Dónde, cuándo y cómo ver las Perseidas en Granada este 2022

Las «Lágrimas de San Lorenzo» vuelven a marcar en rojo la fecha en el calendario para Sierra Nevada, marco incomparable para apreciarlas

La noche de perseidas en Sierra Nevada vuelve a ser una de las fechas más atractivas para subir a Pradollano ABC

Álvaro Holgado

Granada

Las llamadas «Lágrimas de San Lorenzo» son uno de los fenómenos más espectaculares que se pueden apreciar en agosto. Una lluvia de estrellas que, aunque en principio sucede cada noche desde mediados de julio, se deja ver en toda su plenitud en días ... específicos, cuando la luna llena. La contaminación lumínica, por desgracia, apenas deja apreciarlas la mayoría de las veces, pero si se escoge bien y se mueve uno fuera de las luces de ciudad, el espectáculo es seguro.

Este año 2022, los días indicados según el Instituto Astronómico Andaluz están comprendidos entre el 11 y el 13 de agosto y, en Granada, Sierra Nevada aparece como ese lugar perfecto para ello. En esas noches se pueden apreciar hasta 50 perseidas por hora, un manto estrellado que desde la montaña granadina y con las condiciones meteorológicas adecuadas podría multiplicarse.

Aunque existen otros muchos lugares en la provincia, como la zona de la Alpujarra, para poder disfrutar de esa lluvia de estrellas, lo cierto es que las comodidad y la experiencia en la organización de la actividad en Sierra Nevada la hacen la opción más atractiva si no se quiere andar con rodeos.

La actividad comenzará en la Plaza de Andalucía a partir de las nueve de la noche, con la apertura del telecabina, y seguirá su desarrollo en la zona de Borreguiles. Con una duración aproximada de unas cuatro horas, hasta las dos de la mañana, la actividad estará además ambientada con música de cuerda.

La particularidad del lugar se acentúa con la oferta de Cetursea. En Borreguiles, directamente, se da la bienvenida con copa de cava o vino sin alcohol hasta las doce de la noche. Si se prefiere, también hay opción de una degustación de chocolate con churros, con recogida en el restaurante Campanario, de diez a doce igualmente. El precio de todo el paquete sale a unos 20 euros por persona, con los típicos descuentos para jóvenes, jubilados y niños.

Perseo desde cualquier parte

Si se quiere prescindir del viaje organizado, el cielo, claro, está abierto completamente gratis. Casi todos, eso sí, están en el entorno de Sierra Nevada, aunque si se es senderista o se tiene coche, es sencillo llegar y una aventura, por así decirlo, menos reglada. Más natural.

Por un lado, cogiendo el coche o directamente estirando las piernas, desde la capital la mejor opción está en el Llano de la Perdiz. Este se trata de un parque situado en la dehesa del Generalife. Allí hay mesas de camping y todo lo necesario para disfrutar del lugar y las vistas, aunque, bien es cierto, no sea tan espectacular por las luces de ciudad.

Cogiendo el coche igualmente está el Puerto Lobo, situado en el Parque Natural Sierra de Huétor . En el término municipal de Víznar, está equipado también para todo lo necesario para un buen picnic bajo las estrellas.

También en el Parque Natural Sierra de Huétor y perteneciente al municipio de Huétor Santillán está el Puerto de la Mora. Aquí, es más, la altitud juega un papel fundamental para el disfrute, con 1380 metros.

En Sierra Nevada, otro de los sitios donde se puede llegar, aunque con cierto esfuerzo físico, es a las Siete Lagunas. Se trata de unas lagunas glaciares, que, con todo, hacen que el camino merezca la pena. Las condiciones, además, para disfrutar de las perseidas son más que idóneas y el marco, espectacular.

Con todo, lo importante es que no hace falta, al menos durante estos días donde la lluvia de estrellas se hace tan prominente, utilizar telescopios ni ningún otro tipo de instrumento óptico para apreciar las vistas. Las horas, eso sí, son importantes. Salir del itinerario de pago tiene premio, además del ahorro. Las estrellas pueden aparecer desde cualquier punto del cielo. Su trayectoria las hace parecer situadas en la constelación de Perseo. De ahí el nombre. El movimiento es importante: cuánto más cerca del amanecer más probabilidad de verlas.

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