La falta de plazas MIR, el nudo que ahoga a la sanidad en Andalucía

Esto, que saludan estudiantes, profesionales, colegios de médicos y sindicatos sanitarios, es la forma en que el Gobierno andaluz quiere luchar -con las armas de las que dispone- contra la pérdida de médicos. En diez años, recuerdan en la Consejería de Salud, se jubilarán la mitad de los doctores que trabajan ahora mismo en la sanidad pública andaluza.

Este aumento de plazas, sin embargo, no parece la solución a la falta de sanitarios en Andalucía. Lo señalan los estudiantes MIR, los sindicatos médicos y los colegios profesionales. También la Consejería de Salud y Familias, cuya titular, Catalina García, recordó la pasada semana que el incremento de puestos de Medicina «debe venir acompañado de más plazas MIR». Y eso, recuerdan en el Ejecutivo andaluz, pone la responsabilidad en el tejado del Gobierno central.

Es al Ministerio de Sanidad al que Andalucía ha pedido de forma insistente que aumente el número de puestos MIR. Sin esa formación, razonan todas las partes implicadas, se forma un «nudo» o «cuello de botella» que impide que se renueven las plantillas médicas. Y da igual cuántos estudiantes permitas en las Universidades.

«Lo que hay es un problema de planificación», explica Emilio José Delgado. Él es médico residente de Medicina Comunitaria y de Familia y representante de la asociación de médicos MIR en Andalucía. Futuro médico de cabecera que piensa irse a Alemania en cuanto acabe su formación. Allí espera encontrar, además de mejores sueldos, más tiempo para sus pacientes, mejor ambiente... En todo caso, él cree que la clave para solventar la falta de médicos en Andalucía pasa por «aumentar las plazas MIR». Coincide en esto con Salud. Entiende que es bueno que haya más plazas en la universidad, pero insiste: «No tiene sentido abrir más facultades porque es gastar dinero público en formar médicos que, en muchos casos, se van a ir a trabajar fuera. Es tirar el dinero».

Muy crítico con la gestión de la sanidad andaluza, Delgado recuerda que hay miles de médicos que, ya graduados, no pueden acceder a una plaza de especialización. Y sin eso, no pueden trabajar.

En la misma línea se pronuncia Rafael Carrasco, el presidente del Sindicato Médico Andaluz (SMA). «Lo que tenemos es un atasco en las plazas MIR»┌, sentencia. Carrasco cifra en «unos 4.000» los doctores que, acabados sus estudios de grado, no acceden a una plaza de especialista. Ese nudo, señala, es el que ahoga a la sanidad andaluza, no tanto el número de estudiantes de Medicina.

Aunque desde el SMA ven con buenos ojos el aumento de plazas en las facultades anunciado por la Junta, piden prudencia y una planificación bien pensada y a largo plazo. Y advierten: «nuestro temor es que se sature el mercado laboral con médicos recién graduados que vayan directos a engrosar la lista del paro». Porque, razona Carrasco, «no podemos volver a los años 80 y primeros de los 90 cuando había muchos profesionales en el paro».

Con esa línea roja en la cabeza, el SMA pide dos líneas de trabajo complementarias en su opinión: primero que la Consejería de Salud mejore las condiciones de trabajo de los doctores andaluces. Tanto en sueldo como en estabilidad. Y, además, el aumento de plazas MIR de las que hablaban.

Desde la Secretaría General de Salud Pública e I+D+i en Salud de la Consejería de Salud explican que se han tomado medidas para mejorar las condiciones de los médicos andaluces: se ha apostado por reforzar especialidades deficitarias, se ha mejorado la retribución y la estabilidad de los contratos, indican.

Los médicos MIR trabajan supervisados por tutores. Son, por norma general, explican en la Consejería de Salud, equipos que supervisan la formación especializada. Y esos equipos tienen un mínimo de personas para que se puedan hacer cargo de un MIR. Es decir, por cada tantos médicos pueden aceptar a tantos residentes.

Ahí, señalan en Salud, hay mucho margen de mejora. Por eso piden al Ministerio de Sanidad que o bien aumente el número de MIR que pueden formarse en cada unidad docente o que sea más flexible en los cupos. Eso aliviaría, en gran medida , el atasco de médicos que sufre Andalucía. Sin embargo, insisten en la Junta, sin la colaboración del Gobierno central, no hay forma de deshacer el nudo.