El cribado no está centralizado en Andalucía y depende de cada hospital

Hay al menos dos mil mujeres andaluzas de las en torno a 1,3 millones que se han sometido en los últimos años al barrido del mal oncológico en sus pechos y que no tienen un resultado claro de las pruebas que les han practicado el Servicio Andaluz de Salud (SAS). La queja parte de la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama (Amama) en Sevilla, que asegura que lleva al menos tres años avisando de las disfunciones a la Junta de Andalucía y que tiene la intención de poner en los tribunales una «denuncia conjunta» de todas las afectadas.

Las pacientes cuya mamografía no arrojó un diagnóstico claro, concreto, definitivo. Cuando un equipo sanitario realiza una prueba de este tipo a una mujer dentro del programa de cribado del cáncer de mama existen tres posibles resultados: negativo, positivo y lesión posiblemente benigna (también llamado falso positivo o falso negativo). En el caso de diagnósticos negativos, las pacientes son informadas del resultado; si éste es positivo, las ciudadanas reciben igualmente una comunicación para que inicien el tratamiento y son derivadas para nuevos procedimientos. Pero, en los supuestos en los que se detectan lesiones posiblemente benignas todas las mujeres no han sido informadas de que sus casos siguen un procedimiento clínico de supervisión médica. Éste ha sido el problema.

La consejera de Salud y Consumo, Rocío Hernández, apuntó desde el principio a «error de comunicación». Y es cierto. El SAS no tenía hasta ahora -acaba de ponerlo en marcha, a finales de esta semana- de un protocolo conjunto y en el que estuvieran integrados todos sus hospitales o centros asistenciales que regulase qué había que hacer con los casos de cáncer de mama que no son blanco ni negros, sino grises. De modo que cada hospital o centro de especialidades actuaba de forma autónoma, a su criterio. Esto es: unos les recordaban a las pacientes que tenían que volver a hacerse una prueba para descartar la enfermedad y otros no.

Justamente en el centro en el que más casos de cáncer de mama trata, que es el mayor del SAS: el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, que atiende cada año a unas 4.000 mujeres dentro del programa de detección precoz del cáncer de mama. El recinto hispalense está llamando desde este jueves a unas 400 pacientes sin un diagnóstico concluyente, o en términos técnicos, con un BI-RADS con un nivel 3. Este valor mide la presencia del tumor en el organismo: un 4, un 5 o un 6 es cáncer seguro; mientras que un 1 y un 2 lo descartan. Pero en el 3 llegan las dudas: puede haberlo o no. Los oncólogos del Hospital Reina Sofía de Córdoba, por ejemplo, sí tenían normalizado desde hace años un aviso a las pacientes si salía un nivel 3, pero en el Virgen del Rocío no. Los hospitales de referencia del Servicio Andaluz de Salud en las provincias de Málaga y de Cádiz tampoco. Y es en estas dos demarcaciones sanitarias, junto a la de Sevilla, en las que hay más mujeres con el alma en vilo porque no disponen de un resultado que les tranquilice o que les empuje a un tratamiento.

La primera, llamar una por una a todas las ciudadanas que se han acogido al plan contra el cáncer de mama y que se encuentran en esa zona de sombra. Son unas dos mil. La segunda, la decisión del Servicio Andaluz de Salud de centralizar los avisos para los casos con un BI-RADS 3: los servicios centrales del SAS ya han nombrado a una funcionaria de rango como responsable de recibir los avisos que todos los centros de su red tendrá que enviar, sí o sí, cuando detecten un caso sospechoso, y se encargará de ponerse en contacto con la mujer en cuestión para se someta a pruebas de confirmación. Al tiempo, cada hospital o centro de especialidades ha de nombrar también en los próximos días, si no lo ha hecho, un profesional de referencia para sirva de enlace entre el SAS y las unidades de cáncer de mama y transmita información fluida y de manera rápida. Además, la Administración regional ha creado un buzón electrónico para que las mujeres que estén en duda sobre su diagnóstico puedan exponer su caso. La consejera de Salud se ha reunido esta semana con la asociación que ha dado la voz de alarma sobre lo sucedido y le ha ofrecido soluciones inmediatas.

El programa de detección precoz de cáncer de mama nació en Andalucía en 1995, y consiste en la realización de mamografías cada dos años a la población femenina residente en Andalucía. Las mujeres son citadas mediante una carta que reciben en su domicilio, y han de acudir a una unidad de exploración mamográfica donde se le practican dos placas que luego estudian los radiólogos; las interesadas reciben el resultado por correo, así como una cita para hacer una prueba ulterior en el caso de que sea necesaria. La base científica de la iniciativa es que la detección precoz aumenta la posibilidad de curación y evita tratamientos agresivos. Por cada 400 mujeres examinadas periódicamente la Consejería de Salud y Consumo estima que se evita una muerte por esta clase de tumores.

A finales de la primavera de este año, la Junta de Andalucía decidió ampliar el marco de edad de beneficiarias de este programa contra los tumores malignos en el pecho. Actualmente el cribado se realiza a las mujeres entre 48 y 71 y ahora lo extenderá a todas las mujeres en Andalucía entre los 45 y los 75 años. Esta decisión supondría hacerle la prueba a aproximadamente medio millón de mujeres más, con lo que las beneficiarias totales superan 1,3 millones. En 2022 el programa sufrió un cambio metodológico importante, sobre todo en el de la comunicación con sus beneficiarias, que descentró a no pocos profesionales y que algunos profesionales del SAS ven como una causa de la situación de descontrol actual.

La oposición a Juanma Moreno en el Parlamento de Andalucía afila los dientes. El PSOE-A, con María Jesús Montero a la cabeza, ha pedido la dimisión de la consejera de Salud, algo que el presidente de la Junta asegura que no baraja en estos momentos, mientras que Por Andalucía y Adelante Andalucía quieren crear una comisión parlamentaria sobre el caso. Vox tampoco se ha quedado atrás en las críticas por un fallo en la gestión sanitaria que ha saltado a los telediarios nacionales y a las tertulias de radio y de televisión de todo el país. Los socialistas hablan abiertamente de «la peor crisis sanitaria de España» de todos los tiempos. La situación inesperada ha obligado a Moreno a cambiar el paso de un curso político que había empezado sin sobresaltos. El presidente de la Junta ha anunciado este mismo viernes que la Junta ultima un plan de choque para atajar el problema con el cáncer de mama.