Un aparatoso incendio pone en riesgo la iglesia de Santa Ana, una de las más valiosas de Granada

Se ha declarado en torno a las doce y media del mediodía en un edificio en estado casi ruinoso que en ocasiones es habitualmente habitado por okupas, aunque no se ha confirmado de manera oficial que en esos momentos lo estuviera. Se ubica en un callejón muy estrecho y tiene enfrente una de las fachadas laterales de la iglesia de Santa Ana, una de las joyas de la ciudad, erigida en el siglo XVI.

Las llamas se han propagado con rapidez y también se ha visto casi enseguida una columna de humo. Desde el barrio del Albaicín, por estar más alto, lo difícil era no verlo. Desde el Realejo, a diez minutos andando, se veía y hasta se olía. Desde la Torre de la Vela, en lo más alto de la Alhambra, también. Y por supuesto, en la Plaza Nueva y sus inmediaciones, mucho más.

Los bomberos, al llegar al lugar, han acordonado la zona e impedido el paso. La iglesia no ha sufrido daños de consideración excepto por una ventana, que rompió. Fuentes de la parroquia han asegurado que el susto inicial ha sido tremendo, porque el fuego alcanzó el templo «como un lanzallamas».

En torno a las dos de la tarde, el fuego se ha dado por controlado, aunque el pésimo estado de conservación del edificio ha propiciado que se desmorone parte de la fachada. Al estar la zona ya bajo control, eso tampoco ha producido daños. Allí hay hoteles, unos baños árabes, tiendas... Está justo encima del llamado Paseo de los Tristes, casi siempre abarrotado de turistas.

En torno a las seis de la tarde, los bomberos han informado de que el incendio estaba muy próximo a darse por extinguido. Las importantes obras de arte que hay dentro de la iglesia se han salvado, nadie ha sufrido daños y, mientras el humo se desvanece, el incidente se va convirtiendo en anécdota. Aunque el miedo de quienes lo han vivido de cerca tardará en irse.