El show de Olona en un club de alterne de Granada

Pues eso precisamente fue lo que hizo Macarena Olona, cabeza de lista de la formación Caminando Juntos. El lugar escogido fue la sala Geisha, ubicada en Atarfe, un municipio muy próximo a Granada. La vinculación de Olona con la provincia granadina le viene de su etapa en Vox, cuando fue elegida diputada nacional en 2019 por esa circunscripción.

Tenía muy claro que quería armar revuelo. Por la mañana, vía Twitter, ya anunció que horas después estaría «en un lugar habitual para los políticos» pero donde «las copas no se pagarán con dinero público». Una forma de luchar, a su entender, contra la «hipocresía social». Esta vez, venía a decir, las consumiciones las pagaría ella de su bolsillo.

No mencionaba en su red social qué tal veía la cosa el número dos de la lista granadina al Congreso de Diputados de Caminando Juntos, el pastor evangelista José Heredia. Estuvo allí, pero no intervino.

Olona consiguió sobradamente su objetivo, que era crear expectativas. Treinta minutos antes de la hora prevista para la presentación de la candidatura, ya había bastantes medios de comunicación en la sala, sobre todo gráficos. Aguardaban en una sala casi a oscuras, iluminada sólo con unas tenues luces de neón y adornada con una barra. Para amenizar la espera, una pantalla emitía imágenes de sexo lésbico. Otra, televisión convencional.

A la hora prevista, los periodistas y los fotógrafos fueron trasladados a una sala más grande, donde Olona estaba cerca de algunas trabajadoras del local, que prefirieron preservar su intimidad tapando sus rostros con máscaras blancas.

Pronto explicó la candidata por qué estaba allí: «Nos intentan ridiculizar diciendo que somos el partido de las putas, los maricones y los gitanos», dijo, y añadió que, con esa puesta en escena seguro que «a algunos les están pitando los oídos». Aconsejó a sus seguidores que no se preocuparan por eso. «Si nos intentan ridiculizar es porque tienen miedo de la gente normal, le tienen pánico al sentido común».

Avanzó que el objetivo de su partido es «la calle antes que los sillones» y contrapuso a «los políticos», los del bipartidismo, con «nosotros, que queremos dedicarnos a la política para ser útiles». E hizo un llamamiento «a los que no se sienten representados por nadie». Les pidió no conformarse «porque necesitamos seguir llevando la realidad a la política, sin ombliguismos, sin trampa ni cartón».

«La nuestra es una historia de superación, llevamos tiempo salvando obstáculos, cuando nadie creía en nosotros hemos conseguido lo imposible, que la gente normal vuelva a la política. Esos maricones, esas putas, esos gitanos, esos abogados, esos currelas… Ahora me estoy moviendo por la calle mucho más que en los tres años que fui diputada y parlamentaria y he encontrado a nuevas personas con las que caminar juntos para destruir las piedras del sistema», concluyó.