Los estudiantes andaluces logran un nivel 3 en pensamiento creativo del informe PISA, prueba que ni Corea logra dominar

Para entenderlo desde una escala numérica, el examen que han afrontado estudiantes quinceañeros de 64 países distintos valora el grado de destreza y asbtracción a la hora de generar pensamientos «creativos, originales y diversos en un amplio espectro de tareas de expresión y resolución de problemas» con una puntuación máxima de 60 puntos.

Desde ahí, articula seis niveles de progresión. La brillantez ha sido cosa de unos pocos, pues únicamente el 8,7% del estudiantado internacional se ubicó en el pico de la pirámide (el sexto). La media española se cifró en 32,8 puntos, es decir, nivel 4, y en un resultado casi calcado al del promedio de la OCDE (32,7) y superior al de los países de la Unión Europea (32,1). No se debe perder de vista que Corea del Sur, la nación más creativa con 38 puntos, no llegó siquiera al 5.

Los alumnos andaluces quedaron por debajo de estos tres conjuntos, con 31,7 puntos que les encaja en el nivel 3, el mismo que ha correspondido a Castilla la Mancha y sólo superando a los escolares de Ceuta y Melilla (26,1).

Es más, la tabla evidencia que Andalucía es la comunidad autónoma peninsular con mayor tanto por ciento de alumnado de nivel bajo en pensamiento crítico (23,2%, algo por encima del total de la UE), frente al 14,6% de Madrid, el 14,9% de Galicia o el 15,2% de Castilla y León. La media española es de 19,9%.

Del mismo modo, es una de las regiones donde se aprecian más diferencias significativas en pensamiento crítico por género, y a favor de los estudiantes masculinos. Aquí el máximo dato lo anota Cataluña (9%), pero Andalucía va inmediatamente detrás (8%).

No obstante, no todos los datos tienden a la baja, pues Andalucía mejora posiciones autonómicas en cuanto a estudiantes que han logrado un resultado de nivel 5 o 6. El 22,8% sureño les coloca por encima de los baleares (22,4%), canarios (21,5%), vascos (21,2%), manchegos (20,3%) y de los residentes en las ciudades autónomas.

Asimismo, el citado 23% de nivel bajo andaluz es más reducido que el resultado promedio en Italia y Países Bajos (24) o Islandia (28%).

Si la transmisión del conocimiento en las aulas es ya de por sí un proceso puramente bidireccional, en el que pesa tanto el intelecto, la motivación y la metodología del alumno como la manera en que el docente traslada las nociones, el ámbito del pensamiento creativo requerirá un doble compromiso o, al menos, predisposición por ambas partes.

Un apartado del Informe PISA se centra en cómo influye el entorno escolar en las ideas y expresiones creativas, o mejor dicho, cómo son los resultados del alumnado cuando la dirección del centro da más o menos importancia a esta forma de pensamiento.

En ese sentido, el 87% de los andaluces estudia en centros donde la cúpula cree que «la creatividad se puede entrenar» o que «la gente puede ser creativa si sigue intentándolo», tres puntos porcentuales por debajo de lo que opina la OCDE, y unos seis-siete a la baja de la media española. Por otra parte, sólo el 82% de los alumnos andaluces está matriculado en una institución que confía en que «se puede ser creativo en casi cualquier materia», lo que la aleja siete puntos del promedio de la OCDE.

En general, estos tres parámetros ubican a Andalucía en la zona más baja de la tabla autonómica, y siempre con porcentajes inferiores a los contabilizados en la UE y la OCDE.

Siguiendo con el punto de vista del director, en España sólo dos tercios de los escolares (66%) estudia en un centro cuya persona a cargo piensa que «la mayoría del alumnado es creativo». El promedio de la OCDE es 77 y los países más aventajados, que son Chile e Islandia, han arrojado un 92%.

Pues dentro de ese débil dato Andalucía es una de las regiones que hacen bajar la media, a tenor del 61% de las opiniones contrastadas.

Finalmente, a los alumnos también se les preguntó si sus profesores valoraban la creatividad y si, más específicamente, les daban «tiempo suficiente para encontrar soluciones creativas a las tareas». En la primera comparativa Andalucía si se sitúa por encima del promedio español, con 64% frente a 62%. En la segunda, empatan al 56%.

El logro desde luego se diluye al 'separar la lupa' del mapa, pues en la OCDE el 70% de los escolares creen que sus profesores valoran la creatividad del estudiantado, proporción que escala al 82% México y Chile y al 84% en Colombia y Costa Rica. De hecho, son estos cuatro países —los únicos de Iberoamérica en la tabla— los que más tiempo brindan al estudiante para desarrollar este pensamiento creativo, siempre según su propia percepción.

Dentro de los diversos campos de conocimiento con actividades de corte creativo, Andalucía destaca en el debate, pues el 13% de los alumnos afirma participar al menos una vez en semana en estos encuentros dialécticos que superan al promedio español (10%) y al de la OCDE-UE (9%-8%) Lo mismo ocurre con los contenidos de programación y casi con los de ciencia, muy parejos. Sin embargo en arte, escritura, música, teatro y publicaciones los andaluces no alcanzan la media.