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«No es igual trabajar en un bar de barrio que en un restaurante con un horario de entrada y de salida»
Una decena de alumnos recibe formación en Hostelería en Bodegas Campos buscando mejores salidas en un negocio al alza pero con carencias serias
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Córdoba
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Iniciar sesiónDiez alumnos se preparan en las instalaciones y fogones de Bodegas Campos para vivir de la hostelería con un plus de formación que les permita acceder a un trabajo más cualificado en establecimientos de restauración a los que hasta ahora no tenían acceso.
Detrás ... de cada uno de estos diez alumnos -nueve mujeres y un hombre- se encuentran sueños que ya tocan los dedos, con prácticas garantizadas, mientras se forman en el curso de 600 horas de Hostelería organizado por la Delegación Territorial de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía y la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO) en Bodegas Campos.
La oportunidad de formarse en hostelería les llega a cada uno de estos alumnos en momentos vitales diferentes pero con el firme propósito de encontrar trabajo -en un sector que demanda empleo cada vez más cualificado- después de unas prácticas concertadas dentro del propio curso.
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Un ejemplo de estos alumnos es el de Keren Mejía, una joven colombiana de 21 años que pasó de su trabajo relacionado con el sector sanitario a la formación en hostelería. «Quedé parada en el área de la salud entonces encontré este curso para empezar desde cero; mi idea es aprenderlo todo en este mundo, y la verdad que ha superado mis expectativas porque pensaba que solamente me enseñarían a ser camarera pero luego abarca otras áreas que también forman parte del curso», ha añadido a ABC.
De este abanico de posibilidades a Keren lo que más le ha llamado la atención es que ha aprendido «cómo debe ser el trato con el cliente; el cómo llegar a conocer los gustos de las diferentes personas; a esto se une la formación en vinos -el poder conocer los tipos de vinos y el saber identificarlos- es algo en lo que nos estamos sumergiendo y es apasionante», comenta esta joven alumna.
«Estoy muy ilusionada porque haremos las prácticas, verán qué potencial tenemos y la posiblidad de un contrato en los próximos meses», ha añadido desde su aula de formación.
Marta Navero, de 22 años es una cordobesa que ha cambiado el grado en Agropecuaria por el de Hostelería. «Vi que hacía falta gente en este sector de la hostelería y pensé que era una oportunidad este curso de formación; porque ya no es que aspires a camarera sino por ejemplo puedes ser jefa de sala; aunque en cualquier caso lo que más me gusa es el trao con la gente, y el poder ayudar a elegir, por ejemplo, con los vinos», ha explicado a ABC.
Para otra de las alumnas, Conchi Méndez, de 24 años, que ya había trabajado en el sector de la hostelería, «ahora estoy aprendido cosas que no sabía; me he embarcado en este mundo de la hostelería para ver si puedo lograr pronto un empleo en el sector; estoy muy ilusionada porque así sea».
A Laura Martínez, una de las alumnas del curso que comenzó el pasado mes de junio, a sus 23 años, es el tercer grado de formación que cursa. «Vengo de un de un curso superior de Administración de Empresas; luego hice uno curso de marketing digital y una amiga que ya trabajaba en Bodegas Campos me dijo que este curso era una oportunidad para entrar también con esa formación en la hostelería -porque hay muchos campos dentro del sector- y la verdad es que me está gustando mucho».
Esta alumna reconoce que pese a su formación anterior «estoy conociendo muchas cosas que tampoco sabía de este sector; yo empezaría a trabajar de camarera y con el tiempo ir subiendo a otros puestos que se irán viendo con el tiempo».
En el caso de otra joven, Virginia Navero, de 24 años y con un hijo pequeño, después de abandonar sus estudios de Auxiliar de Enfermería por problemas personales, estaba buscando algo para poder independizarse y sacar adelante a su hijo. «Ví aquí una oportunidad que estoy aprovechando y me encanta; quier empezar a trabajar; este curso me llamó mucho la atención, estoy estudiando con ganas y veo futuro y trabajo en la hostelería», ha añadido ilusionada.
En cuanto si es una profesión dura o la compatibilidad de esos horarios con los de ser madre Virginia tiene claro que este curso con esta formación en hostelería «te permite buscar algo mejor, no es igual trabajar en un bar de barrio que en un restaturante con un horario de entrada y de salida».
Entre las alumnas más veteranas está Mónica, de 42 años, que después de 20 años trabajando en ese sector en unos grandes almacenes ha decidido cambiar de rumbo, acoger esta oportunidad y seguir formándose para llegar a ser jefa de sala, por ejemplo. «La verdad es que me gusta el trato directo con el cliente, creo que trabajar directamente con él es lo que más me atree; en cualquier caso reconozco que estoy adquiriendo nuevas técnicas y nuevos conocimientos como en la clase de catas de vino que está siendo increíble», añade.
El curso sirve también de reciclaje y acreditación a personas que han trabajado en la hostelería toda su vida. Es el caso de Ángeles, una madrileña de 51 años, que vino a Córdoba hace tres enamorada de un cordobés. «Soy de Madrid y me he tirado toda la vida trabajando en hostelería. Empecé con 18 años; dejé mi ciudad y aquí es muy complicado trabajar en hostelería si no te conocen; entonces pensé en hacer el curso porque me llamo mucho la atención el tema de jefa de sala, porque nunca he trabajado en ese puesto. El curso me permite aportar formación en el currículo y porque yo tengo mucha experiencia pero no tengo formación y ahora sí podré acreditarla», ha afirmado.
Ángeles reconoce que siempre ha trabajado en hostelería «pero muy básica y aquí en estos meses a mi me están enseñando cosas como los tipos de vino o la presentación de platos y eso yo no lo había hecho todavía».
«Me ha llamado mucho la atención en toda esa formación que me faltaba; son esas cosas que te enseñan aquí y eso lo puedes utilizar en muchos sitios de restaurantes; es bueno siempre formarse y reciclarse», ha apostillado esta alumna que empieza de nuevo a sus 51 años.
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