La desaparición de Muface llevaría al «colapso» a la sanidad pública en Andalucía
El Servicio Andaluz de Salud tendría que asumir a los 440.000 funcionarios y familiares mutualistas de la región
El fin del concierto entre Hacienda y las aseguradoras sanitarias afectaría a 150.000 profesionales de Defensa y Justicia de Andalucía

Muface, la mutualidad de funcionarios civiles del Estado, está en la cuerda floja. Las tres aseguradoras que tienen concierto con el Ministerio de Función Pública —Asisa, Adeslas y DKV— mantienen un pulso con el Gobierno y amenazan con abandonar el concierto ... que tienen suscrito debido a las pérdidas millonarias que vienen soportando desde hace años, que a nivel nacional cifran en 600 millones de euros cada año.
Aunque hay margen de negociación, la situación preocupa, y mucho, tanto a la patronal de la sanidad privada, Aspe, como a los sindicatos, pero, sobre todo, a los funcionarios mutualistas.
En España son 1,5 millones los mutualistas de Muface entre funcionarios titulares y beneficiarios, es decir, familiares. En Andalucía, la cifra no es nada desdeñable: hay 440.000 mutualistas según los datos facilitados a ABC por la patronal de la sanidad privada, ASPE.
La Asociación Española de Consumidores ha alertado de que la caída de Muface implicaría también la caída del sistema sanitario público y pide un rápido acuerdo entre Gobierno y aseguradoras para no poner en peligro la calidad asistencial y para terminar con la incertidumbre que viven en estos momentos tras el enfrentamiento actual entre las empresas aseguradoras con el Gobierno de España.
En el caso de Andalucía, desde la patronal de la sanidad privada se alerta de que la caída de Muface directamente «colapsaría» el Servicio Andaluz de Salud, ya saturado, pues tendría que asumir la asistencia a estos 440.000 mutualistas.
«Las listas de espera quirúrgica se duplicarían y las de consultas se triplicarían», aseguró Antonio Montero, vicepresidente de ASPE, que recordó que ya de por sí son importantes en el SAS.
De hecho y según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, hechos públicos el pasado miércoles, Andalucía sigue siendo la comunidad con más lista de espera quirúrgica. Así, a 30 de junio de este año, un andaluz debía esperar una media de 169 días para ser sometido a una intervención quirúrgica y había 203.979 pacientes en lista de espera en la región.
Además, a la misma fecha, había 841.731 andaluces en lista de espera para ser atendidos por un especialista en los hospitales del SAS.
Pero es que además, hay otros factores importantes a tener en cuenta ante la carga insoportable que supondría para el SAS tener que asumir a estos funcionarios. Según Aspe, la media del mutualista andaluz en Muface es de 57 años y hay una cifra importante de jubilados, con las patologías y enfermedades crónicas lógicas que van surgiendo con la edad, por lo que las citas con el médico de familia, los especialistas, así como las pruebas e intervenciones quirúrgicas necesarias, consecuentemente, se dispararían.
«El SAS sería incapaz de soportar esa carga asistencial y repercutiría de manera muy negativa en la calidad de la misma para los actuales usuarios de la sanidad pública en la región», aseguró el vicepresidente de ASPE.
Un problema «para todos»
El sindicato CSIF, mayoritario entre el funcionariado, tampoco oculta su preocupación por la actual situación. María del Carmen Espejo es delegada de CSIF en Muface. «En CSIF estamos tremendamente preocupados por la situación. Está en el aire la asistencia sanitaria que se presta al funcionariado. No sólo se trata de los funcionarios sino de sus familiares. Pero además, si tienen que pasar a la sanidad pública andaluza, el problema no sólo será de los mutualistas sino de toda la población andaluza. Si las listas de espera en el SAS ya son enormes, incorporar a los mutualistas las aumentaría mucho más. Estamos hablando de un problema de envergadura para todos», aseguró a ABC.
Espejo reconoció que existe una gran preocupación también entre los funcionarios «como captamos en todas las visitas que hacemos a los centros de trabajo».
Uno de ellos es Nicolás Enrique Fernández, profesor de cocina y pastelería en la provincia de Cádiz. Este granadino de 48 años reconoce que no va mucho al médico pero que está preocupado por la situación. «Si finalmente pasamos al SAS perderíamos la posibilidad que tenemos de ser vistos pronto por un especialista», indicó a ABC. También reconoció, eso sí, que antes las citas eran más inmediatas y que ahora hay que esperar un par de semanas o más.
CSIF, que ha solicitado reuniones urgentes con el Ministerio de Transformación Digital y Función Pública y con Muface «para tener más información sobre las negociaciones», no descarta «emprender las acciones oportunas e iniciar movilizaciones», según advirtió esta representante sindical.
Pero es que además hay otra realidad. Aunque según Aspe el 75% de los funcionarios en Andalucía elige la sanidad privada a través de Muface, es cierto que se está produciendo una fuga de mutualistas en los últimos años. La razón de quienes toman esta decisión son las esperas para algunas citas con especialistas y pruebas. Una de ellas es Pilar Barbas, una profesora sevillana que lleva 33 años en Muface. «Siempre he sido de Muface pero ha cambiado mucho. Era una asistencia de calidad pero en los últimos años es un desastre. No es nada fácil conseguir cita».
A esto se suma el descontento de los médicos por las escasas retribuciones que perciben. Reclaman primas mayores.
Según ASPE, los facultativos de estas aseguradoras llevan tres décadas cobrando entre 10 y 14 euros por consulta.
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