La adquisición íntegra de toda la manzana protegida insufla ilusión en el equipo de gobierno de la UCO aunque tendrá que iniciar ahora una carrera de años hasta ver empezar las obras de mejora y adaptación a unos usos que tendrá también que definir con precisión. Y, sobre todo, buscar la financiación para acometer esos trabajos. Dos o tres años es el horizonte temporal más optimista en estos momentos.
La hoja de ruta es la siguiente tras la firma que hoy protagonizará la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, y el rector Manuel Torralbo. Primero un estudio de detalle por parte de un arquitecto para saber qué se puede hacer en el inmueble que linda con la iglesia de San Juan y Todos los Santos, el Archivo Municipal y el museo y centro parroquial de la Trinidad. A la par, ver qué plan de necesidades tiene la Facultad de Filosofía y Letras, enclaustrada en Cardenal Salazar sin más espacio, así como qué otros servicios centrales de la Unviersidad podrían dirigirse allí para el llamado 'campus de letras'.
Después tendría que ponerse en marca un concurso para seleccionar al estudio arquitectónico que se encargue de redactar el proyecto definitivo de actuación al que seguirán las pertinentes licencias. En el seno de la UCO son conscientes de que habrá que hacer un esfuerzo financiero y buscar fondos para lo que consideran un «un gran proyecto de ciudad y universitario».
Como el recorrido es largo aún, durante estos años que vienen el plan B que maneja la institución académica pasa por aprovechar, de manera provisional, el espacio libre que queda en la Biblioteca Provincial de Amador de los Ríos, de mudanza ahora mismo al nuevo equipamiento cultural de los Jardines de la Agricultura.
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