Dos nuevas marcas de aceite de oliva andaluz inmovilizadas por la investigación de fraude

Cabe destacar que el aceite de oliva lampante es el de peor calidad. Se caracteriza por su elevada acidez, así como por su desagradable sabor y olor, todo lo cual lo convierte en un producto «no apto para consumo humano», como apuntan desde la Junta de Extremadura.

El caso se ha trasladado a la Justicia por presunto delito contra la salud pública. Un caso que había salido a la luz pública después de que la semana pasada la Dirección General de Salud Pública del Servicio Extremeño de Salud (SES) emitiese una alerta alimentaria relacionada con la venta de aceite de oliva de dudosa calidad por parte de empresas andaluzas.

En un primer momento las grandes cantidades de aceite inmovilizadas de las que se tuvo conocimiento estaban en Extremadura, si bien la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) informó más tarde de que en Andalucía también se había comercializado este aceite de dudosa calidad.

A las nueve marcas ya identificadas, Acebuche, Virgen del Guadiana, Cortijo del Oro, La Campiña de Andalucía, Galiaceite 2022, La Abadía, Villa de Jerez, Don Jaén Aceite 2019 e Imperio Andaluz, se unen ahora dos más, ya que se han detectado irregularidades en productos pertenecientes a La Esmeralda y Vareado.

A pesar de todo esto, el Gobierno extremeño hace hincapié en que por el momento no se ha comprobado la presencia de riesgo alguno para la salud derivado del consumo de estos aceites, si bien se trata de un «fraude por una mezcla de aceites con calidades que no se corresponden con el tipo de aceite que aparece en la etiqueta de los envases». Y, por supuesto, también se ven alteradas las características de sabor, olor, color y consistencia propias del aceite de oliva.