La estructura funeraria fue descubierta durante los trabajos del Programa de Fomento del Empleo Agrario (PFEA), y su excavación ha estado supervisada por la Delegación Territorial de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía. La intervención ha incluido un exhaustivo proceso de documentación, mediante dibujos a escala, fotografía arqueológica y técnicas de fotogrametría, con el objetivo de permitir su reconstrucción futura.
Debido a que la tumba se encontraba en la intersección de las zanjas de saneamiento, se ha procedido a su desmontaje controlado y traslado al Museo Arqueológico y Etnológico de Lucena, donde será conservada y posteriormente recreada.
El arqueólogo municipal, Daniel Botella, ha destacado que este hallazgo «permite retroceder varios siglos en la historia conocida de Lucena», y ha apuntado la posible existencia de una villa rural o pequeño asentamiento tardo-romano en la zona, que podría estar en el origen del posterior poblamiento de la ciudad.
Por su parte, la concejala de Patrimonio Histórico-Artístico, Charo Valverde, ha subrayado «la profesionalidad y el rigor técnico del equipo municipal», además de la importancia de «preservar y documentar cada vestigio del pasado como parte esencial de nuestro patrimonio».
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