La Guardia Civil blinda el pueblo granadino de Pinos Puente para evitar venganzas entre clanes de la droga
Agentes llegados de toda Andalucía y de otras comunidades vigilan día y noche para impedir que se consume la anunciada venganza por la muerte a tiros de un joven
Protegen a los pocos componentes que quedan de Los Charlones y que no les suceda lo que a otros familiares, que huyeron en aplicación de la 'ley del destierro'
Arden seis casas en el pueblo granadino de Pinos Puente tras la muerte de un joven en una pelea entre clanes de la droga
Detienen a un hombre de 31 años por la muerte de un joven en el pueblo granadino de Pinos Puente
Granada
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónPinos Puente está tomada por la Guardia Civil. Agentes llegados de otros puntos de Andalucía y hasta de fuera de la comunidad autónoma vigilan el municipio granadino, de unos nueve mil habitantes, para intentar evitar la ley del talión, o el ojo por ojo, ... diente por diente. Una ley que, huelga decirlo, no es legal.
El clan de los Alcántara y su 'hermano mayor', el más poderoso clan de los Tontos, han jurado vengar la muerte por dos disparos en el pecho de uno de sus integrantes, de sólo veinte años, durante un robo de marihuana. Un vuelco, como se dice en el argot. El presunto autor, de 31 años, fue ingresado ayer en la prisión provincial de Albolote acusado de homicidio consumado. Él es de otro clan, el de los Charlones. Los dos se dedican a la marihuana.
El suceso ocurrió en la madrugada del pasado sábado en Vista Alegre, un barrio donde conviven personas de extracción humilde con otros que aprovechan las viviendas vacías para cultivar marihuana, y la primera consecuencia, casi inmediata, fue la huida de casi todos los integrantes de los Charlones que vivían en Pinos Puente. Quedan muy pocos, no se ha especificado el número, pero apenas cinco, que cuentan con vigilancia policial continua para evitar represalias.
Éstas, no obstante, ya se produjeron. El lunes por la mañana aparecieron calcinadas seis viviendas del pueblo. Quienes provocaron el incendio puede que supieran o puede que no que sus moradores ya habían huido, pero su mensaje estaba claro: aquí no vais a volver. En este caso se ha aplicado la que llaman ley del destierro, que por cierto tampoco tiene nada de legal.
Fuentes de la investigación han explicado a ABC que el objetivo principal es evitar que esa anunciada venganza se consume. «Es que no sólo quieren matar a un componente de los Charlones, sino a alguien que tenga también veinte años, para ellos es una especie de justicia a la carta, y por supuesto nuestro deber es impedirlo», ha incidido.
La Guardia Civil, tras recibir la autorización de la Subdelegación del Gobierno en Granada, que a su vez ha seguido órdenes de la Delegación en Andalucía, ha blindado Pinos Puente. Hay un segundo mandato, que es respetar la integridad física de los pocos Charlones que quedan y evitar que tengan que fugarse, como sus familiares.
La tensión se respira en el pueblo, lamentablemente conocido por ser el epicentro de los cultivos ilegales de marihuana, dentro de viviendas que estaban abandonadas y alimentados casi siempre por luz que se engancha de la red pública. Hasta tres transformadores ardieron a lo largo del mes de marzo, lo que provocó varias actuaciones policiales que se saldaron con detenciones.
La semana que viene, Pinos Puente está de fiestas. Este sábado hay una previa, por así decirlo, un festival flamenco que normalmente atrae a mucho público. Más gente se reunirá en las calles durante los posteriores festejos. Aunque obviamente nadie del clan de los Tontos ha anunciado nada, los investigadores sospechan que puedan aprovechar esos días para actuar. Han dejado claro que, tarde o temprano, actuarán, que las cosas no van a quedar así. Y la consigna es clara: evitarlo a toda costa, destinando para eso a los efectivos que haga falta.
Un negocio que va a más
Como se ha dicho en un párrafo anterior, Pinos Puente tiene el dudoso mérito de ser el epicentro de los cultivos de cannabis sativa en Granada, aunque es evidente que la inmensa mayoría de la población la componen personas honestas. Aseguran muchos, entre ellos algunos policías y guardias civiles, que la marihuana que sale de Pinos Puente en camiones de forma clandestina, se legaliza en algún punto del trayecto, llega a Amsterdam y allí se vende en los famosos coffee-shops de la capital holandesa.
Y es en esos camiones donde, por desgracia, quieren trabajar bastantes niños que estudian en los colegios del pueblo, ubicado a menos de veinte kilómetros de la capital. Ven que sus familiares ganan mucho dinero. Allí, como ya se ha expuesto, hay clanes dedicados al cultivo de marihuana, no siempre bien avenidos. Y no pocos de sus componentes alardean de sus actividades. «Se pavonean y actúan con total impunidad», aseguran las mismas fuentes.
Aunque no es el único sitio donde se cultiva, desde luego. Las últimas aprehensiones de la Guardia Civil revelan que esta actividad ilegal se ha propagado por un buen número de municipios del Área Metropolitana de Granada y también en la capital, sobre todo en el distrito Norte. Recientes intervenciones de los cuerpos y fuerzas de seguridad revelan que esta actividad se está extendiendo a otras zonas, entre ellas la comarca de Baza, al norte de la provincia.
Aumentan las incautaciones año a año, pero eso no quiere decir necesariamente que haya más eficacia de Guardia Civil y Policía Nacional, que obviamente hacen todo lo que pueden. Más bien significa que el negocio llama al negocio y cada vez hay más gente interesada en el dinero fácil, que por otra parte llama a las mafias de las drogas y de las armas.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete