Así salvaron los bomberos del Infoca un pueblo de las llamas en León

El caudal del río Yuso, dónde los vecinos habían aparcado los tractores para evitar que se quemaran era la fuente de salvación. El grupo de bomberos, formados por miembros de varios retenes de Granada y Jaén, se desplegó. Acostumbrados a las montañas de Sierra Nevada y de la Sierra de Cazorla y Segura, estaban en terreno conocido. «Nos vieron montañeros y allí nos mandaron», añade Sánchez.

Los efectivos del Infoca desplegaron los motobombas para sacar agua del río, además colocaron los autobombas. Esperaron. Primero llegó el humo, luego el cielo cambió de color, el ocre dominó el ambiente, para después de oírse el crepitar de las llamas, escuchar el rugido del fuego con el quejido de la vegetación. El fuego estaba ahí, pero todo estaba listo para contenerlo.

Las 200 vacas del pueblo concentradas en un prado y todo listo para aguantar. «El fuego no se queda llamando a la puerta, sino que pasa y nadie defiende su pueblo como los vecinos. Hay que quitar cortinas, cerrar ventanas y puertas, colocar toallas en las puertas para el humo e irse al sitio más bajo de la casa», asegura Antonio Sánchez.

Con los vecinos a salvo comenzó la batalla. «Teníamos agua infinita para poder suministrar. Pudimos desplegar mangueras y contener las llamas», recuerda Sánchez. Los vecinos ayudaban. El pueblo estaba totalmente rodeado por el fuego, pero no entró. «Ha quemado todo el exterior, pero no se ha visto ni una casa afectada, pero era dantesco. El fuego seguía hacia Asturias y veías columnas de humo en Palencia», señala.