Los gastos del exdecano del Colegio de Psicólogos de Andalucía Oriental llegan al juzgado
Mariano Vera tendrá que declarar ante un juez de Granada después de que la actual directiva le acuse de usar en beneficio propio el dinero de la institución
Una cena de casi 2.000 euros, gastos en hoteles, móviles sin devolver y el contrato a la empresa de su hijo, entre los cargos investigados
Granada
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Iniciar sesiónUn juez ha admitido a trámite la querella presentada por el Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Oriental contra quien fue su decano durante 32 años, Manuel Mariano Vera Martínez, que tendrá que declarar el próximo 9 de noviembre en el juzgado ... de Instrucción número 6 de Granada acusado de apropiación indebida. Se le investiga por, entre otras cuestiones, haber hecho uso en beneficio propio de las tarjetas de crédito del Colegio para pagar cenas y hoteles o contratar los servicios de una empresa de su propio hijo para transformar digitalmente la institución.
Vera Martínez, actual secretario del Consejo Nacional de la Psicología, estuvo al frente del Colegio de Psicólogos durante más de tres décadas y no fue desalojado del cargo hasta enero de este mismo año, después de que la candidatura encabezada por Mariela Checa se impusiera a la del propio exdecano en las elecciones celebradas en noviembre de 2021.
Eso, después de un turbio proceso electoral plagado de acusaciones sobre su limpieza en el que llegó a entrar el mismo Defensor del Pueblo Andaluz ante la queja de falta de transparencia en la comunicación de los censos electorales.
El juez, en un auto fechado el pasado martes y al que ha tenido acceso ABC, admite a trámite la querella presentada por el Colegio, en la que se enumeran de manera pormenorizada una serie de supuestos ilícitos.
Móviles sin devolver
Así, en primer lugar se acusa al decano, así como a parte de su anterior junta directiva, de no haber devuelto los teléfonos móviles ni tabletas adquiridos como medios de trabajo colegial. Significativamente, y a pesar de saber que tocaba celebrar elecciones, sólo meses antes de éstas y firmando con la operadora un compromiso de permanencia de 36 meses, por lo que la institución sigue a día de hoy pagando algunos de esos dispositivos (iPhone 12) de los que no dispone.
Aunque alguno de esos antiguos directivos sí han devuelto al menos la tarjeta SIM —no así los aparatos—, se asegura que otros como el exdecano no lo ha hecho, pese a haber sido requerido por escrito en varias ocasiones. Según el texto de la querella, sólo ha restituido un ordenador, totalmente reseteado y sin ninguna información en su disco duro.
Pero no acaban ahí los gastos indebidos a los que al parecer ha tenido que hacer frente el Colegio de Psicólogos. Pues a Mariano Vera también se le acusa de haber organizado una cena «carente de autorización institucional, ni abierta a los colegiados» en el restaurante del lujoso hotel Palacio de los Patos granadino, de cinco estrellas, a la que asistieron entre 15 y 17 personas. La factura del ágape ascendió a 1.986 euros.
EsSe gastó el Colegio de Psicólogos (según la querella) en un plan de transformación digital contratando la empresa del hijo del exdecano.
Hay más. La querella también hace mención a retiradas de efectivo por valor de 2.250 euros con una tarjeta de la Caja Rural de Granada y de otros 3.303 con otra del Banco Sabadell. Todas entre los meses de octubre y diciembre del año pasado.
Del mismo modo, se cuestionan cargos realizados en el Senator & Hotel Spa de Granada en tres días diferentes de esos mismos meses «sin que en tales fechas tuvieran lugar actividades colegiales».
Según el relato del texto que acaba de ser admitido por el juez, también la familia de Vera se benefició del dinero del Colegio. Pues se consignan pagos de la institución por valor de casi 93.000 euros a la empresa GDLV, cuyo apoderado, se afirma, es el hijo del exdecano. La firma fue contratada —sin ninguna concurrencia, se asegura— para realizar diversas labores de transformación digital, entre otras algunas «cuya gestión era cubierta por los propios informáticos del Colegio». A día de hoy, se siguen realizando pagos comprometidos a esa empresa.
Por último, hay una acusación a Mariano Vera que trasciende del propio Colegio. Pues se afirma en el texto admitido por el juez que se ha apropiado de una fundación creada por la propia institución (aportó el cien por cien de su capital) con el objeto de servir a su proyección pública a través de actividades de interés social propias de su actividad.
Vera: «Soy víctima de una persecución personal»
Vera, por su parte, mantiene que todas las acusaciones que se vierten contra él son fruto de una «persecución» y de la «animadversión personal» por siente la actual responsable del Colegio, Mariela Checa, a la que acusa de haber entrado en la institución «como elefante en cacharrería». «Miente hasta la saciedad y no me explico la necesidad que tiene de machacarme», se queja, preguntado por este periódico en torno a la querella de la que ha sido objeto.
El exdecano, que ha conocido la citación judicial por ABC, niega tajantemente haber hecho uso privado de las cuentas o de las tarjetas del colegio. Así, rechaza haber sacado nunca dinero en cajeros con su tarjeta.
Sí reconoce los gastos en los hoteles Los Patos y Senator, pero los enmarca en la costumbre, dado que se destinaron a una cena de despedida de la dirección saliente y de la comisión deontológica del Colegio, que habían celebrado reunión. Algunos de sus integrantes se desplazaron a Granada desde sus provincias de origen, por lo que se les pagó la pernoctación. «Eso no es nada extraordinario», se defiende.
En cuanto a la contratación de la empresa de su hijo, reconoce que se produjo pero afirma que se inhibió cuando la junta directiva del Colegio tomó la decisión, después de haber comparado varias ofertas. «Y no es cierto que siga cobrando del Colegio», aduce.
También admite que tanto él como el resto de miembros de la junta se quedaron con los móviles y tabletas adquiridos por la institución, pero enmarca este hecho en la «norma común» que afirma ocurre en muchos otros colegios «y hasta en el Congreso de los Diputados». «Los dispositivos electrónicos son cosas muy personales que pasan cerca de la cara y de la boca de las personas. Con el Covid, se hacía más necesario aún que las personas se quedaran con estos aparatos usados», se justifica.
Eso sí, afirma no haber recibido nunca requerimiento para que lo devolviese. Y niega haberse quedado con una tarjeta SIM «que ni sé dónde está; si me la hubieran pedido la hubiera buscado».
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