El alcalde de Beas de Guadix (Granada) lanza un SOS: «Si no se hace algo ya, aquí puede morir alguien»

Así de contundente se muestra Juan José Porcel, alcalde del municipio granadino de Beas de Guadix, donde sus poco más de 300 habitantes viven en una continua congoja. El Cerro del Castillejo, una mole de piedra, arcilla y arena, se está desprendiendo a ojos vista. Las casas cueva y las viviendas del barrio de El Perchel están en un peligro evidente, que ha ido empeorando progresivamente durante los últimos veinte años. Pero la solución no llega.

Ha habido parches. Tiritas para frenar una hemorragia, por así decirlo. Se han hecho repicados en los puntos más críticos pero el problema es que el interior del cerro está rajado. «Es como una muela podrida», dice el alcalde de forma muy gráfica. Y ante eso no cabe más que una cosa: «Desmontar el cerro».

Sería, apunta el regidor, la solución «más eficaz, fácil y barata». Los técnicos creen que eso costaría, como mucho, medio millón de euros. Sale mucho más caro realojar a los aproximadamente setenta vecinos que viven en riesgo inminente y por supuesto es más costoso, y más difícil, construirles nuevas viviendas «porque eso tardaría entre tres y cinco años y porque además es que no tenemos suelo».

El Cerro del Castillejo es de titularidad municipal, no está catalogado y las cuevas, muy habituales en la comarca del Altiplano, a la que pertenece Beas de Guadix, no han sido declaradas Bien de Interés Cultural ni gozan de protección especial, lo que a juicio del alcalde y los afectados agilizaría los trámites.

Lo que falta es pasar de las palabras a los hechos. Pero Juan José Porcel subraya que por ahora no ha encontrado la colaboración necesaria. «Fui a hablar con la subdelegada del Gobierno, Inmaculada López Calahorro, y me dijo que la información que tenía de sus técnicos era que se trataba de un preventivo, lo que quiere decir que requería actuaciones preventivas para evitar que ocurriera algo».

Niega eso de manera categórica. «Hay un riesgo alto y además la situación ya no sólo es que pueda empeorar si llueve. Incluso si no lo hace, el cerro se está cayendo y cualquier día una piedra puede matar a alguien. Es lo que le dije a la subdelegada, si estaba esperando a que hubiera un muerto para hacer algo».

Porcel propone desmontar el cerro desde su parte más alta y de forma escalonada, formando esas terrazas que son habituales en puertos de montaña. «Tenemos un precedente cercano, el Cerro de la Horca, que se desmontó. Aquello costó dos millones de euros porque utilizaron hormigón, pero aquí no hace falta, así que la operación se abarata considerablemente», explica.

Insiste en que no es ningún capricho, que en su pueblo hay «un riesgo objetivo» y que las administraciones deben atajarlo cuanto antes. Ante la respuesta de la Subdelegación, él ya ha hablado con la Diputación Provincial y la próxima semana tiene fijada una cita con el subdelegado de la Junta en Granada, Antonio Granados. Porcel es alcalde por el Partido Popular pero entiende que lo que pasa en su pueblo trasciende las siglas. «Deben actuar todas las instituciones que puedan hacerlo, pero deben hacerlo ya», concluye.