Diez cosas que no sabías de Spiriman, el hombre que desmontó los recortes sanitarios de Susana Díaz

Con la pandemia del Covid en su máximo apogeo, el 4 de agosto de 2020, a punto de cumplir 44 años, le diagnosticaron un adenocarcinoma de pulmón que había provocado una metástasis en sus huesos y otros órganos de su cuerpo. Los médicos le pronosticaron cuatro meses de vida. Sobrevivió dos años y dos meses, gracias a una voluntad de hierro que le hacía soñar con una recuperación imposible. La muerte no era una opción ni siquiera remota. Nunca la aceptó. «Dame 24 horas más‼️» fue su último mensaje publicado el 28 de septiembre pasado en su Facebook, junto a un vídeo en el que se sometía a una rehabilitación a cargo de un fisioterapeuta en su cama.

A pesar de su activismo a través de las redes sociales en los primeros compases de su lucha contra las fusiones hospitalarias, todavía hay datos curiosos que seguramente el lector no conoce acerca del hombre que dobló el pulso a la Junta de Andalucía y a su política de recortes y fusiones hospitalarias.

Spiriman es el nombre de guerra que se puso Jesús Candel Fábregas cuando, enfundado en su bata blanca de médico de urgencias, encabezó la movilización de miles de granadinos que salieron a las calles detrás de él para defender la sanidad pública y protestar contra la fusión de dos hospitales en la ciudad nazarí. Lo que pocos saben es que el apodo lo tomó prestado de un curioso juego denominado Spiribol, que había inventado su abuelo materno.

Hace más de 70 años y en Lanjarón, un pueblo conocido por sus aguas termales en plena alpujarra granadina, Baltasar Fábregas puso las primeras bases de lo que más adelante sería un deporte. Tuvo la genial idea de clavar un mástil de madera en cuyo extremo superior ataba una cuerda y del contrario una pelota hecha a base de trapos. Sus once hijos lo practicaban y así no perdían las pelotas en una zona tan abrupta y montañosa, lo que evitaba tener que ir a recogerlas. Candel quiso homenajear a su abuelo con este sobrenombre.

Pascual Candel, el padre de Spiriman, fue director general de la Caja Rural de Granada y, poco después, de Cajamar en la primera década de este siglo. Licenciado en Ciencias Económicas y oriundo de Castilla-La Mancha, es un hombre muy respetado y querido en la capital granadina. Anteriormente había sido gerente de la fundación Campus de la Salud y de Mercagranada.

Cuando movilizó a las masas en contra del sistema institucional del PSOE en Andalucía en el año 2016, a Jesús Candel intentaron cortejarlo y ficharlo desde otras formaciones e incluso encasillarlo en algún partido, a la izquierda y a la derecha de partido de Susana Díaz. Pero la política no le seducía. «No quería saber nada de ella», cuentan sus amigos de la Asociación Justicia por la Sanidad. Era un tipo que no se mordía la lengua hasta rayar a veces la descalificación que él defendía como un ejercicio de libertad de expresión, lo que le causó algún que otro encontronazo judicial. El Tribunal Supremo confirmó una multa de 6.480 euros por injuriar a la expresidenta de Andalucía Susana Díaz y al exviceconsejero de Salud Martín Blanco en algunos vídeos que colgaba en Youtube, Facebook y Twitter.

En una entrevista en El Español, llegó a asegurar que Juanma Moreno lo había llamado para agradecer sus movilizaciones y que incluso le ofreció ser consejero de Sanidad cuando llegó a la Presidencia de la Junta de Andalucía en enero de 2019. Esa confidencia no la había comentado ni a sus amigos.

Este viernes el presidente andaluz lo homenajeaba en su perfil de Twitter: «Defendió con pasión la Sanidad Pública y la calidad de vida de los pacientes oncológicos. Siento su pérdida. Mis condolencias a su familia, compañeros y amigos».

Jesús Candel es médico de urgencias y está casado con otra doctora de la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Virgen de las Nieves de Granada. Tiene cuatro hijos menores. Falleció en su propia casa. Se encontraba en un estado terminal y su esposa se encargaba de procurarle los cuidados. Se estaba tomando morfina para mitigar unos dolores insoportables que lo habían dejado postrado en un cama. Es muy amante de los perros. Tenía tres en su casa de Albolote y uno de los momentos en los que más disfrutaba era paseando con ellos por el campo.

