El ministro de Transportes cita con urgencia a la alcaldesa de Granada para hablar sobre el tren tras tenerla un año en espera

La celeridad con la que Puente actúa ahora contrasta con el prolongado periodo de calma que ha precedido a la presentación (supuestamente) oficial del proyecto. Dos días antes de que el ministro acudiera a Granada, Marifrán Carazo criticó que no aprovechara esa visita para mantener con ella una reunión. Aseguró que, desde que accedió a la alcaldía, se la ha solicitado al menos en cinco ocasiones.

Después de presentar el plan de integración, lo cual tuvo lugar en un desayuno informativo organizado por el periódico Ideal, Carazo dijo que lo estudiaría «tramo a tramo», pero añadió algo que a muchos no les pasó desapercibido: lo que traía Óscar Puente bajo el brazo se parecía muchísimo, por no decir que era idéntico, a un plan que fue dado a conocer, aunque no de manera pública, en marzo de 2023. Si era el mismo, argumentó la alcaldesa, eso probaba que «en año y medio no se ha avanzado nada».

En cualquier caso, Marifrán Carazo acudirá a la cita, fijada en la sede del Ministerio de Transportes, y ayer mismo ya mantuvo una reunión con técnicos de Urbanismo y representantes de distintos colegios profesionales para analizar la propuesta. Quiere asegurarse de ir a la cita con los deberes hechos.

El plan que puso encima de la mesa el ministro contempla una inversión de 230 millones de euros en un plazo de ocho años para integrar el ferrocarril en el tramo urbano de Granada. No iría soterrado, como habían sugerido ayuntamiento y Junta de Andalucía, porque eso implicaría, según Puente, una inversión de 760 millones y un plazo de ejecución de entre 14 y 15 años.