Las cartas de Lorca a un amigo que sufrió su misma suerte se suman al legado del poeta
La Diputación adquiere un lote de 39 cartas, telegramas, carteles y manuscritos que atesoraban los descendientes de Joaquín Amigo, también asesinado en la Guerra Civil
En el lote, que se guardará en el Centro Lorca de Granada, hay numerosas alusiones a Dalí, Buñuel, Luis Rosales o Francisco Ayala
Una placa en el Centro Lorca recuerda la relación del poeta con el cantautor canadiense Leonard Cohen
Granada
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Iniciar sesiónJoaquín Amigo hizo honor a su apellido. Conoció a Federico García Lorca cuando ambos colaboraban para la revista literaria Gallo y compartían café y buenos momentos de camaradería en la tertulia de El Rinconcillo, en Granada. Corrió la misma suerte que el ... poeta y fue fusilado al inicio de la Guerra Civil. A él lo arrojaron desde el tajo de Ronda en agosto de 1936. Entre una muerte y otra sólo transcurrieron nueve días.
Pero su familia, que vive en Madrid, guarda su legado. Entre otras muchas cosas, cartas, telegramas, carteles y fotos que Lorca le envió. Y no sólo a él, sino también a poetas como Luis Rosales o Francisco Ayala. La Diputación Provincial de Granada ha adquirido esos documentos, que tendrán como destino el Centro Lorca, en la Plaza de la Romanilla, que cada vez tiene más contenido.
Conseguir esas cartas, telegramas y demás, 39 piezas en total, ha costado tiempo, trabajo y también dinero: 228.800 euros que aporta la institución provincial y que el director del Patronato Lorca, Juan Castilla, da por bien empleados porque «esta aportación mejora el legado de Lorca que ya tenemos y porque son documentos muy importantes y de los que podrán beneficiarse todos los estudiosos de la obra lorquiana».
La llegada del legado de Joaquín Amigo no tiene aún fecha concretada. «Faltan por cumplir unos trámites burocráticos que requieren tiempo, pero esperamos que no sea demasiado, que pronto estén ya en nuestros archivos y que se puedan clasificar cuanto antes», ha indicado Juan Castilla.
Una camaradería larga y fructífera
Joaquín Amigo nació en 1899 y está considerado como el gran mentor de la revista Gallo y como uno de los escritores de la llamada Generación del 27. Vivió en el número 49 de la calle Gracia y en esa ciudad conoció a Lorca en 1918. A partir de ahí se cimentó una amistad que sólo la muerte pudo detener.
Amigo era catedrático de Filosofía y discípulo de Ortega y Gasset. Era un hombre de fuertes convicciones religiosas y católico practicante. En cierto modo también lo era García Lorca, que fue hermano de la Cofradía de Nuestra Señora de la Alhambra. Sin embargo, Federico siempre tuvo un punto crítico que lo distinguió de su aliado.
El asesinato de Amigo, por ser católico y también de familia conservadora, causó extrañeza, estupor e indignación incluso entre partidarios del bando sublevado, algo que, para terminar con las coincidencias, también le une a Lorca, de familia adinerada y con amistades influyentes.
Uno de esos amigos influyentes era Luis Rosales, poeta y ensayista al que precisamente le había presentado años atrás Joaquín Amigo. Lorca se refugió en la casa de Rosales pensando que sus familiares, algunos de ellos de la Falange, podrían impedir su detención y posterior ejecución, pero por desgracia no fue así.
Una dedicatoria valiosa
El documento con más valor de los 39 que ahora se adquieren -18.000 euros- es un ejemplar del libro Impresiones y paisajes, que Lorca le dedicó a Joaquín Amigo con la siguiente dedicatoria: «A mi querido amigo Joaquín, que tiene gran ansia de cosas románticas».
Hay en el lote cartas con alusiones a El maleficio de la mariposa, a la revista Gallo, al Ateneo de Granada, algún poema, un manuscrito original de La carbonerita o un telegrama en el que Federico transmitía a su colega su satisfacción por el éxito que había tenido en Barcelona la representación de la obra Mariana Pineda.
Este texto sí está fechado, en 1928. Como también una postal que le firmaron Lorca y Salvador Dalí un año antes. Otros son menos explícitos, especialmente uno en el que García Lorca advierte a Joaquín Amigo: «¡Ojo con la revista! Hay peligro», sin precisar nada más. Aunque teniendo en cuenta lo poco que duró la publicación, se puede inferir.
La lista es amplia y se completa, por citar sólo algunos casos, con una foto en la que aparece otro ídolo, Luis Buñuel –que vivió en la misma residencia universitaria que Dalí y Lorca- carteles para la difusión de Gallo y los dos números de esa revista literaria, especialmente valioso el primero de ellos.
Todos se incorporarán a un archivo, el del Centro Lorca, que tras unos inicios titubeantes atesora ya una colección importante y muy valorada. Admiradores y estudiosos del poeta de Fuente Vaqueros llegan a Granada desde varios países (sobre todo Estados Unidos) para ampliar sus conocimientos sobre el autor y su obra.
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