En febrero de 2021, Spiriman ascendió al núcleo rocoso en el que la creencia popular dice que se apareció la Virgen de las Nieves, patrona de Sierra Nevada, próximo al Pico del Veleta, y grabó un vídeo en el que anunciaba su milagrosa curación del cáncer que padecía. Con la voz rota por la emoción, el doctor granadino contó en Facebook que había cumplido la promesa que hizo a la Señora de Sierra Nevada. «Hoy hecho mi promesa porque le dije a la Virgen de las Nieves que si llegaba lo que hoy me han notificado y lo que me han dicho vendría a darle las gracias y a rezar», dijo.

Los análisis practicados acababan de confirmar que, al menos aparentemente, no había rastro del adenocarcinoma de pulmón detectado meses antes, cuentan en su entorno. Pero la alegría duró poco. En noviembre de ese mismo año, anunció que había recaído. Es un cáncer «muy agresivo y ha vuelto con fuerza», contó en su muro de Facebook.

El perfil habitual del enfermo de cáncer de pulmón en España en el 86% de las ocasiones es el de un fumador o exfumador. No fue el caso de Spiriman, que nunca tuvo afición por el tabaco y sí era un esforzado deportista. Era un nadador impenitente, incluso estaba horas haciendo largos en la piscina que tenía en su casa de Albolote, en Granada, cuando el tumor hacía mella en sus huesos.

Uno de sus últimos proyectos que hizo realidad fue la Unidad de Apoyo a Pacientes Oncológicos (UAPO), financiado por socios que aportaba al menos un euro al mes. Candel puso dinero de su propio bolsillo para ponerlo en funcionamiento y ahora se hará cargo de él su padre. Fue el 22 de noviembre de 2021 cuando empezó a funcionar en Granada este centro impulsado por la fundación liderada por el médico Jesús Candel, que ofrece a estos enfermos un novedoso tratamiento para reforzar su sistema inmunitario a través del ejercicio físico, el control del estrés y de la alimentación. Se trata de una terapia complementaria a los tratamientos convencionales (quimioterapia, radioterapia, medicación...) y completamente gratuita para frenar el avance de las células tumorales. Está inspirada en los estudios científicos y en los resultados obtenidos en deportistas de élite que han pasado por esta enfermedad, la primera causa de muerte en el mundo.

Estaba a punto de firmar un convenio con el Servicio Andaluz de Salud (SAS) para establecer un marco de colaboración. El SAS, al que estaba adscrito Candel, proporcionaba profesionales para tratar a los enfermos oncológicos que acudían a UAPO. La idea de lanzar este proyecto, que incorpora un centro de alto rendimiento deportivo a cargo de un equipo interdisciplinar nació como un proyecto de investigación con la Universidad de Granada. «Cuando me diagnosticaron el cáncer me puse a leer y a estudiar sobre deportistas de élite que han tenido cáncer y cuya recuperación ha sido impresionante gracias a que reciben unos entrenamientos brutales y un control de su alimentación y de su estrés», explicó el médico a ABC.

La empresa estadounidense Twitter, propietaria de la popular red social, suspendió su cuenta, que tenía más de 122.000 seguidores. Argumentaba que había incumplido las normas internas de la red al considerar inapropiado el contenido de un mensaje en el que afirmaba que «el que se quiere curar de cáncer, se cura y el que no, se muere», que dio pie a todo tipo de interpretaciones y que él defendía que se había sacado de contexto. Sin embargo, meses después y tras la interposición de una denuncia, la filial de Twitter en Irlanda le llamó para comunicarle que iba a recuperar su cuenta cerrada por un error.

Meses después de la movilización en las calles de Granada, el Ejecutivo andaluz de Susana Díaz derogó las órdenes de fusión hospitalaria, tal y como pedían plataformas y colectivos ciudadanos en Granada encabezados por el médico Spiriman. Sus marchas hicieron dimitir en cascada al consejero de Salud, Aquilino Alonso, al viceconsejero Martín Blanco (que hoy trabaja en una empresa de ambulancias) y al gerente del SAS en la etapa del PSOE. Candel se convirtió casi en un mito. «No podía salir por la calle en Granada, todo el mundo lo paraba para felicitarlo y pedirle foto. Era como una estrella del rock«, señala su amigo Antonio Barreda.

Su padre, Pascual Candel, era muy amigo del exconsejero de Educación Javier Imbroda, el político de Ciudadanos que falleció el pasado mes de abril a causa de un cáncer de próstata que le fue diagnosticado en 2016. Fue uno de los coches prestados por el exconsejero el que condujo a Jesús Candel hasta el altar de la iglesia granadina donde se casó.