Cien años del pleito por el que el Generalife de Granada dejó de ser italiano
El jardín nazarí entró a formar parte del patrimonio nacional en 1921 tras un litigio histórico que rozó el siglo de duración
Álvaro Holgado
Si por algo se puede caracterizar Granada es por la infinidad de historias peculiares que ha dejado el poso de los siglos en la su capital. La Alhambra , junto con el Generalife , guarda quizás, por su monumentalidad, las más recordadas. Entre ... ellas, el relato rocambolesco sobre la propiedad de este último guarda quizás un aparte entre todas.
Hubo un largo momento de la historia en que la propiedad del Generalife no estuvo en manos españolas, sino italianas. El litigio para recuperarlo, que duró casi 100 años , empezó con la firma de un rey y acabó con la de su biznieto. Pero para entender todo esto, no obstante hay que irse atrás, mucho más atrás.
La conquista de Granada, en el año 1492 , convirtió el que fuera lugar de descanso de los reyes nazaríes en una finca privada gestionada por una 'tenencia' o alcaidía para administrar y explotar la almunia, así como «custodiar su palacio y terrenos propios de los reyes, destinado para recreo de la real familia».
Tras el paso varios alcaides al frente del mismo, el tercero de ellos, Gil Vázquez Rengifo, comendador de Montiel , quedó sin descendencia masculina, sólo su hija. Este es el punto de partida de la trama familiar que luego desembocará en el litigio.
Alcaides
La hija de Gil Vázquez se casó con Pedro Granada-Venegas . Éste, a su vez, era nieto y descendiente de Sidi Yahya , infante de Almería y alcaide de Baza, quien fuera vasallo de los Reyes durante la conquista de Granada.
Reconvertido al cristianismo junto a su mujer —como mostrarán sus apellidos, Granada y Venegas— fue premiado por Isabel y Fernando con su nombramiento como alguacil mayor , otorgándole la orden de Caballería de Santiago y, lo más importante en esta historia, el señorío de Campotéjar.
En esta acumulación de títulos para los Granada-Venegas , el matrimonio con la hija de Gil Vázquez junto al título de Campotéjar, le proporcionaría la tan preciada alcaidía del Generalife, cuya propiedad seguiría en su linaje hasta 400 años más tarde, en 1921.
Otro favor real, en este caso por su papel en la primera Rebelión de los Moriscos , sería la razón de concederle la propiedad perpetua. Se trata, en el fondo, del nacimiento de una de las familias más importantes de la nobleza europea , fruto de ese cambio en el apoyo al catolicismo.
Matrimonios
Todo este embrollo con aromas de telenovela es imprescindible para entender el particular litigio por lo que los árabes llamaban « el jardín del paraíso» . La familia Granada-Venegas se traslada en el siglo XVII a Génova tras otro casamiento , en este caso de otra mujer, Ana Venegas, con Juan Grimaldi, familia ésta entroncada luego con la casa Durazzo-Pallavicini y también la familia Landi. Un auténtico galimatías a la luz de los siglos.
En 1672 se produce el hecho que da más potestad y poder a los marqueses de Campotéjar sobre la almunia . Mariana de Austria, como Reina Regente durante la minoría de edad de su hijo Carlos II, concede «la perpetuidad y propiedad de este Real Sitio, con todas las preheminencias correspondientes a él».
Las razones para la concesión real , que tendrían que ver con el complejo contexto de poder en la corona española de la época unido a la estancia ya definitiva en Italia de los antes conocidos como Granada-Venegas dejaron una consecuencia principal: estas familias ni siquiera llegaron a pisar España desde entonces.
Comienza, un siglo después, el litigio. Concretamente en 1805, ya casi 300 años después de la conquista de Granada. Lo inicia Carlos IV , que impone demanda para reintegrar el Generalife y sus fincas anexas a su patrimonio personal, con el objetivo, eso sí, de revenderlo para mejorar las arcas de la corona.
Pero el histórico 'Pleito del Generalife' no comenzaría realmente ahí. Sería su hijo, Fernando VII , - Motín de Aranjuez Guerra de la Independencia, Cortes de Cádiz y estancia en Bayona mediante- , quien termina por iniciarlo en 1826 .
Galimatías
Hay que entender las circunstancias del complicado siglo para comprender lo largo del proceso. Si las relaciones matrimoniales entre las diversas casas italianas en propiedad del Generalife era un galimatías, la historia del siglo XIX en España no lo es menos.
Tanto una circunstancia como otra, dejaron en posición de debilidad en la ya por entonces en exceso burocrática justicia española . Tanto que se hacía imposible siquiera señalar jurídicamente el Generalife como propiedad de la corona española y no como una herencia familiar de los Granada-Venegas.
Habría que esperar hasta 1912 para que una resolución judicial pusiera blanco sobre negro en la propiedad del Estado sobre la familia italiana. Fue un juez granadino, Miguel Ortega Moreno. Ya antes había habido un cambio importante en el foco. A partir de la Revolución Gloriosa de 1868, la I República señalaba que las fincas no serían para la ya suprimida Corona, sino para el Patrimonio Nacional.
El marquesado de Campotéjar, como es normal, alargó aún más el proceso . Tras múltiples recursos, y múltiples razones —desde la dificultad de mantener las tierras desde el extranjero en un sistema casi feudal en pleno siglo XX; el hecho de que siquiera lo llegaran a visitar en todo ese tiempo o que el último administrador del Marquesado, José Dáneo Morrione , se suicidara en la Casa de los Tiros en 1918—, deciden ceder el Generalife en 1921.
Traspaso de la propiedad
Al fin, publicándose el Real Decreto de 23 de agosto de 1921 sobre la cesión gratuita del Generalife al Estado por acuerdo mutuo, se hacía la entrega efectiva en un acto público en el Patio de la Acequia el 2 de octubre de ese mismo año.
Un mes después, se produce el traspaso de la propiedad en un acta de entrega firmada donde aparece el inventario que se dona al Estado . También, por cierto, la Casa de los Tiros , con la condición , eso sí, de convertirla en «una institución destinada al fomento de la cultura intelectual o artística».
El Generalife dependerá desde ese momento legalmente del Patronato de la Alhambra , y más adelante del Patronato de la Alhambra y Generalife, creado por Decreto de 13 de agosto de1940, hasta hoy, 2021, cuando se celebra la efeméride.
La institución, de hecho, ha elaborado una serie de actividades para rememorar la fecha con una programación especial, que incluirá talleres, visitas guiadas por especialistas y contenidos digitales, que resumirán, en definitiva, lo que fue un auténtico enredo judicial, por una vez, con resultados positivos para el interés del patrimonio histórico nacional.
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