por el PSOE han sido el 'casus belli' que ha provocado, según los populares, el abandono a Salvador.

Todas las miradas apuntaban entonces al alcalde, quien se pronunció en último lugar y volvió a dejar claro que no se va. Que se queda. Al menos hasta donde pueda. «Partido a partido» es el lema que sigue utilizando desde hace semanas .

Su intervención comenzó con varios vídeos y documentos que probaban el repentino cambio de decisión de los populares tras el ultimátum de Pérez. Tras ello, inició una retahíla de calificativos contra sus exsocios de gobierno. «Cuando se crean incertidumbres, aquí este alcalde garantiza estabilidad . Que no digan que trabajan por Granada. O rectifican pronto o dejarán una mancha en su historial para toda su vida» .

Aunque dice «no romper puentes» , no sólo resiste el embate de las dimisiones, sino que devuelve el órdago a los populares. A ellos, concretó, les deja «el mismo tiempo» que le han dado a él para repensar su posición. Salvador les invita además «a reflexionar» , tanto a ellos como a los dos concejales no adscritos, dejando «la puerta abierta» para que vuelvan.

Mientras tanto, asegura que convocará en este mismo miércoles a todos los coordinadores y cargos administrativos del consistorio granadino , «que son los que en el día a día garantizan el funcionamiento». Con dos concejales en el gobierno y 25 en la oposición , la incertidumbre política llega a sus máximos.

Sólo hay una cosa clara: Salvador no piensa dimitir . «Los alcaldes tenemos muchas posibilidades para intentar que las cosas funcionen bien. Si ustedes como yo fuesen alcalde de Granada intentarían que todo funcionase perfectamente» , remachó.