Familia
Vidas salvadas del aborto en Córdoba: «Ahora sé lo que es el amor verdadero»
Mujeres con embarazos en situación de dificultad cuentan cómo decidieron apostar por sacar a sus hijos adelante
Las mujeres rescatadas del aborto en Córdoba: «Sentí que se movía dentro de mí, lloré y le pedí perdón»
Córdoba
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónQuien salva una vida, salva al mundo entero, dice el Talmud, el libro de doctrinas y preceptos de la religión judía, la hermana mayor en la fe del cristianismo, como dijo San Juan Pablo II. Lo que se consigue al convencer a una ... mujer de que tenga a su hijo tiene algo parecido, al menos según lo que cuentan quienes pasaron por ahí, quienes pensaron en no continuar y se dieron cuenta, cuando recibieron ayuda y vieron que había salida, que al salvar la vida de su hijo también salvaban más.
Es lo que hacen las personas que acuden frente a las clínicas en las que se practican interrupciones del embarazo para hablar con las mujeres que se disponen a hacerlo y decirles que hay una alternativa. En los últimos años no siempre se ha conseguido, pero sus cifras son de 63 embarazos, dos de ellos de gemelos.
Una de ellas fue Sandra, que acababa de volver a Córdoba desde Barcelona tras el final de una relación tormentosa. Regresó embarazada, sin trabajo y en una situación tan complicada que pensó en no seguir adelante. En su caso no llegó a dirigirse a la clínica, pero sí lo pensó seriamente y lo habló con su familia. «Estaba organizando todo para no tenerlo. Había hablado con mi médico de cabecera para que me mandara a la especialista», dice.
Fotos: luz en defensa de los más inocentes en Córdoba
Ángel RodríguezDecenas de personas se concentran en la plaza del Cristo de los Faroles para reivindicar el valor de la vida y manifestarse en contra del aborto
Y en ese tiempo, su hermana se tropezó con una mesa de la plataforma Córdoba por el Derecho a la Vida. Allí había mujeres que hablaban de salidas para las madres que viviesen embarazos con dificultades, que pensasen que no podrían seguir adelante. No tenía que ver con la clínica, pero si pasaba alguien, podía llevarse un folleto y un teléfono.
Su hermana lo tuvo claro: habló con María José de Francisco, que es psicóloga además de comprometida en la lucha por la vida, y ella le dijo que la podía llamar cuando quisiera y como quisiera para ayudarla.
La hermana de Sandra encontró una mesa en la que ofrecían ayuda y le dio el teléfono cuando ya pensaba ir al especialista
Eso fue hace dos años y su misma hermana también la animaba, porque a su caso se sumaba que había pasado por una enfermedad grave y lo normal es que «lo hubiera perdido antes». Era para los médicos lo que se llama un embarazado de alto riesgo, pero Héctor, ya desde el seno materno, se agarraba a la vida con fuerza.
Pasó Sandra muchas horas hablando con María José de Francisco. «Por un lado decía que sí y por otro que no, al principio tenía muchas dudas, y al cabo de dos o tres días, la respuesta fue que sí: 'Lo tengo'».
¿Hubo algún argumento definitivo, alguna frase, alguna piedra que pesara más en la balanza en que estaba tomando la decisión? En su caso no exactamente: quiso tener a su hijo cuando tuvo claro que podría tener «ayuda de verdad». Su vida entonces no era sencilla. Sandra es licenciada en Ciencias Químicas, tenía un máster.
Había trabajado, había vivido de forma independiente, había tenido su vida hecha y el embarazo se sumo a un cóctel de cosas que venían a cambiarlo todo. Cuenta que cuando supo que estaba embarazada estaba «hecha polvo, con una dependencia emocional tremenda, sin autoestima». El apoyo era de su familia, pero, para colmo de males, al mes y medio de embarazo murió su padre. No podían pasar más cosas.
En la decisión de continuar tuvo que ver menos la ayuda para afrontar los gastos, que son muchos en el caso de un niño pequeño, como el hecho de saber que tenía a gente cerca. «Me veía sin nada, y de repente vi que me dieron un carrito, que tenía ayuda verdadera, no sólo material, sino sobre todo psicológico. Aprendí a quererme yo, a valorarme», resume.
La mitad de las mujeres que abortan en Córdoba no usaron métodos anticonceptivos
D.DelgadoLas interrupciones voluntarias del embarazo crecen un 6,2% en el año 2022, según los últimos datos oficiales, con un tercio de casos en menores de 25 años
El embarazo necesitó mucho trabajo y mucha charla para recuperar la autoestima: «Fue muy complicado, porque yo me levantaba como podía de la cama, apenas podía hacer esfuerzos. Hablaba con María José y me decía que sí que podía, y me ayudó mucho». Y todo valió la pena cuando nació Héctor, que ahora tiene quince meses: «Ahora sé lo que es el verdadero amor».
Como su vida se hizo dura en el embarazo se volvió a encauzar cuando su hijo estaba en el mundo. Encontró trabajo en una empresa, como jefa de un laboratorio químico, de acuerdo con su cualificación profesional, y se ha vuelto a independizar. Con todo, la vida no es fácil, porque debe hacer compatible el cuidado de su hijo con su trabajo y afrontar todo sola. «A veces me dan bajones, me deprimo, y por eso llamo y siempre me ayudan. Para lo que necesito, están allí», resume. Por eso también cuenta su historia en actos de la plataforma Córdoba por el Derecho a la Vida.
Para las madres que han seguido adelante, más importante que la ayuda material es el apoyo psicológico y el ánimo
María José de Francisco corrobora su historia y cuenta cómo el ofrecimiento de ayuda y sobre todo la cercanía y el acompañamiento fueron fundamentales para la decisión de tener al hijo.
De esa presencia constante sabe también María José Jurado Raya, que necesitó ayuda muchas veces para sacar adelante a una familia numerosa, de esas que ya no quedan en este tiempo. Siete hijos, de doce, ocho, seis, cuatro, tres y dos años. La más pequeña, de ocho meses.
Siempre se ha buscado la vida para trabajar en lo que sea, pero los niños necesitan mucho dinero, y su familia no siempre puede disponer de él. «Siempre he buscando donde he podido. Limpiando casas, cuidando ancianos», resume.
Pero para continuar con su amplia familia ha necesitado ayuda. En su caso de Adevida, una de las asociaciones más veteranas en ayudar a madres en situación complicada. «Si no, no habría podido», resume, mientras concede que también el estar cerca en esos momentos es importante.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete