Atacan y destrozan un coche de la Guardia Civil en Atarfe

Según escribe la UGC en redes sociales, y así lo han confirmado fuentes de la propia Guardia Civil, el Instituto Armado se desplazó hasta Atarfe para acudir al corte de suministro de unas viviendas ocupadas. Algunos de los vecinos, visiblemente incómodos por la presencia de la Benemérita, la emprendieron a golpe y porrazo contra el coche de la unidad allí desplazada.

El vídeo difundido muestra cómo un individuo emplea una larga barra de hierro para destrozar la luna delantera. Asimismo, se ha difundido por redes sociales una foto de la trasera del coche sin cristal después de los golpes.

Aunque no ha trascendido ningún dato acerca de la identidad del agresor, en las imágenes se puede observar que se trata de una persona joven. Afortunadamente, la agresión solo se llevó a cabo contra el coche. En este sentido, y a pesar de las violentas imágenes, no hay heridos y solo hay que lamentar daños materiales.

Aunque el post de Jucil no hace referencia explícita al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, existe un malestar en la Guardia Civil contra él. Estos hechos son «las consecuencias de años de impunidad», apuntan desde el colectivo. Ello se debe a la negativa del ministro a declarar de riesgo esta profesión. Por esta razón, la asociación Jucil entiende que los agentes están «a los pies de los caballos sin principio de autoridad ni protección jurídica».

El Ministerio impulsó en febrero un grupo de trabajo cuyo objetivo es reconocer que policías y guardias civiles sean profesiones de riesgo, además de otras mejoras sociales relacionadas con la jubilación. No obstante, desde el Gobierno no ha trascendido aún los frutos de dicho grupo de trabajo. Por su parte, a principios de este mes de junio, el PP utilizó su mayoría absoluta en el Senado para aprobar una proposición de ley en este sentido. Ahora, el texto irá al Congreso de los Diputados, donde continuará su tramitación habitual sin necesidad de pasar previamente la toma en consideración de la misma.

El debate acerca del reconocimiento de la Guardia Civil como profesión de riesgo se ha acrecentado en los últimos meses. En febrero, una narcolancha arrolló una embarcación del Instituto Armado matando a dos agentes en Barbate (Cádiz). Un mes después, otra pareja de la Guardia Civil murió en acto de servicio en Sevilla mientras realizaban un control de alcoholemia en la AP-4.