Es un lugar con unas circunstancias peculiares en lo relativo al agua. En teoría debería estar más que abastecido gracias al embalse de Rules, que tiene 111 hectómetros cúbicos de capacidad y ahora alberga 89, lo que significa que está al 80,18%. En la última semana incluso ha subido un hectómetro, gracias al efecto del deshielo.
Sin embargo, muchos llaman a ese embalse la mayor piscina del mundo porque el agua va al mar. Hasta que no finalicen las obras de canalización, un complejo y costoso entramado de tuberías que atraviesa la costa de parte a parte, el agua no sirve ni para que rieguen los muchos agricultores de la zona, que cultivan mango, aguacate y otros productos tropicales, ni que abastezcan a las poblaciones.
En la actualidad, Almuñécar y Salobreña se nutren del pantano de Béznar, que está más arriba y también anda ahora bien nutrido, puesto que se encuentra al 84,91%, mientras que Motril toma el agua de dos fuentes, ambas del río Guadalfeo. El pantano, no obstante, sí ha dado agua suficiente como para llenar los acuíferos de la zona, y la seguirá dando durante los dos próximos años aunque no vuelva a llover.
Fuentes de la Mancomunidad de Municipios de la Costa Tropical han confirmado que las playas, al igual que el año pasado, dispondrán de agua en las duchas. Han incidido en que, en 2024, el Ayuntamiento de Almuñécar estuvo a punto de cortar los grifos en la primera quincena de septiembre porque la situación era algo preocupante, pero por fortuna llovió a finales de agosto y eso permitió terminar la temporada.
Las mismas fuentes se han felicitado de que la situación, ahora, sea bastante mejor gracias a las lluvias que han caído entre marzo y abril. «Lo contrario habría sido un problema porque las instituciones que conceden distintivos de calidad como las banderas azules tienen muy en cuenta esos detalles», han apuntado. Este año hay 14 banderas azules en la Costa Tropical.
En cuanto a los regantes, no van a tener restricciones. Fundamentalmente porque, en enero, la Junta aprobó una inversión de 20 millones de euros para que las depuradoras de la costa pudieran darle un uso terciario al tratamiento del agua. De esa forma, queda limpia de restos sólidos y líquidos desechables, se embalsa para que se evapore el cloro y después de eso es válida para el regadío. Eso ya se está aplicando en Almuñécar y en La Herradura y se espera que en breve también ocurra en Motril.
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