Patrimonio
El Templo Romano de Córdoba se libera al fin de obras y podrá visitarse desde el jueves 19 de junio
Habrá dos turnos de recorridos guiados lunes a viernes y tres los fines de semana
El Ayuntamiento culmina unos trabajos que han supuesto una inversión de 750.000 tras demoras que han sumado una década
La nueva imagen del Templo Romano de Córdoba tras las obras para ser visitable, a examen de los expertos
El alcalde de Córdoba: «Me la juego. Cruzo los dedos. En junio estará acabada la obra del Templo Romano. Parece que tiene una maldición»
Elevadas hacia el firmamento casi diez metros por encima de los que caminan por las calles Claudio Marcelo y Capitulares, las columnas del Templo Romano de Córdoba eran hasta ahora vestigios de un pasado tan monumental como inaccesible para quienes pasaban cerca.
Desde ... el próximo jueves 19 de junio los visitantes, sean de la ciudad o de fuera, podrán empezar a subir a su altura, apreciar los capiteles y columnas, disfrutar de una vista hasta ahora inédita de Córdoba y sobre todo hacerse una idea de cómo fue aquel templo de culto imperial que se levantó en el siglo I después de Cristo y cuyos elementos se reconstruyeron en la segunda mitad del siglo XX.
El alcalde de Córdoba, José María Bellido, se felicitó por el final de los trabajos, el último capítulo de un largo rosario de retrasos y adjudicaciones fallidas que han retrasado diez años su apertura al público, ya que los primeros planes hablaban de que estuviera listo en 2015.
El Templo Romano tras el final de las obras, en imágenes
El Ayuntamiento presenta los trabajos, que permitirán que sea visitable desde el 19 de junio
Lo hizo desde la pronaos del templo, es decir, desde el lugar, justo al pie de las once columnas, en el que se situaba el sacerdote para realizar las ofrendas, mientras el pueblo se situaba al nivel inferior. Allí se ha construido una plataforma que después del ascenso por rampas y escaleras permite llegar al corazón de la visita.
Desde aquel lugar pueden apreciarse los restos del altar en que se hacían las ofrendas y la cimentación de la naos, de la parte posterior, cerrada, del Templo Romano. El Ayuntamiento de Córdoba, recordó el alcalde, ha invertido 750.000 euros, procedentes de los fondos europeos Next Generation, en esta fase que termina con la apertura al público.
Gestión
Las visitas del Templo Romano dependerán del Área de Cultura del Ayuntamiento, que a su vez las ha encargado a una empresa especializada, Incentifor. En los tres primeros meses se realizarán dos visitas guiadas cada día de lunes a viernes y tres los sábados, domingos y festivos.
En junio y septiembre serán a las 10.30 y 12.00 de lunes a viernes y a las 10.00, 11.00 y 12.00 los domingos y festivos. En julio y agosto, los meses más cálidos, serán a las 10.00 y 11.30 los laborales y a las 9.30, 10.30 y 11.30 los fines de semana.
Todas ellas tendrán una máximo de treinta personas y se podrán reservar en el enlace visitastemploromano.incentifor.com, cuando esté disponible. También se podrán obtener sitio si hay plazas libres en el momento de la visita. A partir de septiembre, el Ayuntamiento licitará la gestión de entradas y reservas de forma conjunta para el Templo Romano, el centro de interpretación de los Patios de Córdoba en la calle Trueque, los Mausoleos de Puerta Gallegos y la Puerta del Puente.
Termina así la primera gran actuación, aunque no la última, porque a partir de ahora el Ayuntamiento trabajará también en el centro de interpretación que permitirá que los visitantes sepan cómo era el espacio de culto y cuáles eran sus distintas partes.
«Habrá que acostumbrarse a que haya trabajos de forma habitual en el Templo Romano en estos años», dijo el alcalde, porque un espacio que está al aire libre, y donde crecen de forma natural la maleza y la vegetación, necesitará limpiezas y actuaciones de manera regular.
La intervención de Félix Hernández que reconstruyó las columnas no era reversible, así que no se podía restituir el conjunto a yacimiento arqueológico
El arqueólogo de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Juan Murillo, explicó que la actuación partía de lo que había dirigido Félix Hernández en la década de 1960. Después de mucha investigación y de reunir más información, hubo que decidir entre si seguir con sus trabajos o devolver el conjunto a la condición de yacimiento arqueológico.
Se encontró que su intervención, la anastilosis o falso histórico que ahora es una técnica de reconstrucción que no se permite, no era reversible, y en su declaración de Bien de Interés Cultural entra también el aspecto actual de las columnas y capiteles.
Los visitantes pronto tendrán a su disposición un recorrido que comenzará en la calle Claudio Marcelo, a la espalda del pronaos, de la zona de las columnas, que ahora se levanta sobre un gran caja de ladrillo. En el interior, por detrás, hay restos arqueológicos, sobre todo capiteles, y al nivel más inferior, accesible por unas escaleras, más hallazgos de este tipo.
Lo más sorprendente será la subida precisamente al lugar donde estaba el corazón del Templo Romano, entre las columnas, después de subir un tramo de escaleras que permiten llegar a un nivel hasta ahora inédito y que en pocos días estará a disposición de los visitantes.
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