Muere José Antonio Vidal, el policía que investigó el 'Caso Guerra' y el 'caso Ollero'
Profesional de intachable trayectoria, también gestionó el asesinato en la finca de Los Galindos y los atentados del comando Andalucía de ETA
Sevilla
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Iniciar sesiónEl policía nacional José Antonio Vidal, que fue durante doce años (1984-1996) jefe de la Policía Adscrita a los juzgados de Sevilla y también jefe de gabinete de la Delegación del Gobierno en Andalucía, entre otros cargos, ha fallecido hoy en Sevilla tras ... una larga enfermedad que había superado años atrás pero que se reprodujo en las últimas semanas.
Vidal fue un policía muy respetado en el Cuerpo que durante su dilatada trayectoria profesional investigó diversos casos de gran impacto en la opinión pública. Sin su trabajo no habría existido el 'caso Juan Guerra', el primer caso de corrupción política de la democracia, y que a la larga costaría el cargo al vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra.
Juan Guerra, hermano del entonces vicepresidente del Gobierno, fue contratado por el PSOE para trabajar en un despacho oficial de la Delegación del Gobierno en Andalucía en calidad de asistente de su hermano, aunque estas dependencias eran utilizadas para recibir a empresarios y actuar de intermediario o 'conseguidor'. Juan Guerra fue acusado y juzgado por los delitos de cohecho, fraude fiscal, prevaricación, malversación de fondos y usurpación de funciones, siendo absuelto en siete juicios, excepto del fraude fiscal.
Otro asunto de corrupción gestionado por José Antonio Vidal fue el 'caso Ollero', que se originó a raiz de un anónimo dirigido al juez Ángel Márquez -instructor del 'caso Juan Guerra'- en diciembre de 1991 en el que denunciaba el cobro de comisiones ilegales en las consejerías de Economía y Obras Públicas de la Junta de Andalucía en una supuesta actividad de financiación ilegal del PSOE. El 14 de julio de 1992, Vidal detuvo en Sevilla a Jorge Ollero con un maletín que contenía 22 millones de pesetas. Jorge Ollero era hermano del entonces director general de Carreteras de la Junta de Andalucía, Manuel Ollero.
Durante los interrogatorios, Jorge Ollero confesó que el dinero que se le incautó procedía del pago efectuado por la empresa Obras y Construcciones Industriales SA (OCISA) tras la adjudicación de un tramo de la carretera Málaga-Granada, valorado en 2.854 millones de pesetas, e implicó a su hermano y al secretario general del PSOE andaluz, Carlos Sanjuán, en una presunta red de financiación irregular del PSOE, aunque luego lo desmentiría.
Manuel Ollero fue condenado a un año de suspensión de cargo público por revelación de secretos y a una multa de 150.000 pesetas. Su hermano, Jorge Ollero, fue condenado a tres meses de arresto mayor por un delito de tráfico de influencias. Jesús Roa, presidente de OCISA, fue condenado a un año de prisión por un delito de falsificación de documento mercantil y a tres meses más de arresto mayor y 110 millones de multa por un delito de cohecho.
Crimen de Los Galindos
José Antonio Vidal también fue la persona gracias a la cual se reabrió en 1981 el caso del 'crimen de Los Galindos', el quíntuple asesinato en un cortijo de Paradas. Las pesquisas policiales exculparon al tractorista José González, a quien en una primera investigación se le acusó de los crímenes.
La investigación permitió la exhumación en el cementerio de Paradas de los cuerpos de las cinco personas que habían aparecido muertas un 22 de julio de 1975. Eran el capataz Manuel Zapata, su esposa Juana Martín, el tractorista José González, su esposa Asunción Peralta y el tractorista Ramón Parrilla.
El informe del forense Luis Frontela determinó, seis años después del crimen, que José González no había sido el asesino ni se había suicidado, sino que fue una víctima más, muerto a golpes y luego desmembrado y arrojado a un pajar en llamas junto con su esposa.
Vidal consideraba que el móvil pudo ser económico porque se estaba defraudando en la declaración de cosechas. Los Galindos podría haber estado defraudando en sus declaraciones de cosechas al Servicio Nacional de Productos Agrarios (SENPA), en una época en que el trigo estaba sometido a control estatal.
Otro caso de gran impacto que investigó Vidal fue la muerte de Paquito, el niño de Torreblanca, hijo de un matrimonio de vendedores ambulantes, que apareció estrangulado y quemado el 28 de octubre de 1984. Se detuvo al jesuita Cristian Briales Shaw al encontrar indicios de culpabilidad en su coche, pero quedó en libertad al no existir pruebas suficientes sobre su responsabilidad en el caso. El crimen quedó sin resolver.
Vidal también vivió muy de cerca los crímenes del comando Andalucía, autor del asesinato de Alberto Jiménez Becerril y Ascensión García Ortiz y, tras ser reconstituido, de José María Martín Carpena, Luis Portero y Antonio Muñoz Cariñanos, ya que en aquella época era jefe de gabinete de la Delegación del Gobierno en Andalucía, con José Torres Hurtado como delegado del Gobierno.
La misa por el responso de José Antonio Vidal será este lunes a las 16.00 horas en el Tanatorio de San Jerónimo, para ser trasladado posteriormente el cementerio de San José de la Rinconada, donde será incinerado.
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