Turistas en el Mercado Victoria: un oasis en las tórridas tardes de la ciudad

De esta forma, mientras las calles parecen desiertas después del almuerzo y nadie se aventura a salir salvo por obligación, este lugar permanece lleno de gente ante un café, copa o licor tras la comida y la protección de un fuerte aire acondicionado.

Turismo nacional, internacional, razas y pieles de todos los colores, y una nutrida representación de musulmanes atraída por el certificado halal de uno de los puestos, el Bocaito Andalusí, componen una estampa complementada por los cordobeses que acuden a este sitio también en verano, haciendo que esté repleto ya desde las 13.00 o 13.30.

Haimée de la Teja Mora se encuentra en una de las mesas altas de la entrada junto a su pequeño hijo, Tiago Urbano de la Teja. Vienen de Alicante para pasar seis días exclusivamente en Córdoba. La razón está en que Haimée trabajó en la ciudad entre los años 1999, cuando llegó de Cuba, hasta el 2016. Y lo hizo en el ámbito sanitario. Aprovecha así para dar a conocer Córdoba a su hijo: «en Córdoba durante estas fechas hace calor, pero por la noche se está bien, nos quedamos en un hotel céntrico donde queda todo cerca, desde el Mercado Victoria a las Tendillas o la zona del Río», ha explicado.

Juan Carlos Ruiz y Vicente Aparicio vienen de La Manga, en Murcia. Es su último día de vacaciones. «Hemos estado en Córdoba y también en la provincia, que merece mucho la pena visitarla, como Almodóvar, el pantano de Iznájar, o la parte de la sierra», ha detallado Ruiz. Han escogido Córdoba en esta época tan calurosa «porque hay menos bullicio que en la playa».

Una viajera argentina, que prefiere no facilitar su nombre, se encuentra junto a su marido haciendo un recorrido por España, es la tercera vez que viene y Córdoba la segunda etapa tras Algeciras: «Recorreremos Madrid, Córdoba, Algeciras y el resto del Sur de España en 30 días», han respondido junto a sus maletas de recién llegados a la ciudad mientras degustaban comida de varios de los puestos del local.

Ángel Soto y María Mena han llegado a Córdoba para hacer un pequeño viaje exprés desde la cercana Andújar. Llegaron por la mañana y se van sobre las 20.00. «Hemos empezado las vacaciones y decidimos venir un día a un destino cerquita, hemos visto las Tendillas, el centro y el Palacio de Viana», han declarado, concluyendo entre bromas: «somos pueblos hermanos». Ya conocían Córdoba de antes e incluso vienen de vez en cuando de compras.

La familia García Vallejo vienen de Madrid y han aprovechado para almorzar en el Mercado Victoria. «Lo importante es que estés en un buen sitio y con una buena gente», han afirmado al ser preguntados por el hecho de escoger Córdoba en días de tanto calor. «A ver si te crees que en Madrid no hace calor». Dentro del grupo, la mayoría están una semana de vacaciones en la ciudad, aunque alojándose en La Guijarrosa. Hay quien ha aprovechado los días de trabajo en Córdoba para unirse al resto.

También de tierras calurosas, y en concreto de Badajoz, viene otro grupo de amigas de mediana edad: Tere, Amalia, Sofía y Rafaela. Acaban de salir de la estación del tren y aguardan, rodeadas de maletas, a que llegue su anfitriona cordobesa, otra Rafaela como no podía ser de otra manera, y que aún tiene que salir del trabajo. El verano pasado ya estuvieron en Córdoba dos días, viendo todos los lugares típicos. Esta vez quieren ir a los que se les escaparon entonces, pero dejaron bien apuntados en la memoria para la siguiente vez: «nos gustaría ir al Palacio de Viana, a las Ermitas en la Sierra, a alguna iglesia fernandina y a Medina Azahara, que la otra vez no pudimos». Han venido de nuevo dos días y no saben si les dará tiempo a todo. «Si no, venimos el año que viene a rematar la faena».

El matrimonio formado por Agustín y Mercedes han venido a Córdoba desde Madrid de camino a las playas del Puerto de Santa María, en Cádiz. Vienen con los padres de él y sus dos hijos pequeños, Sandra y Agustín, que se han quedado con los abuelos en la zona donde tienen el piso turístico, cerca de la Puerta de Almodóvar. Como tenían que ir a la estación de trenes a resolver un pequeño asunto con sus billetes, han aprovechado el camino de vuelta al piso para hacer un alto: «Estaremos aquí un par de días para ver la Mezquita, el Alcázar y la Sinagoga», han aclarado, mientras hacen preguntas sobre la Ciudad de los Niños, de la que han oído hablar.