La Universidad de Córdoba limpia de vegetación el anfiteatro romano del Rectorado

Fuentes de la institución académica confirmaron que ha sido la misma UCO quien ha procedido a actuar, pese a que en otras ocasiones la limpieza ha estado a cargo del Ayuntamiento a través de la empresa municipal Sadeco.

La limpieza del afiteatro romano tiene que realizarse con una cierta periodicidad, porque los restos están al aire libre y por lo tanto expuestos a la climatología. La llegada de semillas a través del aire y las lluvias consiguen sin dificultad que la vegetación crezca en la tierra e incluso entre las piedras.

El anfiteatro romano afronta así en situación de limpieza el año en que se cumplen las dos décadas de su hallazgo, durante los trabajos arqueológicos que precedieron a la reforma de la antigua Facultad de Veterinaria para convertirla en nuevo Rectorado de la Universidad de Córdoba. Por eso se encontró junto a la zona en la que se tenía que construir el nuevo salón de actos.

Era uno de los mayores del Imperio, con 180 metros de diámetro, sólo siete menos que el de Roma y tendría capacidad para unos 30.000 espectadores. En los anfiteatros había espectáculos de gladiadores y de peleas de hombres contra fieras. Socialmente el espectáculo tenía una consideración mucho más baja que el teatro, así que siempre estaba a extramuros de las ciudades, como en Córdoba.

La primera intención era continuar excavando en busca de los restos de una basílica martirial, porque allí pudieron encontrar la muerte los cristianos, pero las sucesivas crisis han ido frenando este proyecto.